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20/10/2014

ABC [Es]: Oviformia «debuta» después de treinta años



 

JESÚS LILLO / MADRID Día 20/10/2014 - 10.48h

 

Pionera del tecno-pop español, la banda presenta un álbum compuesto de maquetas y cintas grabadas en directo

 

Oviformia «debuta» después de treinta años

 

ABC Oviformia, en una imagen de 1981

 

De aperitivo y para compartir, media ración de tópicos. A Clara Morán se referían en las revistas de la época como «la hija rockera del ministro de Asuntos Exteriores». Pero Clara no era rockera, ni su grupo se llamaba Ovifornia, como de oídas llegó a publicar un fanzine de aquel entonces. La «sobrina rebelde de presidente Calvo Sotelo», como también era identificada por la prensa rosa de los primeros ochenta, posaba en ABC ante un teclado Korg y se quejaba de que a su banda la comparasen incluso con Obús, «que ya son ganas», apuntillaba. Había muchos equívocos y desinformación alrededor de Oviformia SCI, quizá porque nunca llegaron a grabar un disco, precisamente en una época que, entre otras cosas, demostró al público que cualquiera podía ser artista, por las buenas o por las malas. Era la primera vez que pasaba.

«Estamos por el orden, contra todo lo cutre, lo vulgar y desordenado», decía la portavoz de Oviformia en una entrevista que desde la hemeroteca de ABC refleja el fugaz paso por la Nueva Ola española de un grupo que, mutatis mutandis, limando asperezas sintéticas y transformado en Heroica, al menos tuvo la oportunidad de dejar rastro discográfico a mediados de aquella década más o menos prodigiosa. Oviformia tenía el pasado acumulado por sus miembros, muy bien educados en lo musical y con estudios en el extranjero, y un futuro que, a través de múltiples proyectos, comenzó hace ya más dos décadas, se prolonga de manera intermitente casi hasta la actualidad y adorna algunas de las mejores páginas del currículum de Fangoria. En Oviformia, sin embargo, faltaba un presente que nunca dejó huelladocumental para el gran público. La edición de «Hablamos de nosotros» (Elefant Records) pone fin a treinta años, si no de silencio, de ausencia de eco.

Páramos y fantasmas

 

El lanzamiento de «Hablamos de nosotros» coincide en el tiempo con otra operación de arqueología pop, la que protagonizan Aksak Maboul y Veronique Vincent, cuyo «Ex-Futur Album» (Crammed Discs), una rara pieza de la experimentación belga, también ligada a los ensayos electrónicos de comienzos de los años ochenta, sale al mercado más de treinta años después de ser concebido y casi terminado. A través degrabaciones traspapeladas, Oviformia regresa a un pasado que nunca existió, pero que muchos recuerdan y a veces exageran.

Los apetitos culturales de los medios, cegados por el fenómeno de una Movida que entonces era prometedora, llevó a Oviformia a deambular por platós televisivos, estudios de radio y redacciones. También actuaron en el Rock-Ola. Su primer disco, seguramente el último de su carrera, aparece ahora, justo cuando el desinterés por el pop alternativo ha tocado techo en los medios generalistas. En febrero de 1983, ABC publicó en su sección de Cartas al Director una «Aclaración del grupo Oviformia» firmada por Paco Iriarte y de carácter político-electoral. Hoy hay poco que aclarar sobre unas bandas experimentales que ni siquiera existen para el gran público. En ese páramo debuta, doble paradoja para una banda fantasmal, Oviformia SIC.

Sin filtros

 

El estado y la calidad de las grabaciones recuperadas por el sello Elefant para su colección «Recuerdos que olvidé» no solo resultan aceptables, sino que permiten escuchar el sonido original de Oviformia sin la contaminación que a través de producciones delirantes y pasadas de rosca desvirtuó y homogeneizó la obra de muchas bandas de su tiempo, en mayor medida las que cogieron el camino de la electrónica, entoncestecno-pop, para expresarse. Incluso las cintas correspondientes a una actuación en la sala Amadis -sede de la Movida oficial, festejo oportunamente nacionalizado y proyectado como punta de lanza de la marca España, centrada en las variedades- tienen nitidez. Generoso y ordenado, el disco añade alguna rareza, valga la redundancia, como una versión de «Mi teletipo» interpretada por niños. El discurso pop de Oviformia era exquisito y relamido, pero su sonido, sin retocar, es brutalista. A secas, sintetizadores y cajas de ritmo componen la melodía de unas canciones cuyo primer valor es su pureza.

Tenía razón Clara Morán cuando decía en ABC que Oviformia no tenía nada que ver con Obús; ni siquiera con Azul y Negro, que era lo que pitaba entonces en el subgénero. Oviformia ensayaba en un ático delbarrio de Chamartín y estaban muy por encima de las posibilidades, las vivencias y la semántica habituales en el rock de extrarradio. No fueron ellos, sin embargo, los únicos que en la Nueva Ola hicieron del escapismo y la evasión los principios fundacionales y argumentales de su obra. Era lo que se llevaba. Había bastante competencia, pero Oviformia alcanzó una de las cimas del postureo ochentero con sus letras.

Ecos de sociedad

 

Construcciones como «Flashes en mis ojos, palabras en mis labios», «Personas, avenidas, museos, galerías en la noche», «Observa los robots de Tokio, cómo se mueven y bailan», «Lipstick en tus labios han manchado tu vestido», «No hay segundas intenciones en mis ojos», «Viajo en ascensor, pulso tu número, me miro al espejo» o «Conéctame, desconéctame» reflejan el mundo virtual que, en consonancia con la música sintética que utilizaba como soporte, proponía Oviformia. La edad del pavo como una de las bellas artes.

Frente a las «Maneras de vivir» de Leño, en la misma ciudad, el mismo año, Oviformia se amaneran. Sin necesidad de una compañía que les financie una producción decente o una sesión fotográfica a la altura de las circunstancias ambientales y promocionales de los primeros ochenta, Oviformia se las apaña para ofrecer, sin filtros musicales o plásticos, casi como un acto reflejo, la manifestación directa de su inquietud creativa. «Hablamos de nosotros» es, por estas y otras razones, un tesoro documental, un pedazo de la historia del pop español cuya crudeza, lacada y maquillada a la moda, lo convierte en una crónica de sociedad contada, de primera mano, de la mejor manera posible. Los miembros de Oviformia hablan de ellos mismos.


 


 

 

 

 

 

 

 

 

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