La Casa Azul
Fantastic Plastic Mag [Es]: Con su actuación inminente en el FIB 2017, es el momento ideal para hablar con La Casa Azul y que Guille Milkyway nos lo explique todo sobre su nuevo disco [Entrevista]
Con su actuación inminente en el FIB 2017, es el momento ideal para hablar con La Casa Azul y que Guille Milkyway nos lo explique todo sobre su nuevo disco.
“Podría Ser Peor” nos puso la miel en los labios. Tal cual. Pero, a ver, ante semejante temazo, ¿cómo no íbamos a pensar todos que era inminente que La Casa Azul lanzara nuevo disco? Resulta, sin embargo, que esa canción que ya se ha convertido en un nuevo himno generacional (y, en serio, ¿cuántos himnos generacionales lleva ya a sus espaldas la pluma infalible de Guille Milkyway?) cayó entre nosotros en el mes de octubre del pasado año 2016. Y de eso hacen ya… Mirad, os digo una cosa: no quiero ponerme a contar los meses porque sé que me pondré triste recordando todas las veces que en este tiempo me he mordido las uñas fantaseando con la aparición de un nuevo disco de La Casa Azul.
Pero, venga, no voy a ponerme dramático. Y no voy a ponerme dramático porque, al fin y al cabo, y tras un silencio discográfico de más de seis años desde el ya icónico “La Polinesia Meridional” (Elefant, 2011), resulta que el proyecto de Guille Milkyway está a puntito de aterrizar en dos festivales de este verano: el FIB 2017 y elContempopránea 2017. ¿Qué significa esto? Pues lo inevitable: al saber que van a haber nuevas actuaciones, el pensamiento de “¡eso implica que ya tenemos nuevo disco!” regresa de forma insidiosa a nuestras cabezas.
Y no.
Bueno, sí.
Pero no.
Todo lo bueno en esta vida siempre es más complicado de lo que desearíamos.
Lo bueno en este caso es que la reactivación de La Casa Azul me ha ofrecido la posibilidad de charlar distendidamente con Guille Milkyway para saber exactamente qué está ocurriendo: ¿hay nuevo disco? Sí, y se titula “La Gran Esfera” (Elefant, 2017). ¿Lo vamos a poder escuchar pronto? Como diría Facebook, “it’s complicated“. Así que lo único que puedo hacer es animarte a que sigas leyendo, porque las palabras deMilkyway son la única forma que tenemos aquí y ahora para aliviar ligeramente el síndrome de abstinencia de La Casa Azul.
Ya hace algunos meses que se lanzó “Podría Ser Peor”… ¿Qué tal ha sido recibida la canción? Siempre intento mantenerme un poco ajeno a la reacción del exterior con las canciones, y con “Podría Ser Peor” he notado lo mismo de siempre. Primero la gente dice que “es lo de siempre“, luego la cosa es tibia y, al final, poco a poco va encontrando su lugar. Me acuerdo cuando lanzamos “La Revolución Sexual“, cuando leí tres o cuatro críticas que eran exactamente iguales: “mira, ha intentado igual que con “Superguay” y es más de lo mismo, pero no llega“. Pero luego va esa canción y se convierte en un hit. Así que tampoco me lo planteo mucho todo esto: estoy súper feliz, aunque soy consciente de que “Podría Ser Peor” es un poco más continuista que otras canciones del nuevo disco. Estoy feliz, primero, conceptualmente: he conseguido hablar de forma precisa de lo que quería hablar. Y, por otro lado, también a nivel musical: para mi, es un éxito a nivel de sonido, de arreglos y producción. Sueno como hace muchos años que quería sonar, con un rollo disco de baile más clásico.
Me parece curioso que digas que siempre encuentras la misma reacción… Supongo que eso en parte es culpa nuestra, de los periodistas. Al final, esto un trabajo y habrá a quien le caerá encima reseñar tu trabajo y lo hará desde la superficie, desde el “uno más”. Pero también hay periodistas que serán (somos) fans y que sí que perciban cambios aunque sea a un nivel más sutil, ¿no? Yo es que creo mucho en el matiz. La clave está ahí. Evidentemente, hay mucho de lo que hablar sobre algo nuevo cuando es radicalmente distinto a lo anterior. Es más fácil buscar lo diferente y el cambio de rumbo para hablar sobre ello. Cuando entramos en el matiz, sin embargo, resulta que el rollo técnico es algo que para el música tiene mucha importancia, es algo en lo que yo a lo mejor me he pasado un año perfilando a nivel de matiz, pero que al periodista a lo mejor le da igual. Sigo entendiendo que es un tema personal y tampoco es que espere que nadie tenga que apreciarlo. Y a veces incluso es sano: hace unos cinco meses, estaba pinchando en un sitio en Castellón y se me acercó una chica que me pidió que pusiera algo de La Casa Azul. Al final de la sesión puse “La Revolución Sexual“, y la chica se me acercó y me dijo “ah, qué guay, pero es que yo quería que pusieras la conocida“. Le respondí que esta era la conocida, y me dijo que no, que ella se refería a esa que dice “podría ser peor“. ¡Menudo buen rollo!
