La Casa Azul
Crazy Minds [Es]: Entrevistando a La Casa Azul
Entrevista Crazyminds con… La Casa azul (parte 1)
El pasado diciembre La Casa Azul publicó su último disco, La Polinesia Meridional, convirtiéndose este en uno de los discos nacionales del año. Aprovechando que actuará en el Día de la Música 2012 el próximo día 22 de junio en Madrid hemos querido aprovechar para charlar un rato con Guille Milkywaysobre el disco, su evolución musical y especialmente sobre la pasión por la música y su particular manera de entenderla. Fue todo un placer poder compartir una conversación que se alargó más de la cuenta, y es que si te sientas a hablar con Guille de música, ¡puedes pasarte días! Os dejamos con una selección de lo mejor de la charla.
Crazyminds: Recuerdo que la primera vez que hablamos, hace casi 10 años en el Sweet Bar de Barcelona en el que habías ido a pinchar, había no más de 15 personas, hoy sin duda eso sería imposible de repetir, ¿Cómo recuerdas esa época?
Guille Milkyway: Bueno no te creas, según como plantees las cosas eso puede pasar pero supongo que lo dices en cuanto a que el grupo ha ganado en aceptación. Pero bueno yo todo esto lo he vivido de una manera muy muy natural. Hay una parte muy importante en todo esto y es que yo siempre intento tener muy presente que mi trabajo creativo no debe depender nunca de si le interesa a más o menos gente, porque esto tan pronto sube como baja y si uno tuviera que estar permanentemente modulando el tono según la cantidad de gente que hubiera sería una locura.
En cuanto a lo que te decía de depende es que bueno, posiblemente hoy podría suceder que yo volviera a pinchar en un local como Sweet bar en una sesión de tarde tranquila o estar all de residente una vez a la semana o cada dos y que al final la gente que estuviera allí no fuese mucha gente, a lo mejor mucha gente te viene a ver en directo o mucha gente escucha tus discos pero no a toda la gente le interesa una sesión de bossa-nova.
C: Esa misma noche recuerdo que me comentaste que habías vuelto de Japón y que era una pasada, que allí la gente se volvía loca con tu música, ¿cómo está funcionando por allí el
último disco?
G: Bueno la verdad es que no tengo ni idea porque como los discos nos funcionan en general… (risas). Antes era más fácil analizar estas cosas porque yo me acuerdo que igual un 20% de lo que vendíamos venía de Japón, Corea del Sur y Singapur. Pero hoy en día ese tipo de análisis no los puedes hacer porque apenas se venden discos. Lo que si que tengo claro es que para nosotros a nivel logístico es muy complicado trabajar en varios mercados a la vez porque somos un grupo pequeño, en un sello pequeño llevado por muy poca gente y se tienen que concentrar los esfuerzos en algún sitio. Me acuerdo que en algún momento con el sello tuvimos esta conversación y concluimos que no podíamos desarrollar al grupo en el mercado asiático. Y la verdad es que es una pena porque para mí…nose, es que parece que siempre se obvie lo pequeño, para mi ir a Japón y estar tocando en una sala con 500 personas es un impacto fuerte, pero posiblemente es una cosa muy pequeña. Y eso es lo mismo aquí, toda la vida ha parecido que todo lo que no sucede en el mainstream parece que no exista a veces, que sea muy underground y las cosas no son así, las cosas pequeñas también pasan. Y en Japón un poco la sensación fue esa, recuerdo que la primera vez que llegamos allí pinchábamos en una sala muy chiquitita, donde a lo mejor había solo 100 personas pero fue todo tan intenso, una explosión emocional tan fuerte que lo vivimos como el fin del mundo. Y para mi ese es el tipo de cosas que suelen ser muy reconfortantes, independientemente de que haya 20.000 personas o haya 20 la intensidad con la que se viven las cosas es lo que lo hace de verdad. Por ejemplo en esta gira hubo un concierto en Granada donde no fue mucha gente, a lo mejor éramos 300 personas pero fue uno de los conciertos en el que mejor me lo he pasado de toda la gira, fue súper intenso y eso es lo que a mi me hace feliz.
