Interview to Guille Milkyway, "The quiet spanish pop revolution"
1) En España rige la idea de que el rock es rebelde y el pop conformista. Me gustaría saber si estás de acuerdo o no (y por qué motivos).
Esa idea tan completamente disparatada ha regido durante muchos años en este país y creo que seguirá rigiendo durante muchos más. Es una más de las miles de ideas preconcebidas. Es la decadencia total. El conformismo o el inconformismo no son ningún dogma. Me da la sensación de que cualquier individuo suele vivir una especie de lucha interior entre la acomodación y la rebeldía permanente. Lo de asociar estilos o formas musicales a planteamientos políticos o vitales concretos es una auténtica barbaridad. Dentro de la historia de la música existen millones de casos que podrían ubicar al rock dentro del espectro más reaccionario posible y al pop como la forma de expresión más inconformista. El problema no es el pop o el rock. El problema es que uno no haga lo que le salga de los huevos. En realidad, el gran problema es la hegemonía cultural (y filosófica, política, ambiental, alimenticia, vital,....) que incentiva este sistema perverso supuestamente libre y perfecto.
2) Julian Cope opina que si un historiador del futuro viniese a nuestra época y escuchase las listas de éxitos sería imposible que adivinase que vivimos en un mundo lleno de guerras, abusos económicos y desigualdad.
¿Estás de acuerdo?¿Intentas evitar esto de algún modo en tus letras?
jajaja, Julian Cope, siempre ahí.... Las listas de éxitos nunca han servido para nada más que para hacer más sencilla la gestión de los productos de las grandes transnacionales. El éxito es esa cosa tan extraña que tristemente sobrevive al abismo del sistema todopoderoso. Muchos músicos (y muchos activistas anti-sistema también, por supuesto) han considerado que lo ideal es aprovechar las herramientas clásicas de la sociedad espectacular para expresar su malestar. Así que la afirmación de Cope no siempre es válida, él mismo y sus frases mil veces han sido portada de rotativos más o menos masivos. Supongo que mucha gente recuerda el caso de Chumbawamba, denostados por una parte importante del movimiento anarquista. A mí me resulta graciosísimo ver cantar y bailar de forma indecorosa a una persona ultraconservadora en todas sus vertientes aquello de "I get knocked down", en un post-dinner festivo de ejecutivos ultraliberales.
Respecto a lo de las letras que comentas,... a mí toda la vida me ha parecido igual de natural hablar en una canción acerca de un enamoramiento repentino, de la decadencia post-moderna, de animalitos o de lo liberador que resulta la imagen de unos chicos haciendo surf en donostia. Todo es parte de lo mismo. No creo que el músico tenga ninguna responsabilidad respecto al sistema. Me resulta igual de respetable un grupo que solamente hable de amores de verano como postura escapista como otro que tenga como único tema vital la anti-globalización, por decir algo. En realidad, me gusta esa visión costumbrista de la conversación de bar. Cuando uno va al bar a tomarse una cerveza después de un día de trabajo, comparte con los conocidos del lugar tanto sus teorías acerca de la decadencia del sistema, como su última discusión de pareja, la putada que le han hecho a la frutería de al lado abriendo un Mercadona, lo bonita que está su hija, o lo surrealista que resulta en el año 2011 en la tele del bar estén dando una boda real, con sus princesas, sus carruajes, sus coronas,... Eso es el pop.
3) Ahora mismo podemos encontrar en nuestro país varios grupos pop con un discurso que cuestiona fuertemente el sistema (no necesariamente en todas las canciones). Me refiero por ejemplo a Tachenko, Maderita o el Grupo de Expertos de Solynieve (además de La Casa Azul, claro). ¿Te identificas de alguna manera con ellos? ¿Por qué?
Creo firmemente que el sistema hegemonizador actual nos lleva al caos. Y creo que describir la realidad desde esa óptica costumbrista de la que hablábamos, conlleva que uno inevitablemente tenga que hablar de la decadencia de este sistema. Sin embargo también hay grupos de pop en este país que tienen en sus letras un fuerte discurso pro-liberal, casi objetivista, también entremezclado con un fuerte costumbrismo popular. Eso también es el pop.
