La Casa Azul
Musicas N [sp]: Entrevista “La Polinesia Meridional”
Entrevista a Guille Milkyway (La Casa Azul)
Era una mañana de domingo poco antes de Navidad. Hacía poco que había salido su último disco La Polinesia Meridional (Elefant, 2011) y yo por aquel entonces aún escribía para otro medio. Por suerte o por desgracia aquella entrevista nunca llegó a salir a la luz. Hoy rescato algunas joyas en este post y te adjunto el audio completo para que tú también conozcas un poco mejor, al único dueño y señor de La Casa Azul: Guille Milkyway.
Una charla imprescindible para entender mejor sus inquietudes, sus miedos, sus otros proyectos, sus pasiones, su forma de pensar y la forma en la que el disco finalmente salió a la luz después de cuatro años de silencio.
Nueve y media de la mañana. Guille conectado a Skype y respondiendo preguntas de un periodista madrugador. Parece que lo de sexo drogas y Rock & Roll ya no es un tópico tan típico en el mundo de la música. “Bueno, yo eso lo he asumido como un dogma adquirido en la historia de la música popular que nunca ha sido real. Quizá en alguna gente sí, pero desde luego que en mucha otra gente no”
El hielo está roto. El nerviosismo de empezar a entrevistar a uno de tus creadores favoritos desde hace casi diez años ya se han disipado. Llega el momento de meterse de lleno en ese cuarto disco, de hablar de la evolución del nuevo trabajo. “Yo nunca tengo muy claro eso de la evolución. Es muy difícil detectar para un artista donde están los cambios en un disco nuevo. Yo en general siempre he tenido la sensación de que uso las mismas cosas. Uso las mismas herramientas tanto musicales como a la hora de escribir. Quizá en este disco se ha exagerado un poco ese contrapunto entre el vestido luminosos y textos más oscuros. Pero es normal, pues al final la música para mí es una especie de terapia. Algo así como eso de cantar las penas que llevo ahí dentro.”
Ponerte el disco, empezar a sonar sonidos acelerados y flipar al descubrir que no para. Que no es hasta que llega el cuarto tema cuando la cosa se empieza un poco a relajar. “No ha sido intencionado,si te digo la verdad. Creo que ese sonido es algo intrínseco al grupo y quizá esta vez haya sido algo más. No sé,quizá sea porque yo tengo el ritmo cardiaco un poco más acelerado de lo normal. Quizá tengo algo que ver con eso, pero yo nunca soy consciente en un principio. Sólo me doy cuenta cuando la escucho al lado de otras canciones. Cuando la escucho a continuación de otras bandas”
No hace falta ser ningún estudioso para darse cuenta de que este disco también derrocha melancolía, aunque sea en versión de La Casa Azul. Quizá sea porque es cierto aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor… “En origen no fue un ejercicio de nostalgia, pues a mi es algo que no me resulta bonito. Quizá “Qué se siente al ser tan joven” tenga algún toque, pero no era mi intención. Es más el contrapunto entre lo devastador de las letras y las melodías tan melódicas. Pero yo no creo que cualquier tiempo pasado fue mejor.
La actitud ante la vida, los estados anímicos son un poco un sube y baja. Y hay que asumir unos ciertos altos y bajo. No me considero para nada una persona que viva siempre en el fondo del pozo, pero es cierto que de vez en cuando viene bien soltarlo. Es como cuando quedas con un amigo y le cuentas todas tus penas y te quedas mucho más relajado. A mí me pasa eso a la hora de hacer canciones. Me libera de ciertos miedos y temores. El aspecto costumbrista está muy trabajado en este disco. Un disco simple, llano, de mensajes directos. Por eso quizá todo suene más neutro y a la vez más crudo y emocional. Quería que cuando la gente escuchase este disco fuese como el café de cada mañana en el bar. Algo cercano y cotidiano.”
Por cierto, sorpresón y pedazo de placer el volver a poder a escuchar la voz de Silvia (Niza). ¿Te costó mucho convencerla para que volviese a cantar? No para nada. Lo que pasa que esta vez ella no sabía lo que iba a cantar y se lo encontró en el estudio, que era un poco mi intención.
Pues vaya susto se tuvo que llevar. Imagino que serían momentos de cierta tensión emocional/profesional… “Hombre, es una canción bastante exhibicionista. Y por eso llama tanto la atención el decir las cosas como son. Sincera y llanamente. Lo cierto que el escuchar una canción personal, cantado por sus propios protagonistas, puede rozar casi el exhibicionismo. En eso te doy la razón.
Hablando de Silvia (Niza), ¿volveremos a saber algo de ella en solitario? Sí, comparto contigo en que eso es algo que debería suceder. Silvia tiene una multitud de talentos varios que nunca han salido a la luz, al menos de forma profesional. Y creo que debería hacer un disco, porque estaría muy bien.
Hasta aquí, sólo los primeros 15 minutos de entrevista. A partir de aquí tres cuartos de hora de recuerdos, de los comienzos, del pensamiento único, de la postmodernidad. De cómo evolucionó la banda y se atrevió a empezar a hacer directos hasta llenar escenarios del FIB. Del apoyo incondicional de sus seguidores, del cierto talibanismo del Indie y la contrapuesta comprensión de sus fans.
De su capacidad para transmitir felicidad en las canciones, de la muerte de los ciborgs, de “Amo a Laura”, de como Eurovision le provoco estar ingresado con una neumonía. De cómo se hace una banda sonora y lo que supone recibir un Goya a la mejor canción para guardarlo en un armario cerrado. De los cientos de proyectos que rondan su mundo o de cómo el tener su propio estudio le salvo la vida. Incluso de qué opina sobre el entrenador del Real Madrid.
Te invito a que lo escuches enteros y me cuentes a ver lo que has descubierto o lo que más te ha gustado de Guille Milkyway y de La Casa Azul.
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