C: ¿Qué parte de tu mundo te gusta más la de la composición ya sea para televisión, anuncios o cine o bien el proyecto de La Casa Azul, y cuáles son sus ventajas e inconvenientes
G: Bueno son cosas muy diferentes, digamos que están las cosas por encargo y las que no y dentro de la de por encargo lo dividiría entre los encargos con un contenido artístico importante y los que no lo tienen y por lo tanto no tienen implicación emocional. Por este orden evidentemente los que prefiero son los que tienen más implicación personal no de encargo, luego los que son más o menos de encargo con implicación emocional y por último los encargos sin implicación emocional. Lo que pasa es que curiosamente de los que uno menos puede prescindir es de lo que no tienen mucha implicación, y uno tiene que ser muy cauto en esto y yo al menos hace algunos años hice como una especie de lista en una hoja de papel con lo que podía hacer y lo que no para poder vivir tranquilo, sin sentirme culpable. Yo es que creo que tengo una responsabilidad porque tengo la suerte de poder dedicarme a esto y entonces no sería justo ni éticamente aceptable si decidiera tirar todo eso por la borda haciendo solo cosas que no me implican ni emocional ni artísticamente. Pero a veces tienes que hacer lo otro, porque se necesita una fuente de ingresos y más hoy en día. Por eso muy importante tener un equilibrio, en mi caso intento no hacer más de dos trabajos al año que no me aporten mucho y no mi impliquen y dedicar el resto a lo que si que me implica.
Por otro lado la historia de la música esta llena de artistas que han hecho mucha música comercial y eso con el tiempo forma parte de la cultura pop aunque lo que inicialmente dispare eso no sea muy aceptable desde el punto de vista artístico lo cierto es que eso al final sobrevive al margen del motivo por el que se hizo, como por ejemplo a mi me encanta una canción de Roger Nichols y Paul Williams, We’ve only just begun que la cantaron los Carpenters y resulta que esa canción se hizo para un anuncio de una compañía de seguros y si realmente fuésemos muy puristas la canción no seria disfrutable, pero a mi me aporta y eso puede pasar con alguna canción que yo haga por encargo. Pero bueno, lo que está claro que en el mundo ideal posiblemente yo decidiría al 100% todo y ahora cosas que yo no acabo de decidir.
C: Hace unos años afirmabas que te costaba mucho pasar de los comentarios en los que llamaban ñoña a tu música, que estabas a la defensiva ante estas cosas y siempre tratabas de justificarte. En mi opinión, esto ya es parte del pasado, te has ganado el respeto del panorama nacional, ¿qué opinas tu?
G: La verdad es que no hago un análisis de si tengo más credibilidad ahora que antes, yo siempre he creído que la persistencia en la apuesta creativa de cada cual es lo que hará que uno sea creíble. Puede que ciertos clichés o expresiones artísticas de entrada no vayan a tener un apoyo a nivel de credibilidad y verse valoradas respecto a otras, pero la persistencia
sobretodo en el tiempo hace que al final en general se entienda que aquello es real y que nadie está intentando hacer un papel ni es un hype sino que simplemente uno hace lo que quiere hacer independientemente de la forma que a veces puede parecer poco creíble.