Esto prueba que es que no te puedes fiar nunca de lo que creas, porque hoy en día, con las redes sociales y nuestras burbujas personales, a lo mejor pensamos que una cosa es un éxito pero el de al lado piensa que no. Claro, claro. ¿Cuántas veces nos ha pasado ir al cine y que la peli te parezca un bodrio pero para el de al lado ha sido el momento de su vida? O al revés. Es la gracia… Lo de querer sentar cátedra sobre las cosas es algo malo en general. Por eso te digo que me fío mucho de mi a día de hoy en muchos niveles. Con “Podría Ser Peor“, por ejemplo, me pasa una cosa muy curiosa: la puedo escuchar, me gusta. Y esto no me suele ocurrir.
En una entrevista, dijiste que es una canción sobre el fin del amor, pero yo siempre me la tomé como ese punto de la vida en el que te levantas cada día pensando “Podría Ser Peor”… Lo jodido es que la letra tiene sentido en ambos casos, ¿no? ¡Claro! Todo tiene que ver. La canción habla de ese momento vital en el que de golpe parece que todo es una rutina y que ya no hay excitación por las cosas. Cuando se acaba lo chispeante en una pareja, pero también en la vida. Un momento de desidia vital. Todo va unido: cuando el amor en pareja empieza a decaer, suele coincidir con estos momentos vitales. Vamos, que no es una canción pesimista, pero tampoco te lleva a ningún sitio ni da solución a nada.
Resignación… Exacto, resignación. También es cierto que la escribí hace dos años. Hay muchas canciones del disco que están grabadas desde hace tres años. La canción que cierra el álbum, por ejemplo, le he cambiado la letra unas ochenta veces. Realmente, todo el disco respiraba mucho lo que “Podría Ser Peor” respira a nivel temático, pero ha ido evolucionando hacia algo un poco más optimista. También es cierto que, en estos tres o cuatro años, he ido saliendo un poco no del pozo, pero sí hacia la superficie. Supongo que tiene que ver con esta cosa de aceptar y no buscar cada día fuegos artificiales extraordinarios, porque tampoco hace falta.
Entonces, aunque sea a base de matices, veo ahí otro paso más de una evolución. Desde tus inicios de la fiesta post-adolescente, cada disco se ha ido acercando y aceptando cada vez más la vida adulta y todo lo que conlleva… Sí, es así. Siempre he intentado ser muy costumbrista en todo y, al final, me cuesta hablar de otra cosa que no sea yo y mi día a día. Mi gran obsesión siempre ha sido el equilibrio, y el secreto para encontrarlo está en esta evolución que dices.
Tu canción “La Vida Tranquila” (incluida en“La Polinesia Meridional”) no podría hablar más a las claras de lo que significa ser un adulto que se enfrenta a un presente que le llena… pero no. Y como decías en “Esta Noche Solo Cantan Para Mi”, “Así es mi vida hoy por hoy, casi casi lo mejor. Siempre es casi casi, pero nunca llega lo mejor”. Claro. Es eso totalmente: ¿cómo puede ser que, aparentemente, cuando encuentras la estabilidad, resulte que a nivel interior sigues con un nivel de ansiedad tan elevado? Hay que preguntarse de dónde sale este conflicto interno. Y la conclusión solo puede ser una: será que no sale de fuera, sino que sale de mi. De hecho, “La Vida Tranquila” acaba de forma muy poco adulta, sin querer aceptarlo, como si fueras un niño pequeño. “Podría Ser Peor“, sin embargo, es al revés: tiene un punto triste de observarlo todo como el fin de las cosas, pero a la vez aceptarlo. Y el nuevo disco en general tiene una evolución más optimista: se acaba con la canción “La Gran Esfera“, que es muy optimista. La idea es partir de este equilibrio que parece que he encontrado y proyectarlo hacia fuera con alegría.
Eso tiene mucho que ver con tu música en general, que es muy de espantar las penas y seguir adelante, ¿no? Sí, total. A ver, no se trata de autoayuda, pero sí de quitarse tonterías de encima. A veces, encontramos demasiado placer en la autoflagelación y en observarnos a nosotros mismo como un pobre ser.
