La Casa Azul

Guille Milkyway encumbra a La Casa Azul en su gira más emocionante

Vicente Rodrigo. Fotos: Fernando Cruz. Madrid, 25/03/2012.

Tras su paso por Valencia y dos apoteósicos conciertos este fin de semana en Madrid, La Casa Azul hace de sus directos una cita imprescindible e inigualable que por su nivel, emoción, calidad e intensidad se colocan en lo más elevado del panorama independiente patrio.

Guille Milkyway ha emprendido la gira de “La polinesia meridional” con menos tapujos que nunca. Aunque encima del escenario sigue manteniendo intacta su pose de introvertido, en este nuevo disco ha sido capaz de darse a conocer más que nunca.

Tras soltar los primeros globos, los asistentes al concierto pudieron darse cuenta de que la cita iba a tener una gran protagonista: la gran pantalla del escenario, que junto a los instrumentos musicales y la voz de Guille Milkyway se configuraría desde el minuto cero como un elemento narrativo más.

El concierto empezó así de contundente: “Los chicos hoy saltarán a la pista”, “Chicle cosmos”, “Sucumbir” y “La fiesta universal” del tirón, sin apenas mediar palabra, invadiendo la sala “Ocho y medio” de euforia y emociones que se alargaron durante prácticamente dos horas en las que llegó a tocar hasta 27 de las canciones más representativas de su carrera, con especial protagonismo para las del actual disco, y la versión de la mítica "Take me on".

No faltó el himno “Superguay” ni otras de sus canciones más “naif”, aquellas que están a punto de cumplir una década, las primeras que editó La Casa Azul y que en el concierto tuvieron cabida dentro de dos medleys: “Galletas”, “Hoy me has dicho hola por primera vez” o “C´est fini”.

Una de las grandes sorpresas del disco, “Europa Superstar”, esa canción en la que Milkyway reflexiona sobre la crisis que atraviesa el continente europeo, lo fue también del concierto, con un plasma dedicado íntegramente a emitir imágenes de Nicolas Sarkozy y Angela Merkel, que no sabemos si son culpables o no de la crisis de Europa pero que tanto han hecho por aparecer en todos los titulares. Y en este concierto, por qué no, también tuvieron su minuto de gloria.

La sala tuvo un momento casi místico con “La niña más hermosa”: la iluminación convirtió al cantante en una silueta negra, como si quisiera pasar desapercibido ante una de sus canciones más sinceras, más crudas, una declaración de amor que acompañó de timbales y una intensidad emocionante.

La Casa Azul estará en Barcelona el 31 de marzo y en Bilbao el 19 de mayo antes de iniciar su incursión en los grandes festivales del verano como el FIB, el Low Cost Festival, el Sonorama y el Contempopranea.