Aunque pese a que como te digo no hago mucho el análisis, la verdad es que si que percibo un poco de relax a la hora de esto pero sobretodo lo que he hecho es un trabajo muy personal
porque lo que no puede ser es que a mi todo me afecte porque si no es que uno no vive tranquilo. Yo soy súper consciente de que mi música puede irritar a mucha gente igual que a mi o a ti no nos gusta mucha otra y otra nos parecerá maravillosa porque la percepción de la expresión artística es íntimo e intransferible. Lo que si que es cierto es que antes era diferente, yo me tuve que aplicar mucha disciplina a la hora de empezar a entender que no podía estar justificándome por todo y de que las cosas no me podían afectar tanto entonces yo hace ya muchos años opté por no leer nada nunca más sobre mi en la medida de lo posible, ni leer ni escuchar. La decisión la tomé hace años cuando estuve a una especie de terapia porque soy una persona hipocondríaca y a pesar de que la hipocondría parece algo divertido pues hubo una época de mi vida en la que lo pasé muy mal y me afectaba en el día a día hasta el punto de que no me levantaba de la cama. Entonces estuve haciendo terapia debido a esto y recuerdo que la persona con la que estaba me decía que sobretodo no mirase nunca nada en internet sobre una enfermedad y en ese momento decidí que debía aplicar lo mismo en la música y desde entonces no he buscado nada acerca de mi en internet ni he leído nada en ninguna revista ya sea bueno o malo, porque lo bueno a veces puede tener un doble impacto puede ser una cosa muy amable y que luego te afecte por otro lado. Y la verdad es que me ha ido muy bien no escuchar lo que se pueda decir de lo que hago, y creo que es lo más natural.
C: Yo creo que todos tenemos un grupo que nos cambia, musicalmente hablando, en mi caso podemos decir que La Casa Azul fue este grupo y por eso mi blog personal se llama 3martinisyartepop, ¿Recuerdas tu cuál fue ese grupo que te cambió?
G: Uff! Es que hacer afirmaciones categóricas sobre esto tiene el peligro de que luego lo pienses mejor y digas: ¡ay ostras pero luego aquel otro también!
Yo recuerdo algunos momentos en mi vida, pero lo que si que es cierto es que hay un momento súper claro en mi vida que es cuando escuché a Pizzicato Five. Fue un momento en el que pareció que todo tenia sentido y entendí muchas cosas, el desprejuicio que yo escuchaba en la música de un grupo así me hacia empalizar tanto y conectar tanto que entendí que muchas de las ideas que estaban en mi cabeza podían tener sentido y me ayudo a desarrollarme de una manera muy natural en la heterodoxia porque veía que había grupos que lo hacían de una forma como muy bien hecha también y que por lo tanto las cosas no dependían de si son ortodoxas o no, sino que depende de como uno las hace y como las hace dándole sentido propio. De pequeño también recuerdo que me cambiaron mucho The Beatles pero ya te digo, el momento de Pizzicato Five coincidiendo con un momento bastante culminante de mi adolescencia fue como una luz que se enciende y no se apaga.
Entrevista Crazyminds con… La Casa Azul (y 2)
Después de hablar de la carrera profesional de Guille Milkyway y sus sensaciones durante estos años en la primera parte de esta entrevista, ahora toca entrar en su último disco, hablar de su presencia en el próximo Día de la Música y saber qué música escucha ahora. Un placer de entrevista.
Crazyminds: Hablemos un poco de tu último disco si quieres, La Polinesia Meridional. Éste ha sido seguramente tu disco más esperado y desde fuera nos da la impresión que ha sido el más cuidado de todos. Eso se ha traducido en una muy buena recepción de público y critica. ¿Ha sido este el disco que más trabajo te ha dado?
Guille Milkyway: –Piensa unos segundos– Creo que no porque, aunque han pasado cuatro años, no han sido cuatro años de dedicación al disco. Ha sido una dedicación similar o incluso menor al tiempo que le dediqué a La revolución Sexual. Lo que sí que es cierto es que he cambiado sensiblemente algunos procedimientos que a mi me han ido muy bien y me han ayudado a sentirme más feliz con lo que hacía y, por lo tanto, a estar más contento con el resultado final. Son, sobretodo, cambios en dos vías. Por un lado, en la parte musical: hasta este disco yo funcionaba creando capas de sonido, lo que pasa es que esta idea me atrae y me sigue atrayendo, pero eso a veces podía resultar un pelín aleatorio y uno perdía un poco el control sobre la situación y yo me daba cuenta que no llegaba al lugar donde quería haber llegado inicialmente y antes de empezar este disco cambie la metodología, pasando a tener muy clara la idea del resultado final de cada canción y permaneciendo muy fiel a esta idea, evitando en todo el proceso creativo la aleatoriedad, y eso me ha ido muy bien. La duda es que eso se pueda llegar a transmitir o no y pueda hacer mejores las canciones, pero la sensación que yo tengo es mucho mejor, me siento más realizado. Por otro lado, otra cosa que he cambiado es que no he sido tan espontáneo o complaciente con las letras a lo mejor. He querido pulirlas y he hecho cosas que no había hecho nunca como es borrar una letra entera y volver a empezar o darle muchas vueltas a las palabras para sentirme luego yo más identificado con éstas. Porque lo que me ha pasado muchas veces es que yo escribo cosas y luego las escucho y no me siento identificado y no me gusta escucharlo. Y eso me parece horrible porque para algo lo he hecho y no sentirse identificado con lo que uno escribe es una cosa difícil de aceptar. Entonces decidí que esto no podía ser y creo que me ha ido bien, he avanzado en este aspecto.
