"Los martes al Sol" [Sala El Sol, Madrid] acustic concert article
Íntimo, personal… y optimista
Kike del Toro
Cooper - 16 de febrero de 2010 – Sala El Sol - Madrid
¿Qué hacer ante un público al que resulta difícil sacar de casa un martes por la noche? Imaginación al poder. Reducir el espacio y cambiar el formato. El Sol se convierte en "El Minisol" y de 400 localidades el aforo se reduce a 150 plazas. Con esto, se garantiza un ambiente más íntimo y una asistencia satisfactoria. La idea es buena, aunque, como siempre, todo depende de si el artista que se sube al escenario es capaz de hacer algo especial para que todo salga adelante.
Anoche, Alejandro Díez, alma de Cooper, puso unas cartas sobre la mesa muy distintas a las de su directo habitual. Para empezar, fuera Nacho García a la batería y Daniel Montero al bajo –sólo por este concierto, entiéndase, que sólo fue hora y media y les echamos en falta-. Y sobre el escenario, dos guitarristas (Mario Álvarez y él mismo) y una pantalla que luce dieciséis proyecciones, una por canción, que ilustran visualmente unas composiciones especialmente desnudas, sustentadas únicamente con unas cuerdas de guitarra y dos voces.
¿Pros? El invento (que no es tan invento, no es el primer acústico que hace Cooper) nos deja ver a un Alejandro mucho más Beatle (se marcan el Ticket To Ride y suelta: "Hay muchos grupos que dicen que no se quieren parecer a los Beatles… nosotros sí") y mucho menos bit. ¿Contra? Uno: las limitaciones del formato hacen que sea fácil perder la atención en más de un momento, a pesar de que el conjunto del concierto no flaquea.
El alicantino residente en León se marcó hora y media de concierto en la que repasó buena parte de su repertorio más popular. Más tiempo del que esperábamos conociendo su gusto por los bolos breves. Pero nosotros lo agradecimos. Se le notaba a gusto encima del escenario. "No cambio lo que tengo ahora, prefiero escribir canciones peores y dejar el tema del desamor para otros", una se sus perlas más aplaudidas de anoche. Igual que la que presentaba Hyde Park, relatando brevemente la nochevieja que hace unos años pasó en Munich y que inspiró la letra.
En el sofá, que muchas veces abre su repertorio, queda bien en ese juego de voces entre Mario Álvarez y él. ¿Soy al único al que el principio de esta canción le remite por completo a Concorde –la mejor canción de la carrera de Amaral -? También suena Canción de viernes, que sólo un espectador de toda la sala la recibe como tal, a pesar de que el contexto no incite a bailar. El tema lo merece. O El círculo polar, que ya es un himno para sus seguidores y para muchos amantes del pop.
La situación y el buen ambiente bien justifican que hicieran alguna que otra versión cañón, como un tema de los Lemonheads. Eso sí, la mejor es la escalofriante revisión que hace de un tema de Elvis Costello. Y también la celebrada cover del Ráfagas, de Los Bólidos, con la que cierran el concierto.
Al "hombre que se parece a McCartney, pero quiere ser Paul Weller" le salió un buen bolo, de esos en los que la complicidad con el público sobrepasa que, por momentos, hayas sido más Álvaro Urquijo que Weller. Todo queda en casa.
Cooper [M?sica en 1000 direcciones]
picture: Archivo Elefant
Cooper [M?sica en 1000 direcciones]
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