La compulsión de repetición de Freud, vamos. Totalmente. Eso es un peligro, porque es adictivo y no te da paz interior. También es cierto que, en estos años, he sido padre. Ahora tengo dos niños y me he quitado mucha mierda de encima. Estoy un poco más viendo la vida pasar y, realmente, estoy con más equilibrio.
Entonces, ¿cuál será exactamente la gran temática de “Gran Esfera”? A ver, “La Gran Esfera” es un concepto muy simple. A mi me gustan mucho estas cosas muy sencillas, sin necesidad de buscar grandes metáforas. Prefiero buscar pequeñas imágenes que resuman más o menos la temática que quiero abordar desde una perspectiva muy costumbrista. En este disco quería hablar de la soledad existencial, y lo hago viéndome dentro de una gran esfera que es la que me protege del exterior pero a la vez la que te aísla y no te permite tomar contacto con la realidad y ser feliz. Todos tenemos nuestro refugio, pero a la vez ese refugio es el que no nos deja disfrutar. He vivido una época un poco convulsa, de mucho ruido, y me he recluido un poco. Pero entonces te das cuenta de que esa reclusión tampoco es la solución y que no puedes ser como Michael Jackson, creyendo que como el mundo no es para ti pues te construyes tu propio mundo. La gracia del mundo, de hecho, es que no lo has hecho tú. ¿Cómo buscar el equilibrio en ese mundo? ¿Te metes solo en la esfera? ¿La abres y compartes? ¿Construyes una más grande para que quepa más gente?
Joder, tampoco es una imagen tan sencilla como decías al principio. Sí que es sencilla, sí. Pero me gusta que haya un leit motif y darle vueltas. Que aparezca en varias canciones y que, en este caso, me sirva para ilustrar el pulso entre la soledad interior y el equilibrio con el mundo.
Pues me acabo de dar cuenta de que el preludio de todo esto ya estaba en el single de “Podría Ser Peor”, porque la portada eres tú dentro de una esfera. Sí, de hecho, a nivel gráfico y visual ya tenemos varios desarrollos e ideas, y todo esperaba con esa idea de esfera y del ser desvalido, una especie de embrión, sin ropa y en posición fetal. Todo lo visual va a girar alrededor de esto.
Antes de preguntarte por la forma del nuevo disco, por cómo suenan las canciones, deja que te pregunte una última cosa sobre el “fondo”… Suele decirse que lo interesante de La Casa Azul es que la forma luminosa se contrapone al fondo de las letras no tan luminosas. Pero, al final, a base de decirlo, lo hemos convertido en un cliché que no siempre tiene por qué ser real. ¿Te cansa a ti también este cliché? A ver, tiene parte de cierto, aunque no es algo que yo busque o quiera. En la historia de la música, siempre he tendido a que me gusten este tipo de cosas: me gusta mucho la música explosiva. Tengo un amigo que lo llama “alegría de vivir”. Esas canciones que escuchas y te hacen sentir bien, aunque luego estén hablando de lo que sea. Así que es cierto que tengo cierto afecto por este tipo de cosas… Pero cuando yo me pongo a hacer música, no es algo que busque especialmente. Siempre lo he concebido más como un defecto que como una virtud: parece ser que siempre acabo en ese punto, pero también es porque es lo que me gusta. Creo, sin embargo, que a veces se confunde la música alegre con la épica, con buscar el subidón y el punto álgido de la canción. Al fin y al cabo, La Casa Azul parte de un imaginario de mundo feliz, de escapismo puro y duro, de apostar por la parte más radical de crear un mundo a tu medida donde todo es alegre y colorido y donde no hay responsabilidades. Y, aunque hace mucho tiempo que no escribo letras despreocupadas y que lo visual tampoco es de esta forma, sigue habiendo parte de todo ello. Es algo que se quedará para siempre.
Será porque, al fin y al cabo, sigue siendo parte de ti. Sí, claro. Sigo pensando que el escapismo está mal visto. ¿Por qué una persona no puede optar por la vía escapista en determinados momentos de su vida? Se nos ha inculcado algo tan absurdo como que hay que aceptar el sufrimiento y la realidad. Pues, oye, depende, ¿no? Dependerá de cada cual. Habrá quien viva una vida súper feliz sin aceptar nada.
