La Casa Azul
Mondo Sonoro [Es]: Crónica concierto Nocturama [4-7-2012] Sevilla
La Casa Azul, como un fan
La rutina veraniega sevillana se perturba gracias a la propuesta del ciclo Nocturama. Anoche, Green Ufos y Obbio nos permitieron disfrutar del feliz espectáculo visual de La Casa Azul. Conocedor de que los pequeños detalles son los causantes de grandes momentos, Guille Milkyway escoltado por dos androides, abrió la noche de forma deslumbrante con "Los chicos hoy saltarán a la pista" (¡y vaya si saltamos!). Fuimos partícipes de un viaje virtual en el que recorrimos todo un huracán de sensaciones pop que ofreció ante los incansables tripulantes a los que sólo se les exigía la condición de anclar durante dos horas la tristeza y las ilusiones perdidas para bailar sin parar.
Ese camino tomó el pulso a "La Polinesia Meridional", en un contexto audiovisual diseñado para que el universo de La Casa Azul abriera sus puertas de par en par, sobrevolando melodías que se concatenaron con logradas coreografías a su vez sincronizadas con proyecciones calculadas al milímetro. Azucarado festival de adrenalina y felicidad, desgastamos nuestras suelas en una galaxia donde Guille lanzó armas de seducción masivas como "Qué se siente al ser joven", "La Fiesta Universal", "Sucumbir", y la triunfante "Colisión Inminente", que atrapó a quienes ya la sentimos como nuestro tema épico de su último disco. Garabatos irremplazables de su legado como "Cerca de Shibuya" siguieron invitándonos a desengrasar nuestros cuerpos con una puesta en escena y un sentido del espectáculo teatral optimista capaz de meterse al público más escéptico en el bolsillo. Especialmente ovacionado su repaso por "El momento más feliz", la pegadiza "Chicle cosmos", "Esta noche sólo cantan para mí", una de sus canciones insignia, o "Súperguay" -¿alguien puede controlar sus movimientos pélvicos con esta celebración colectiva?-, e incluso desprendió su vena más ochentera versionando el "Take on me" de A-HA.
Durante el show, digamos analógico, envolvió en un mismo track tres pildorazos como son "Hoy me has dicho hola por primera vez", "C´est Fini" y "Galletas", cuajadas en un puzzle de versos frescos y conmovedores. El bailable hit "La revolución sexual" puso el Monasterio patas arriba; imposible no sentirse agitado por todo un himno que ya suena inmortal. Abrió la veda nostálgica al teclado, ubicando el peso en las letras, fraguando "Yo también", "Por si alguna vez te vas", y uno de sus clásicos, "Como un fan", que finiquitó una noche de tralla, una fiesta sin prejuicios ni contención.
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