La Casa Azul

Los Chicos hoy han saltado a la pista

Evento: La Casa Azul - Mirror (Valencia)
Fecha: 02/03/2012

Las luces technicolor llenaron el escenario de Mirror haciéndonos bailar con la música de La Casa Azul en una explosión de sensaciones pop.

Empezar un concierto con semejante audiovisual debería ser delito. Guille te invita a entrar en su Polinesia Meridional poco a poco, creando sensaciones con imágenes que te transportan a su universo pop.

Desde la primera canción, te deja bien claro, Los chicos hoy saltarán a la pista, y eso hemos hecho todos, no parar de bailar tema tras tema, salvo cuando se sentaba al piano a tocar algún tema para que tuviéramos un respiro, nosotros y él porque sudar hemos sudado todos (nota a Mirror, para el próximo encender el aire acondicionado).

Como es costumbre en los conciertos de La Casa Azul, siempre hay alguna versión, esta vez la elegida ha sido Take on me, de A-Ha, con la que parte del público se ha emocionado.

El momento más feliz de la noche para muchos ha sido cuando ha hecho un repaso en forma de popurrí por los tiempos en los que La Casa Azul eran unos chicos dibujados y ha pasado a cuando eran de carne y hueso, tocando temas casi olvidados en sus conciertos como Hoy me has dicho hola por primera vez o C’est fini devolviéndonos al pop de piruleta de los comienzos.

Ha estado infinitamente más conversador que nunca, todos sabemos que Guille es una persona muy tímida, a la que la interacción con el público sobre el escenario se le hace complicada, pero hoy estaba suelto, tranquilo, relajado… ¿será que ahora no está solo, que le acompañan dos músicos más?

Tras la primera parte del concierto ha decidido echar el resto y encadenar Chicos malos con Europa superstar y así hasta llevarnos al éxtasis, que el propio Guille ha alcanzado cuando al volver a salir, tras tocar La revolución sexual , canción con la que la sala se ha venido abajo definitivamente, ha empezado a tocar Como un fan al piano, de manera pausada, pero dejándose llevar por la emoción a comenzado a aporrearlo hasta el punto que lo ha roto, el público a aplaudido su efusividad y él ha cogido tranquilamente su keytar para terminar la canción y el concierto.

Ver a Guille sonreír es difícil, pero hoy en Valencia se le ha visto disfrutar sobre el escenario y no solo sonreír sino reír, y su público encantado con su música y con su puesta en escena.