Bello, Rita, Goomo, Mina y Ongo son cinco amigos que viven en el planeta Jammbo, el lugar en el que nace toda la música del universo. A través de sus historias, niños de 4 a 6 años aprenden valores como el respeto o la amistad.
Se buscó un estilo musical que gustase a los niños, pero que tampoco les estallara en la cabeza a los padres Jelly Jamm, animada por españoles, es una apuesta arriesgada: se trata de la primera serie musical dirigida a los más pequeños. Pero había que intentarlo: "Si no, acabaríamos todos haciendo Barrio Sésamo, que es lo que funciona", explica Víctor López, uno de los creadores y coautor de Pocoyó.
El encargado de componer y tocar los temas ha sido Guille Milkywa, líder de La Casa Azul. "Se buscó un estilo musical que gustase a los niños, pero que tampoco les estallara en la cabeza a los padres", dice López.
Una serie de estas características tenía que competir en los mercados internacionales, donde el nivel de exigencia es muy alto. Así que se decidió que los guionistas, alguno con más de un Emmy a sus espaldas, fueran americanos. No obstante, todos los cambios de guion se aprueban desde España. Un proceso duro, pero gracias a las nuevas tecnologías, las distancias no son un problema. "Si no fuera por Skype nos arruinaríamos", comentan.
Entre los peculiares habitantes de Jammbo hay dos adultos: un rey y una reina. Inicialmente en la biblia -donde se recogen las características de los personajes-, ella era una mujer oronda. Luego se decidió cambiarlo.
Muñecos, DVD, juegos... lo más complicado es conseguir que una serie de animación se vuelva una marca con la que vender productos. "Hay que hacer los personajes icónicos, porque tendrán que salir al mercado del juguete y competir con Bob Esponja o Pocoyó", dice Víctor López, uno de los creadores de Jelly Jamm.