C: A mí personalmente, de este disco, Colisión inminente me parece una de las canciones más redondas que has hecho a lo largo de toda tu discografía. ¿Cuál crees que es la que mejor está funcionando de este último disco en base a lo que puedes estar viendo durante la gira?
G: Si, lo que pasa es que en directo no tiene por qué ser lo mismo que lo que una persona escucha en su casa. Una cosa es la escucha íntima del disco y la otra es la celebración más o menos colectiva de un concierto y más en el caso de un concierto de La Casa Azul, donde todo está planteado para evidenciar aún más esa celebración colectiva. Esto lleva a que en directo me haya llevado sorpresas agradables como que una canción como es Sucumbir funciona súper bien, mejor que otras que podía pensar de antemano que iban a funcionar mejor. Pero mira, lo que tú dices sí que es cierto. Colisión Inminente es una canción que cubre todo, es un tema que funciona muy bien en directo y es disfrutable en una escucha íntima también. En el fondo Colisión Inminente es una canción muy clásica, muy disco, con una sonoridad muy de los 70 y se basa mucho también en lo melódico y a mi me hace feliz que una canción así funcione porque quiere decir que no todo está perdido (risas).
C: Dentro de toda tu discografía, ¿cuál es tu canción favorita?
G: Bufff. No tengo ni idea… pero hoy por hoy hay una canción que no sé si es favorita, pero creo que es de las pocas que he hecho de la cual me sentiré identificado con el paso de los años y que si hoy en día la escucho en algún momento sin querer, estando en un lugar y suena, la escucharía sin problemas y es algo que no me pasa con la mayoría de mis canciones. Me pasa con el tema Terry, Peter y yo de mi último disco.
C: En tus canciones suele haber referencias a grupos y artistas que escapan de la cultura musical de la mayoría, ¿consideras que la música de anteriores épocas era mejor que la actual?
G: No, para nada. Digamos que a mi me gusta más cómo sonaban los discos en los 60 y 70 en general que como suenan algunos ahora, pero para nada. Creo que la música actual es igual de buena o mala que la que se hacía antes y cada época tiene su sonoridad y eso es un tema que evoluciona con el aspecto técnico de la grabación y luego un poco con el desarrollo de ciertas modas o corrientes estéticas musicales. Pero para nada haría esa afirmación porque no creo en ella.
Lo que comentabas acerca de esta especie de universo de a veces citar personajes de la historia de la música, nunca lo he hecho con la intención de evocar épocas pasadas o hacer gala de un conocimientounderground de la música. Simplemente, para mi eso es parte de mi día a día igual que lo es tomarme un café por la mañana, lo es escuchar un disco o leer la biografía de quien sea, porque es una pasión mía y a mi me cuesta menos describir las cosas relacionándolas con este tipo de cosas porque es mi día a día. De todas maneras, la posible empatía que uno puede sentir escuchando una canción donde se menciona a alguien que uno a lo mejor no conozca, no sale de la mención de ese personaje en concreto, sino que tu puedes sentir empatía porque alguien menciona algo así y tu posiblemente tienes otra cosa que te hace evocar las mismas sensaciones y yo igual que parto de la base de que mi forma de expresarme es costumbrista y mi lenguaje es sencillo eso tiene que incluir por obligación referencias a este tipo de cosas porque son las que conviven permanentemente en mi vida. Esto es como si alguien te habla de su pasión por lo que sea y tú te sientes identificado con eso porque, aunque no compartas su pasión, te hace evocar el mismo tipo de sensaciones.
