Un Marino En La Orilla [Es]: epistola ad natatores I
epistola ad natatores
Después de proponer a Sagrado Corazón de Jesús una entrevista para el marino, a raíz del fantástico 10" que acaba de publicar en Elefant Records, él mismo nos propuso hacerlo de manera epistolar. Cada uno de los ex nadadores (Manolo, Nacho y yo mismo) le mandaría una carta a Jesús, y él nos respondería a cada una de ellas. La de hoy es la misiva que Manolo le envió la semana pasada. Jesús le contestó al día siguiente... Lo que ilustra las cartas a los nadadores es otra maravillosa ilustración de Amaya, y estamos muy contentos de poder contar con ella de nuevo. Muchísimas gracias a (Sagrado Corazón de) Jesús por prestarse a jugar con nosotros, por seguirnos la corriente.
Sevilla, 6 de Abril de 2015
La Etapa Imperial.
Jesús, no sé si tú estuviste allí en el 89 o te toca mentir como a los demás. Yo recuerdo mi cinta pirata del Actually, con la portada fotocopiada (a color, eso sí) y la etiqueta de papel pegada sobre la cinta en lugar de los nombres de las canciones de cada cara pintadas como en las originales. Recuerdo las miles de veces que escuché Rent en mi habitación a oscuras hasta aprenderme la letra de la canción. Y recuerdo tenerla en la estantería, siempre al lado de las de please y disco. Sin embargo, creo que no llegué a comprarme Introspective, al igual que después tampoco compré Ai-Dalai, el cd de mi grupo favorito desde que con 10 años escuché por primera vez Hoy no me puedo levantar.
Eran años complicados, empecé a escuchar a los Smiths, a Mano Negra, a Surfin' Bichos, a los Pixies... y todo eso chocaba en mi cerebro confundido con mi pasado de 40 principales. Nada de lo que me gustaba antes debía escapar de la hoguera. Y así fue durante algunos años, dos, tres, cuatro.
Igual eso era la etapa imperial. Ese momento en el que un grupo, en lo más alto, deja de ser interesante por la inercia de las modas, por los designios de la modernidad. Pero, por suerte, uno no puede engañarse eternamente y, al final, los instintos salen a flote y Behaviour (o Very, o Bilingual, no recuerdo bien) situó de nuevo a cada cual en su sitio y ya ni Release fue capaz de quitármelos de ese podio del que nunca debió bajar.
Por eso esta canción es tan importante (y digo importante donde debería decir importante para mí), porque cuenta algo que yo puedo llevarlo a mi vida, a un momento concreto de mi vida que, pienso, marcó mi devenir como fan de la música. Bueno, por eso y porque es un hitazo, que te quede claro.
Logroño, 7 de abril de 2015
En el 89 yo estaba en Mecano también, pensaba que Alaska ya no sacaba discos y, lo peor que me ha pasado en mi vida: ¡creía que no había música española chula! Imaginaos haber descubierto a Aventuras de Kirlian entonces... Pero no. Mi prima Raquel me prestaba cassettes y recuerdo su Actually con portada fotocopiada (en blanco y negro), poniéndolo con devoción a pesar de ser pirata total (eh, claro, que en los 80 no había pirateo, ¡ja!). Y ella era muy de SAW, aunque ahora seguro que lo recuerda con espanto; había una canción que me flipaba, "Don't Worry" de Kim Appleby, que sin ser de SAW tenía todos los gimmicks de la época. Pasé enseguida a Plásticos y Decibelios, mire usted. ¡Y me hizo buena labor!
Ya en el 94 o así, antes de irme de casa a estudiar, recuerdo quedar con mi amiga Carlota, Me dijo que había quedado con un chico que había conocido en un curso de flauta, al que le gustaba también la islandesa rara esa. El chaval, que no he vuelto a ver, se llamaba Jordi Gendra, y escribía en un fanzine, Disco 2000. Me dio uno y comencé a comprarlo cuando se hizo revista. ¡Creo que solo había comprado la Rockdelux cuando salieron Björk y Suede en la portada! En Disco 2000 reseñaban maxis de Los Sencillos. Lo primero que compré de Le Mans fue Zerbina, y supe que Fangoria habían sacado un single, "Dios odia a los cobardes", gracias a esta revista. A comprarlo. Aunque el año cero diría que fue el 97. Reseñaron Lujo y Miseria y hablaban de "Hidroboy" como "el himno eurogay del verano". Había otros mundos y empezaba a conocerlos.
Yo siempre he sido de buen conformar, y entre mi falta de criterio y mis gustos acumulativos, un disco de un grupo que me gusta suelo disfrutarlo per se. "Etapa Imperial" es la misma historia que "Lugares Comunes", solo que vistas desde la perspectiva del artista y del fan respectivamente. Tienes razón en lo de que hay veces que las pasiones entran en conflicto. Pero no tanto por la modernidad, como por la autocensura en mi caso. ¿Cómo se pueden llevar bien una persona que compra a Lagartija Nick y otra que colecciona maxis de Madonna, cuando las dos viven en el mismo cuerpo? Lo fundamental (siempre para mí) es abandonar el concepto de "guilty pleasure", dejarlo en "pleasure" sin más y darle una patada a la ironía, que ya nos vale. "Coleccionabas discos de Elvis y los Pet Shop Boys", decía Miqui Puig.
"Etapa Imperial" es vieja, del 2012. La primera canción que hice. La iba a haber cantado una amiga antes de que existiese Sagrado Corazón de Jesús, pero hay momentos de asintonía en el que, por mucho que a mí me hubiese vuelto loco que la cantase, ella no acababa de decir "¡vamos a hacerlo", y yo soy muy tontorrón y me da miedo ser pesado. Así que estaba flotando por ahí. Es la favorita de Sigue Sigue Pop, y me consta que a ti, Manolo, te habría gustado una versión 12" a lo "Left To My Own Devices". Todo se andará.
Besitos, Jesús