Cooper

COOPER

Tengo claro mi ritmo y no quiero que me lo imponga nadie

Alejandro Díez el alma de Cooper y, antes, de Los Flechazos, acaba de pu-blicar su tercer álbum, ‘Aeropuerto’ (Elefant, 2009), donde reúne los singles publicados desde 2004 junto a cuatro canciones nuevas.

✖Ana Berrocal

No le pesan ni la herencia que dejaron Los Flechazos ni saber que es un modelo para los seguidores de la estética y el sonido mod en España. Disfruta haciendo canciones, a pequeñas dosis, y ofreciéndolas en directo.
Hace años decidió dedicarse al formato single y ahora ha llegado el momento de reunirlos en un solo disco. Explica sus motivos en una agradable charladesde su residencia en León.

¿Piensas en ‘Aeropuerto’ como un álbum o como una colección de singles?

Los discos largos en la carrera de Cooper son bastante más anecdóticos que los singles. Para una persona que se quiera acercar a la vida del grupo es más fácil entender cómo se van desarrollando las cosas single a single. Pero es inevitable tener que sacar elepés o discos largos porque el acceso a los medios es mucho mayor y el público también es diferente. El público más fiel te va si- guiendo disco a disco sin ningún problema pero en cambio los otros sí que necesitan cada cuatro años o así un pequeño toque de atención.

También les facilitas a tus seguidores que tengan todas tus canciones.

Sí, porque los singles se van vendiendo bien y se hacen tiradas cortas y cuando se agotan no se reeditan porque siempre está en mente la idea de hacer el recopilatorio.

¿Has notado que los discos largos te sirven para sumar seguidores?

Sí. Para eso y también para tener mayor presencia en los medios. Me imagino que este año será mucho más fácil tocar en festivales de verano que en años anteriores. Hay tantos grupos y hay tanta gente nueva sacando el álbum del año y que Cooper saca un single y piensan “no pasa nada, el año que viene”. En realidad los seguidores más fieles también me escriben y me dicen “a mí lo que me gustaría es volver a tener la sensación que tuve cuando me compré ‘Fonorama’ (2000), que no conocía ninguna canción y de repente me llegaron doce de un tirón”. Pero claro yo tengo el ritmo que tengo y no quiero que me lo imponga nadie más.

Más que publicar singles, ¿tu sistema ideal sería publicar discos cada cinco años?

Tampoco creo que tenga tanto bagaje como para publicar cada dos años un disco. No soy un escritor muy prolífico y soy bastante crítico con las canciones. Para encontrar doce canciones que me convencieran a lo mejor sería más difícil. Y es menos compromiso, igual que me gusta tocar en festivales y no ser cabeza de cartel y así parece que la gente que va a ver a otros grupos también se divierte contigo, es como más positivo.
Yo ya no quiero presiones y lo del disco entero también sería una especie de presión. La última tanda de los tres singles ha sido bien bonita, con las portadas parecidas, con una línea argumental por lo menos de las sensaciones que transmitían las canciones, creo que ha merecido la pena.

Además funcionaron bastante bien.

Sí, también es verdad. Al final como planteamiento comercial ha resultado que, sin que fuera algo que buscábamos nosotros, los reyes del single al final hemos sido nosotros. Cada vez que sacábamos un epé iba directo a los puestos altos de las listas. Era gratificante pero vamos a ver una cosa, si cuando no vendía muchos discos decía que eso no me importaba ahora que vengo tampoco me tiene que importar. Por lo menos sabes que hay gente que lo está esperando, que lo está buscando, que hace las canciones suyas.

Si éste es un disco de inflexión para Cooper, ¿qué dejas atrás?

Me cuesta a estas alturas dejar cosas atrás, siempre intentas seguir hacia adelante y buscar nuevos sonidos. No me gustaría ser recordado como un tío que siempre hacía la misma canción aunque reconozco que hay canciones que son primas hermanas unas de otras por el estilo o por el tipo de armonía, es mi manera de componer. Me cuesta dejar cosas atrás pero creo que desde la compañía logran subir tres peldaños de un solo paso a nivel de popularidad. A estas alturas soy bastante escéptico en ese sentido y estoy a gusto con el papel que me ha tocado jugar.