Yearning, atractivos

The Yearning: banquetazo musical

-Su primer álbum confirma expectativas.

La banda The Yearning llevaba algunos años mostrando con cuentagotas su  atractivo a través de singles y minielepés. Era como un amago, un preámbulo sin pasar a mayores o un aperitivo sin menú después. Pero, por fin, ha llegado el banquetazo. Un álbum, “Dreamboat and Lemonade”,  cargado de canciones que narran momentos pasionales, sutiles, dulces, amargos, singulares.

Desde el punto de vista musical, el ágape contempla bandejas con arreglos melodiosos, que trasladan a la ensoñación y a los años cincuenta y sesenta. En lo que se refiere a las letras, unas se sirven en platos calientes, donde el amor resplandece y otras en recipientes fríos rebosantes de amargor. De hecho, la canción que da título a la primera parte (cara A en el vinilo), se titula “Dreamboat” o “chico atractivo” en argot de los 50. La que abre la segunda parte se llama “Lemonade”, ¿Vale?

“Dance With Me” y “Chasing Shadows” recuerdan al pop amoroso y ultraligero de Sandy Posey; “If I Can´t Have You”, es como si resucitaran las Ronettes; “Never Learn To Cry es una lectura enamorada de esta maravilla de Françoise Hardy; “Lemonade” remite al mejor Phil Spector , “Marry Me In The Morning” a las bandas sonoras de los spaguetti-western y “Dreamboat” es doo wop excelso. Como lo es todo el disco.

Sello: Elefant. Precio: 16. Influencias: Dusty Springfield, Beach Boys, Françoise Hardy.