La Casa Azul
Las revoluci?n sexual
La Casa Azul
Mercado Móstoles , 08/11/07, 17:11 h
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El grupo liderado por Guille Milkyway publica La revolución sexual, en el que demuestran por qué es la banda del pop español con las letras más pegadizas
Por: Iván Estarás
Puntuación: 9
En un mundo perfecto, La Casa Azul debería vender millones de discos, abarrotar estadios en al menos la mitad de los países del planeta y desterrar del ‘mainstream’ a bandas como Scissors Sisters, Mika o The Go! Team. Pero ni el mundo es perfecto ni la industria discográfica apuesta más allá de las típicas bandas de niñatos suburbiales británicos que nacieron al mismo tiempo que el reverendo del grunge Kurt Cobain pegaba sus últimos coletazos existenciales.
Y es que aunque su apellido artístico confunda, Guille Milkyway, nació en España y encima canta (¡oh, pecado mortal!) en el idioma de Cervantes. Y claro, eso le ha impedido disponer de millones de dólares para promocionarse y lograr que cualquier idiotez que declare se convierta automáticamente en portada de los más prestigiosos medios de comunicación mundiales.
Y si llegado a este punto, amigo lector, consideras un pasote por mi parte lo que acabo de decir, lo único que puedo alegar en mi defensa es que seguro que alguna vez has escuchado la música de La Casa Azul sin que te hayas percatado. Porque su pop clásico, desenfadado, mágico, inconfundible ha sido colocado en numerosos soportes audiovisuales. Pero además en países como Japón, México, Corea o Singapur, su música es muy popular.
Tras una larguísima espera para su legión de fans, por fin Guille Milkyway ha alumbrado su nuevo disco, titulado La revolución sexual. Trece temas que, principalmente, suponen un paso adelante en la evolución sonora. Las letras no pierden su enfoque pop pero suenan más energéticas, bailables y pegadizas que nunca, con indudables reminiscencias a ABBA, Pet Shop Boys o Pizzicato Five. Un buen día seguro que te descubres tarareando el primer single, titulado igual que el disco. Una canción que promete ser más famosa que la ‘canción de los silbiditos’ de los suecos Peter, Bjorn and John (¿a qué a estos tampoco les conocías mucho?).
En el camino hacia este nuevo discos, las canciones han mantenido su filosofía primordial de hablar del amor y el desamor, tanto de forma alegre (El momento más feliz) o desde la tristeza y la ansiedad (Chicos malos). Pero también hay más espacio para ironizar sobre otros aspectos de la vida como el consumismo (Prefiero no), la hipocondría (No más myolastán), la inseguridad (Mis nostálgias manías) o panegíricos a la cotidianeidad (El momento más feliz).
Todo ello arropado por una producción pop más sintética si cabe, con indudable aire retro-japonés, acabados de pop clásico y bien estructurado armónicamente que se funde a la perfección con las letras y unos estribillos realmente pegadizos. Pero lo que más claro ha quedado con La revolución sexual es uno de los secretos mejor gaurdados de la banda: los chicos del grupo no son humanos: ¡Son humanoides al más puro estilo Kraftwerk! Estos androides tocan, bailan y cantan igual de bien que siempre y otorgan el carácter futurista definitivo a uno de los grupos españoles contemporáneos más a tener en cuenta.
La Casa Azul [Los mercados]
foto: Archivo Elefant
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