Interrumpimos el lanzamiento de los tres EPs de La Bien Querida para pedirle que nos ofrezca cinco motivos para sobrevivir hasta el mes de febrero.
La Bien Querida está justo en el meridiano central de una aventura que, desde fuera, desde la barrera, se intuye apasionante… Y no lo decimos sólo para ella, sino sobre todo para nosotros. Por si resulta que (sorprendentemente) no sabes de qué te estamos hablando, hagamos un parón para explicártelo antes de continuar: el nuevo disco de La Bien Querida, que se titulará “Premeditación, Nocturnidad y Alevosía” (Elefant, 2015) se lanzará el próximo 6 de marzo. Hasta entonces, sin embargo, ese mismo disco se habrá ido lanzando de forma fragmentada en tres EPs cuyos lanzamientos se separan cada uno por tres meses: el primero, “Premeditación” (Elefant, 2014) se publicó en octubre; el segundo, “Nocturnidad” (Elefant, 2015) acaba de ponerse a la venta; y el tercero, “Alevosía“, saldrá a la calle de forma simultánea al disco.
Para acabar de convertir esta aventura en algo más colosal todavía, las portadas de los tres EPs formarán un retablo pictórico salido de la propia mano de Ana Fernández-Villaverde: un paisaje de exuberancia boscosidad de tonos verdes y azulados que no hay duda de que va a convertirse en un objeto de coleccionista muy pero que muy buscado. Hasta aquí la información objetiva, pero permitid que añadamos un apunte subjetivo: en los tiempos que corren, cuando Spotify e Internet han impreso un cambio radical en la forma en la que la gente escucha la música y cuando el formato LP está cediendo en imporancia ante una práctica mucho más especular (de ahí el triunfo del EP o del salto continuo de canción en canción en plataformas como la mencionada Spotify o Deezer), este lanzamiento fraccionado y convertido en puro evento nos parece el juego más interesante e inteligente que hemos visto en los últimos años en una escena patria demasiado tendente a la indulgencia y al no buscar nuevos caminos. Hemos dicho.
Por todo esto, porque para nosotros el lanzamiento de estos EPs y el posterior LP es una cosa que nos está dando motivos para mirar hacia adelante (¡hacia marzo!) con una ilusión inusitada en el mes de enero, le hemos preguntado a La Bien Querida cuáles son los cinco motivos que ella ofrece a nuestros lectores para sobrevivir hasta febrero (y más allá). Las respuestas, como suele ocurrir con Fernández-Villaverde, te van a desarmar…
1. Comerte unas lentejas caseras. Yo las hago así: Pongo a hervir puerro, calabaza y una zanahoria con un cubito de Starlux. Cuando estén blanditas, las quito del fuego y las paso con el minipimer sin quitar el agua. Entonces echo las lentejas al caldo de verduras resultante y las pongo a fuego lento. Hay que ir mirando que no se evapore el agua y, si es necesario, añadir más agua. Yo las hago a ojo y no sé de tiempos, pero unos doce minutos antes de que se hagan las lentejas hay que echar las patatas para que se cuezan con las legumbres si se quieren. Recomiendo echar patatas porque, aunque no te las comas, le da consistencia al caldo. Un poquito de sal y un poco de curry. Las lentejas no se tienen que pasar de tiempo porque no están tan ricas. Tienen que estar al dente. Riquísimas. De postre, un café con un chorrito de baylis.
2. Recomiendo quedar en casa con amigos a merendar. Tomar unas cervecitas, patatas fritas, escuchar música, ver youtubes y descubrir cosas nuevas.
3. Comprarse un jersey gordo de lana virgen en las rebajas, ponerte guantes, gorro, abrigarse bien y plantarle cara al frío. Dar un largo paseo y que el fresco te golpee la cara. Disfrutar de ese momento.
4. Dicen que el tercer lunes de enero es el día más triste del año. Intentar tener una actitud optimista ante la adversidad. Vivir el momento. Hacer cosas.
5. Decir a las personas que quieres que las quieres y a los que te importan que te importan. La vida es muy corta y nunca sabes cuándo va a ser tu último día. En cualquier caso, no hay tormenta que dure toda la noche ni enero que dure más de 31 días.