C: Para ir acabando la entrevista, el próximo día 22 de junio actúas en Madrid en el Festival del Día de la Música junto a grupos como Two door cinema club, Mendetz, James Blake o Sr.Chinarro, entre otros. Viendo como está yendo la gira, tiene pinta que les harás bailar bastante. ¿Qué esperas de este concierto?
G: Bueno, yo de entrada te diré que este tipo de eventos me provocan un poco de pánico, sobretodo con la complicidad logística de esta gira porque la cosa en festivales se hace muy compleja de gestionar y es un estrés (risas). Además a mi me suele costar mucho estar seguro en este tipo de festivales en el que compartes cartel con gente aparentemente importante. Acaba pareciendo que tienes más responsabilidad, que estás como comparándote con este tipo de grupos y la verdad es que es de las pocas cosas que me sigue costando realizar con naturalidad, especialmente en casos como éste cuando en el cartel aparecen grupos grandes. Pero también la experiencia de otros festivales este año, como el SOS 4.8 de Murcia, me hace pensar que algo ha cambiado porque me lo pasé bien y a lo mejor he logrado superar esto.
C:Por último, nos gustaría mucho que nos dijeras que música es la que ahora te acompaña y que nos pudieras recomendar un artista en especial.
G: Bufff… Es que realmente me acompaña mucha música. Por ejemplo, hoy estaba escuchando….Déjame mirarlo porque soy muy despistado para estas cosas…Me gusta mucho el último disco de Plushgun, que es un tío americano que empezó haciendo música en su habitación y ha sacado un disco nuevo ahora que es súper chulo. Escuchaba el otro día también el disco de Cheers Elephant, que también me gusta mucho. Últimamente escucho mucho también lo último de The Candle Thieves, que me recuerdan un poco a Ben Folds Five, un grupo muy favorito mio. Y luego, cosas clásicas que no tienen nada que ver como Aldemaro Romero, un músico venezolano que he estado escuchando mucho estos días.
Y un disco para recomendarte, pues… (piensa) Hay un hombre que me encanta que se llama Bryan Scary. Hace discos súper chulos mezclando muchas cosas pero en especial el último, Buffy’s Elixir(Paper Garden Records, 2012). Éste es el típico disco de lo que hablamos un poco, en el que se mezclan muchas cosas, pero todo está muy bien hecho y se entremezcla muy bien. Y otro disco que me apasiona, ya se me olvidaba, es el último de The explorer’s club, que es así como muy “beachboyano” y es el típico disco en el que están todas las cosas que me apasionan.
C: Aprovechándonos de tu buen gusto, ¿qué libro nos recomendarías?
G: La verdad es que no leo mucho últimamente. Vamos, últimamente, desde que tengo hijos (risas). Pero te voy a recomendar un libro diferente, porque siempre parece que todo tengan que ser novelas y, ya que mi pasión es la música, te voy a recomendar uno aparentemente muy técnico pero muy interesante para todo aquel que quiera hacer música en su habitación que se llama Recording The Beatles, todo un clásico del género que hoy en día solo se puede comprar por internet. Para mi al menos es el libro de cabecera que me ha enseñado todo lo que sé de la parte técnica de la música.
C: Pues Guille, desgraciadamente para mi ya hemos acabado. Ha sido un verdadero placer volver a hablar contigo después de tanto tiempo y tener una conversación musical tan agradable.
G: Pues muchas gracias, de verdad, porque a veces parece que a uno le hagan una entrevista sin pararse a pensar las preguntas y cuando ocurre lo contrario, como ahora, es gratificante, así que el placer es mutuo.
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