La Casa Azul
Entrevista
Guille Milkyway, La Casa Azul: "No sé escribir sobre otra cosa que no sea lo que siento"
El nuevo disco del grupo catalán explora en los sentimientos de su autor sin renunciar a su naturaleza súper-pop
28/11/2007
Guille Milkyway es el único habitante de La Casa Azul, una fantasía pop a todo color que acaba de entregar su tercer álbum. Productor, compositor y cantante, este joven barcelonés nos da todos los detalles sobre su nuevo trabajo.
Titular un álbum La Revolución Sexual en pleno siglo XXI es poco alentador, ¿no?
Sí, supongo que lo es, pero las cosas son como son. El título no está hecho con más afán que resumir la idea de la necesidad, de la liberación, presente en todo el disco. Aún así, creo que es obvio que la tercera revolución sexual no se llevó nunca a cabo. Al menos del todo.
Revoluciones
¿Qué otras revoluciones quedan pendientes?
¿En el mundo? Buf, cualquiera de las tres que en teoría se llevaron a cabo siguen siendo necesarias. Si me preguntas por algo más personal, creo que el afán por liberarse de ataduras y represiones en busca de un equilibrio fundamental es algo que no acaba en una vida.
Autorrealización
¿Qué has aprendido durante la gestación del disco?
Aunque suene a cliché, intento aprender de todo lo que hago, porque soy disciplinado, algo no muy bien visto en el mundo artístico. Emocionalmente, ha coincidido con el descubrimiento de que no tiene sentido refugiarse en uno mismo y esperar a que las cosas sucedan a tu alrededor. Es muy poco 'realizante'. Creo que he aprendido a soportarme un poquitín más.
Sin mirar atrás
En las letras del álbum, Deco y Mourinho conviven con Astrud Gilberto y Dusty Springfield. ¿Todo cabe en La Casa Azul?
Ya me gustaría. Musicalmente creo que podría caber casi todo, siempre que el núcleo melómano y decididamente costumbrista y popular permaneciera allí.
Empezar de nuevo, fortalecido y seguro de uno mismo, parece el tema central del disco. ¿Es así?
Sí.
Tomando distancias
¿Y que es un trabajo menos escapista?
Creo que sí, aunque sigue existiendo una idea escapista no negativa, asociada a la necesidad de tomar algo de distancia respecto al mundo que nos rodea si no queremos ser engullidos.
Se tiende a identificarte con los protagonistas de tus canciones. ¿Has tenido alguna situación comprometida por este motivo?
No, nunca, pero no sé explicar historias, ni hablar de los sentimientos ajenos. Ya me cuesta mucho verbalizar los míos. Creo que en ese sentido nunca voy a tener problemas con nadie, porque hablo sobre mí, y de eso yo suelo ser dueño.
Trabajo de encargo
Compusiste Amo a Laura para Happiness, otro grupo inventado para una exitosa campaña de marketing. ¿Qué fue lo mejor de aquello?
Hago de vez en cuando música para televisión y en contadas ocasiones para publicidad. Tengo muy claro que tienen que ser proyectos que me aporten algo y ésta estaba dentro de unos parámetros musicales que me gustaban: soft-pop, tarareable y popular. Aún así, creo que cualquier otra canción hubiera funcionado de forma parecida, así que no me siento ni partícipe ni responsable del supuesto éxito mediático de la campaña.
¿Y lo que menos te gustó?
Lo único que alguna vez me ha disgustado de todo este tema es la incomprensión que esto provocó en algunas personas.
También es tuyo el tema central de la serie Gominolas. ¿Has visto muchos juguetes rotos del indie-pop en estos años de trabajo?
No.
Solo ante el peligro
Trabajas solo. ¿Qué haces para no quemarte?
Es algo que no he conseguido solucionar del todo. Trabajar solo, en alguien que tiende a la neurosis como yo, no es una buena idea así de entrada. Pero me rodeo de mucha gente y creo que cada vez trabajo más en grupo.
Es importante evitar el aislacionismo creativo que, aunque la mayoría de veces resulte artificialmente gratificante y adictivo, al final conduce un poco hacia la infelicidad. Al menos eso creo y lo que la historia de la música nos demuestra.
¿No echas de menos la interacción que se produce en los grupos? ¿Crees que serías un buen líder?
No, no creo que lo fuera, y puede que sí la eche un poco de menos, pero tengo algún que otro proyecto en mente para paliar esta situación.
La perfección existe
¿Es posible la perfecta canción pop?
La Historia está plagada de ejemplos, pero como va a gusto del oyente, no tiene sentido hablar en términos absolutos. Se siguen haciendo preciosas y redondas canciones pop, por infinidad de artistas que seguramente nunca obtendrán un reconocimiento masivo ni mediático. Pero si todo va bien, eso cada vez importará menos.
Pon algún ejemplo de canción perfecta, por favor.
¡Buf, yo qué sé! Me cuesta muchísimo hacer listas de este tipo. Entre Bacharach-David, Nichols-Williams, Mann-Weil, Holland-Dozier-Holland, Boyce-Hart, Goffin-King, Greenwich-Barry, McCaulay-McCleod encontraríamos unas cuantas, supongo. Una canción pop emocionante, redonda y preciosa sería, por ejemplo, Make Your Own Kind of Music de Mama Cass.
Ninguna estrella
¿Has soñado alguna vez con ser una estrella del pop?
No.
¿Y te has sentido alguna vez como tal?
No.
La Casa Azul [Movistar]
foto: Archivo Elefant
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