Centrándonos ya en lo puramente musical, ¿cómo sonará “La Gran Esfera”?Tampoco te podría decir, porque yo tengo muy claro cómo es, pero luego no cuadra con lo que otra gente dice que escucha. Mi universo está claro cuál es. Lo que yo intento hacer en cada disco es redondear cosas que ya he hecho. A nivel musical, “Podría Ser Peor” es una evolución de “Todas Tus Amigas“, “Todas Tus Amigas” es una evolución de “La Revolución Sexual“, “La Revolución Sexual” lo era de “Superguay“, “Superguay” lo era de “Cerca de Shibuya“… Voy afilando y afinando. Evidentemente, siempre hay cosas nuevas y más contemporáneas. Siempre escucho mucha música, y en los últimos años he escuchado mucha música que acaba de salir. Mi hija mayor tiene ocho años y me interesa mucho lo que escucha. Sí que hay una parte en la que entran sonoridad más contemporáneas, pero sigue estando lo de siempre: me gusta la música disco de los 70, me gusta lo que me gusta y eso está ahí. Creo que “La Gran Esfera” es un disco que no lo podría haber grabado hace ocho años: cuando lo escuches, sabrás que está grabado ahora.
Es que yo creo que eso es lo mejor cuando te gusta la música de un grupo, ¿no? Ir descubriéndole la evolución en los detalles pequeños. Es lo mismo que si un colega tuyo de toda la vida se presenta de repente con un cambio de look y resulta que se ha hecho gótico… Pues no te lo crees. Lo mismo pasa con la música: no te crees que alguien cambie de la noche a la mañana. Claro, esa es la clave para mi también. La esencia de los grupos es algo que vete tú a saber de dónde emana… Aunque a veces esos cambios de rumbos sí que te resultan creíbles porque existe esa esencia que sigue claramente ahí por mucho que el grupo cambie. Creo mucho en el poder de la canción melódica, por ejemplo, y si ahí está tu esencia y tu forma de construir canciones, tú ya le puedes vestir como quieras, que es difícil que no respire a ti. La forma de componer, la forma de meter las palabras, la forma de cantar e incluso la forma de meter arreglos, aunque estés haciéndolo buscando otro estilo, seguirá sonando a ti. Todo depende de cómo lo hagas. De lo que me he dado cuenta es que, incluso cuando intento hacer cosas distintas, acabo en un lugar que puede sonar distinto pero soy claramente yo.
Desde Elefant me han soplado que llevas un tiempo muy intenso de ensayos de cara a tu nueva gira. ¿Significa eso que estás preparando algo muy heavy? No, no. Pero piensa que no he tocado nada en cuatro años y pico. Al abrir mi camión, me lo encontré con el backline del último concierto de hace más de cuatro años. Pero ahora todo ha cambiado, me acompañarán nuevos músicos y tengo que replantear cada canción desde cero con la nueva formación. Es la ocasión que más hemos ensayado a nivel de grupo. Y, a la vez, hay que poner en marcha la nueva escenografía y, a nivel más técnico, también hay que preparar el nuevo sistema de sonido que llevamos de gira y que es totalmente distinto, lo que implica mucho prueba, mucho ensayo y mucha puesta a punto. Realmente, llevamos desde enero preparando todo el inicio de la nueva formación e incluso estuvimos varios días ensayando en una sala doce horas al día. A mi esto es algo que me cuesta: poner en marcha giras, plantearme los directos siempre es algo que me ha costado, y esta vez quería hacerlo de una manera más pulcra. La formación que llevamos es más estándar, pero sigue habiendo una parte visual igual de teatral. Al final sin embargo, sé que la gente percibirá lo mismo: que es La Casa Azul y que suena guay, pero que tampoco hay un gran cambio. Para mi, sin embargo, el gran cambio es que estoy con gente sobre el escenario y, joder, nos miramos, pasan cosas, nos podemos reír y, en general, yo estoy mucho más relajado y disfruto mucho más que nunca.
Ahora haréis varios festivales y de cara a otoño ya haréis una gira más extensa. ¿Significa esto que en los conciertos de los festivales ya tocaréis canciones del nuevo disco? Lo que haremos en festivales tiene toda la forma de lo nuevo pero con las canciones antiguas. Piensa que en festivales tienes menos tiempo de actuación, y tampoco se trata de meter muchas cosas nuevas. Tocaremos “Podría Ser Peor” y la canción que cierra el disco, “La Gran Esfera“, que es muy tranquilita y que también cerrará los conciertos. Poco a poco, la idea es ir introduciendo un mayor número de nuevas canciones. Pero es que me interesaba mucho hacer esta avanzadilla para rodar al grupo y probarnos que tenemos la estructura adecuada para la próxima gira con el disco. Así, una vez empiece la gira, este trabajo ya estará hecho y simplemente tendremos que centrarnos en afinar y dar forma a las canciones nuevas. La idea es esta: ahora hacer festivales y, después, a partir de noviembre o diciembre, empezar con “La Gran Esfera” y centrar los conciertos en el disco. [Más información en el Facebook de La Casa Azul] [La Casa Azul actuarán próximamente en el FIB 2017 y en el Contempopranea 2017]
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