La Casa Azul

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17/02/2010

"Guille Milkyway wins a Goya award"

Guille Milkyway y el arte

Aunque mañana mismo (más bien esta noche) publicaré otro post dedicado a la primera parte de los mejores 20 cómics de 2009, no puedo evitar hacer una pequeña referencia al maravilloso momento que presencié en la, algo menos, pero tampoco mucho menos, insoportable gala de Los Goya. Fue el momento Guille, el momento en que se daba el goya a la mejor canción original a Yo también, del genio de La Casa Azul.

A mí este chico me tiene absolutamente maravillado: no sólo su música, su arte romántico, utópicamente bello y certero, sino él mismo: desde su corbata (si me dices dónde la conseguiste me agencio una) hasta su estilazo, pasando por su irremediable verdad, lo de Guille me parece que no se valora como se merece. Somos muchos los que reconocemos el arte sincero de Nacho Vegas, el de Fernando Alfaro, J M Oliver, el de J o el de muchos otros, ¿Y no es lo mismo o más lo que hace este chico de sensibilidad incomparable y honestidad máxima? El arte de los citados, de todos ellos y de otros muchos, lo es precisamente por realizarse con independencia y verdad, sin ninguna concesión a los demás más que el propio resultado: la maravillosa definición del mundo a través de los únicos ojos de los que uno dispone. Eso es el arte, la representación verdadera del mundo que, por personal, acaba por ser universal y válida para muchos. Y me parece que como artista hay pocos como Guille Milkiway, no sólo por bellezas infinitas como Cerca de shibuya o La Revolución Sexual ya conocidas de sobra en el circuito independiente, y que todas han sonado ya en QPH?, sino también por la maravillosa Yo también que se ha llevado el citado premio.

Pero es que él en sí mismo es un ejemplo de actitud artística: un hombre que, en uno de los sitios más artificiales que puede existir (la televisión ya lo es en general, y cualquier entrega de premios por el estilo lo es más en particular), se atreve a desnudarse una vez más, a dar gracias a sus padres por el respeto a su intimidad, a reconocer que unos amigos suyos "le salvaron la vida" (frase maravillosa y llena de significado que a veces no sabemos apreciar en todo su sentido), a declarar amor a sus fans y a decir públicamente que sólo entiende el arte bajo las premisas de "independencia y autosuficiencia", me parece tan excepcional e imprescindible en un mundo muchas veces vacuo y artificial que creo que hace grande a un galardón como el Goya.

A veces se ha acusado a la música de La Casa Azul de artificial. No han entendido nada. Gracias, Guille, por dedicarnos este premio a tus fans, que te amamos como eres y queremos más.

Fernando.