L. Castellanos /León
Alejandro Díez Garín. De León. Cuarenta y tantos. Músico. No puede estar parado. Lleva así toda la vida, entregado a su oficio y enredado en un sinfín de empresas creativas. “Soy un activista musical”, confiesa. Ha sido soporte fundamental de tres grupos emblemáticos en la historia de la música leonesa: Opera Prima, Los Flechazos y ahora Cooper. Ha organizado festivales (fue artífice y promotor del Purple Weekend), ha elaborado fanzines, ha dado vida a numerosos proyectos,ha hecho radio, escoleccionista… Y hace música. “Soy un músico que, por encima de todo, quiere divertir y no soltar su rollo”, indica. “Aspiro a que mi música llegue a todo el mundo, a la gente corriente y también a los másiniciados, yque la disfruten desde sus respectivas perspectivas”. Ese es el objetivo que siempre ha movilizado a Alex y que ahora, a punto de aparecer el nuevo disco de Cooper, ‘Mi universo’, se mantiene intacto.


“Cooper es un entretenimiento, un capricho”. Tras la espiral de vértigo y acciónquesupuso Los Flechazosen la vida de Alejandro, Cooper lo calmó todo y devino en un remanso donde dejar depositada tanta pasión por la música. Fue hace once años ya y el grupo ha acabado convirtiéndose en un referente de la música independiente española,anidado en la fidelidad que le profesan numerosos seguidores que devoran sus discos y searremolinan en sus conciertos. “Siempre he sido un músico de largo recorrido cuya supervivencia está menos comprometida que la de otros artistas sometidosa diferentes coyunturas o a las exigencias del mercado”.


‘Fonorama’, álbum que data de 2000, abrió el camino a Cooper y desde entonces el transcurrir del grupo leonés ha sido constante y regular, con permanentes apariciones en el mercado discográfico (ha publicado numerosos singles, un par de elepés más, ‘Retrovisor’ y ‘Aeropuerto,‘ e incluido algunos de sus temasen varios recopilatorios) y numerosas actuaciones por toda Europa, hasta desembocar en ‘Mi universo’, una grabación que ha consumado su materialización, tras dos años de preparativos, en los legendarios estudios Konk de Londres (un capricho de Ray Davies, de Los Kinks, en su barrio natal, Mushwell Hills, que ha sido cómplicede la creatividad de numerosos artistas y grupos, como The Artic Monkeys, The Stone Roses, Elastica, Suede, The Charlatans, The Bee Gees o Depeche Mode, entre otros) a comienzos del pasado mes de julio. “No quería hacer un disco hasta que no existiera un proyecto integral que realmente me ilusionara, hasta que no encontrara un productor adecuado y, por supuesto, hasta no gestionar una gira idónea”, insiste Alex.


Finalmente, Elefant Records, su sello, lo organizó todo de tal manera que ‘Mi universo’ con tal eficacia que ya está a punto de vivir sus primeros días de vida real, cuando el próximo martes arranque esa ‘gira virtual’ que permitirá conocer los diez temas que articulan la propuesta. José María Rosillo se ocupó finalmente de la producción del disco y codo concodo con Alejandro certificó un producto que, sin duda alguna, confirma la madurez que vive el músico leonés y la solvencia del engranaje que da impulso a Cooper. Rosillo es productor e ingeniero de sonido. Ha estado vinculado a grupos como DuncanDhu o Celtas Cortos, sonoriza habitualmente los directos de Amaral yen la escena independiente se le conoce por su trabajo con bandas como Sunday Drivers o su labor técnica en el Festival de Benicassim. “Ante todo somos amigos”. Es una frase que Alejandro no sólo la aplica a su productor sino también al resto de la banda: el guitarrista Mario Alvarez, “es mi hermano”, el bajista Dani Montero y el batería Nacho García, a los que hay que sumar a un ‘quinto elemento’, el músico, fotógrafo y creador videográfico leonésJuan Marigorta, que se trasladó también a Londres para elaborar un documental sobre todo el proceso degrabacióny completar un álbum fotográfico del mismo, si bien también, de manera excepcional, hizo su contribución al discocon unas líneas de teclados en el tema ‘Saltos de esquí’.


Hay mucho, todo, de Alejandro Díez en ‘Mi universo’. El título ya lo refleja. “En Los Flechazos había mucha acción, mucho movimiento; no obstante, Cooper es de otra forma, simplemente observa. Y esa actitud  se manifiesta en las primeras canciones del disco, no así en la última, ‘Carrousel’, donde vuelve a salir aquel espíritu de Los Flechazos”. En ‘Mi universo’, en la música de Cooper, se adivinan numerosas presencias: desde el pop clásico a la Nueva Ola o grupos anglosajoneso americanos de power pop. Alejandro ha sido siempre una esponja que ha ido absorbiendo de todo, que ha ido nutriendo su sensibilidad yasimilando un amplio bagaje musical. “Creo que este es el mismo disco de Cooper, pero mucho mejor”. Y en su concepción han subyacido de manera permanente dos referentes: los citados estudios Konk y la Fundación Vasarely, un empeño del padre del denominado arte óptico que se sitúa en la localidad francesa de Aix-en-Provence. “Ambos viven ahora mismo momentos de decadencia. Los estudios están a la venta y la Fundación no cuenta con el apoyo de la gente de allí. Son ejemplos de personas que, a través del arte, ha tratado de hacer agradable la vida a la gente y esta les ha dado la espalda”. Precisamente, en el edificio de la Fundación posó para la fotógrafa Mary Wilson (seudónimo trasel que se esconde su propia esposa, Cristina Gómez) para obtener las imágenes que aparecen en la portada del discoy están sirviendo para su promoción(algunas de ellasilustran este reportaje).


Las diez canciones de ‘Mi universo’ llevan la firma de Alejandro Díez. El es un tipo muy exigente, riguroso, disciplinado en su labor artística. “Me llevo el maillot de la regularidad. Las cosas salen cuando salen, siempre de una forma natural, sin forzarlas. Y así ha sido en el disco”.Y todas ellas guardan pequeñas historias que, escarbando en su sencillez, descubren un mundo deabundantesemociones. “Siempre he mantenido una relación de amor-odio con las letras. Pertenezco a una generaciónque escuchaba música en inglés sin entender el idioma y se dejaba envolver por las sensaciones que transmitía la melodía. No pretendo hacer poesía, pero reconozco que mis letras no son tan sencillas, sólo lo parecen. Sigo un poco el modelo de Vasarelly: sus propuestaseran fruto de un proceso de deconstrucción que culminaba en una expresión mínima sin perder en ningún momento su aspiración de llegar a todo el mundo. Yo simplemente intento hacer lo mismo”.

‘Mi universo’ esexcelente, es la suma de los muchos talentos que se citan en Alexy en la complicidad que establece de manera estrecha consus colaboradores. Algunos expertos lo consideran un paso adelante en la existencia de Cooper, recuperando la indiscutible y reconocible energía de Los Flechazos. “No cabe duda de que esel proyecto más ambicioso y personal de Cooper y es muy probableque suponga un salto cualitativo en la carrera del grupo. ¿Consecuencias? Sólo espero que no me complique demasiado la vida”.