Jamás me identificaría con un tipo de discurso proselitista y dogmático. Y definitivamente, odio que alguien se presente como abanderado de lo que sea. Me interesan mucho las menciones a la desorientación ante el derrumbe del sistema.... También me suelen resultar irresistibles esa especie de cantos románticos incitando a la subversión popular. Es que yo soy muy sentimental...
4) Muchas veces te has declarado fan de The Housemartins. ¿Crees que ha desparecido en Inglaterra esa corriente del pop, como ellos y The Smiths, que no renunciaba a hacer crítica social? ¿Ves algún ejemplo de artista que haya cogido el relevo de alguna manera?
Recuerdo lo que me emocionaba de chiquitín cantar en mi acomodada habitación el "Walls come tumbling down" de los Style Council. Esa épica popular casi romántica de resistencia popular emocionaría hasta al más escéptico de los escépticos. Los Housemartins tienen eso del bar que te comentaba antes... No creo que eso haya desaparecido. En los 80, en Inglaterra, supongo que los excesos de la señora Tatcher ayudaron a que estuvieran muy en primer plano,.... pero vamos....., aunque la cosa sea más underground, como decíamos al principio, eso no quiere decir que no exista. La mayoría de seguidores a nivel mundial de los Housemartins ignoraban la mayoría de temáticas propuestas por el grupo en sus canciones. No creo que se trate tanto de encontrar grupos que hayan tomado el relevo. El discurso con contenido político en los grupos de pop, en Inglaterra en este caso, creo que siempre está presente. a veces será más explícito, otras veces menos, a veces más radical, otras veces más romántico o sentimental, pero está permanentemente presente en mucho grupos. Desde ciertos sectores se asume que si el discurso no llega, por lo menos, al tono de un Billy Bragg, entonces es que no es discurso político y es pop acomodado. Son ese tipo de clichés absurdos de los que hablábamos al principio. Yo veo chispas de discurso crítico con el sistema en millones de grupos británicos actuales. Desde Neil Hannon hasta Gruff Rhys, de Stuart Murdoch a Eddie Argos. Yo qué sé, esta semana estoy escuchando mucho discos tan dispares como el nuevo de Does it offend you, yeah y el de los Crookes y en ambos veo reflexiones críticas. Es que creo que es casi inevitable.
5) Parte de tu trabajo como compositor lo has dedicado a hacer música para programas infantiles como Yo Gabba Gabba! o Jelly Jamm. ¿Qué te preocupa más respecto al mensaje que pueden recibir los niños a través de tus canciones?
Ante todo entiendo que los niños tienen derecho a algo que, sorprendentemente, muchas veces se les suele negar desde el media, que es el entretenimieto, el arte, la creatividad. A veces parece que si las cosas no se "rellenan" de cierto alimento moralista o pedagógico, entonces ya no es adecuado para los niños. No me gusta la moralina pero tampoco me gusta la hiper-estimulación pedagógica. Un niño tiene derecho a disrfutar con calma y por sí solo de la experiencia emocional al escuchar una canción, o ver un baile, o un cuadro, o una escultura. Eso es súper enriquecedor ya de por sí. Hoy en día es complicadísimo meterse en el mass-media infantil con propuestas que escapen de pleno de estos "rellenos", y uno tiene que decidir si, aún así, entra o no entra. Como todo, para mí es un tema de límites. Jamás haría algo que negara el pensamiento crítico a un niño o que adoctrinara en algo. Sin embargo, no me niego a hacer menciones a cierto elementos básicos como contar, mostrar las ventajas de una alimentación equilibrada para el bienestar de uno, hablar de lo absurdo que es tener miedo o lo reconfortante que resulta conseguir algo en equipo.
Ya sé que quizás suena un poco antiguo, pero prefiero hacer una canción infantil que hable del amor universal a otra que hable de no portarse mal.
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