La Casa Azul
Mondo Sonoro [Es]: Reseña concierto Festival Donostikluba [6-10-2012]
Donostikluba, variedad de estilos |
La sexta edición del San Miguel Donostikluba ha llenado durante tres noches la Sala Gazteszena del barrio de Egia y el sábado el Teatro Principal, diferente a otros años en la distribución de los días, esta vez han apostado por jueves, viernes y sábado, sin perder el carácter familiar del principio.
Tras la cancelación de Veronica Falls, el jueves los cabezas de cartel eran Fanfarlo. Los británicos querían hacernos olvidar su fría actuación en el Kutxa Kultur de hace un año. Abrieron la noche los hondarribiarras Naica. Esta vez ofrecieron canciones deliciosas en un ambiente íntimo, casi en penumbra, y creando atmósferas envolventes. En ciertos momentos recuerdan a La Buena Vida, pero sorprenden también cuando se acercan puntualmente al post punk. Quizás eso es lo que les hace especiales. Un grupo a tener en cuenta.
A continuación, llegó el turno de McEnroe, uno de los grupos de la escena indie nacional con gran cantidad de seguidores, sobre todo gracias a “Las orillas”. Con seis músicos en el escenario (tres guitarras, bajo, teclado y batería), ofrecieron sonidos elaborados, con canciones como “Las mareas” que se han convertido en himnos para mucha gente, creando atmósferas estruendosas. Pero el cabeza de cartel eraFanfarlo. Su actuación empezó titubeante, pero en cuanto los cinco miembros empezaron a darlo todo demostraron por qué son especiales. Y encima se les vio tan cómodos como si tocasen en el salón de su casa (una de las ventajas de la sala).
El viernes la variedad de estilos era evidente con Jero Romero, Tachenko, Pegasvs y los británicos The Wave Pictures. Comenzó con puntualidad Jero Romero, muy activo desde la disolución de The Sunday Drivers. Rodeado de cuatro músicos, entre ellos Charly Bautista (a quien hemos visto también junto a Russian Red), presentó su disco debut, consiguiendo que los temas no pierdan sino ganen en intensidad con respecto a lo ofrecido en estudio. Para muchos, el suyo fue el concierto de la noche con permiso de los londinenses The Wave Pictures. Los zaragozanos Tachenko se desenvolvieron con gran soltura sobre el escenario y no solo musicalmente. Se notaba que entre el público tenían a seguidores acérrimos. Con enorme actitud, su vocalista Sergio Vinadé lideró a un grupo que sonó francamente bien en temas como “Compañeros del metal” o “Tírame a un volcán”. Sergio Pérez García y Luciana Della Villa, Pegasvs, (en la foto) se posicionaron uno enfrente del otro para repasar canciones como “El final de la noche”, “La melodía del afilador” o la favorita “Atlántico”. Quizás faltó algo de potencia al sonido, pero Sergio demostró que “manipula los sonidos” a una velocidad increíble.
Pasada la media noche, The Wave Pictures, viejos conocidos de estas tierras, demostraron que son capaces de combinar emotividad y contundencia. Se centraron en su material más reciente, aunque sí sonó “I Love You Like A Madman”. Pero sin duda el momento de la noche fue cuando su batería, con un torrente de voz, se lanzó a cantar una balada sin micrófono. Por un momento reinó el silencio en la sala y puso los pelos de punta a más de uno. Gustaron mucho y fueron despedidos entre aplausos.
El fin de fiesta tenía un ritmo frenético con conciertos en el Teatro Principal en los que The Tallest Man Of Earth era el cabeza de cartel, para terminar en Gazteszena con Anaia Arrebak, Reina Republicana y La Casa Azul, que venía con un montaje espectacular para hacer las delicias de todos sus seguidores.
Durante toda la tarde ya se anunciaba en la red que el Teatro Principal agostaría el aforo, y así fue. Numeroso público joven y extranjero esperaba a las puertas para ver a Kristian Mattson, The Tallest Man Of Earth.
Comenzó Daniel Martin Moore acompañado por Joan Selley. El cantante de Kentucky desgranó al más estilo sureño temas clásicos estadounidenses. Muchas veces recordaron a Johnny Cash & June Carter gracias a deliciosas melodías que fueron aplaudidas por todos los presentes. Dando paso aHouse Of Wolves está el norteamericano Rey Villalobos, de ascendencia vasca. Presentaba “Fold In The Wind”, con una voz muy peculiar y con un destacable estilo propio.
Sobre las nueve y media apareció Kristian Mattson en el escenario con su camiseta negra y su pantalón negro. El patio de butacas soltó una gran ovación. The Tallest Man on Earth ejecuta un folk-rock puramente americano., aunque su origen sea Suecia. Con una pose tímida y agazapada nos deleito con canciones cantadas a viva voz, sin artificios, con guitarras eléctricas y otras acústicas, profundas melodías y baladas tocadas al piano. Destacó “King Of Spain", que sonó rotunda y que consiguió que todos nos estremeciésemos.
Con el aforo casi completo nos acercamos a Egia y llegamos para ver a Reina Republicana. Con un único disco, el quinteto de Pamplona ha cosechado excelentes críticas. Ofrecen canciones alegres y melodías pegadizas, pero no consiguieron evitar que algunos de los presentes se pasasen parte del concierto sin prestar demasiada atención. Ahora bien, consiguieron que su versión del “Qué nos va a pasar” de La Buena Vida fuese coreada por muchísima gente.
Como reclamo principal estaba Guille Milkyway, La Casa Azul, viejo conocido de la ciudad. Esta vez venía con un potente montaje audiovisual que arropó perfectamente temas como “Colisión inminente” (“Red Lights, Red Lights”) o “Chicle Cosmos” y otras piezas cuyas letras hemos tarareado hasta la saciedad. Guille hizo bailar a todo el mundo, convirtiendo la sala en una discoteca. Una apuesta ganadora, sin duda.
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