Playground [Es]: "Ceremonia" interview
La Bien Querida: “Prescindir de bajo y batería ha sido un descanso. Interactuar con aparatos es más sencillo que con personas”
Hablamos sobre máquinas, Steve Aoki, hachís, cerveza de supermercado y canciones pop con Ana Fernández y David Rodríguez a propósito de “Ceremonia”, su tercer disco
El cambio en el sonido de La Bien Querida ha sido radical: de las tonadas tradicionales a las máquinas más frías. “Ceremonia” es un álbum imbuido por el espíritu de New Order, y de él nos hablan, tema a tema, entre cervezas, Ana y David en su casa. Nos desplazamos hasta la residencia de Ana Fernández y David Rodríguez para que nos presenten “Ceremonia”, el tercer disco de La Bien Querida, que supone una ruptura cualitativa en un panorama dominado por las medianías, la estulticia y la basura más insustancial. ¿El disco del año? Servidor dice que sí. Juegan en otra liga. “Ceremonia” incluye las diez mejores canciones que se facturarán este año en España, y aquí las tenemos comentadas por el ínclito dúo en un entorno de relax doméstico. Puros, krautrock, cervezas del Condis, Fontenac, la visión de Peter Hook de quintos por el Baix Llobregat, desidia, lactancia materna, Giorgo Moroder, Dios y Patria en la siguiente entrevista. He escuchado el disco antes de venir, y claro, me ha parecido tremendo ya en una primera escucha. ¿Qué ha pasado con el grupo? Prescindes de bajo, batería y personas humanas para abrazar la electrónica. ¿A qué se debe este cambio? Ana: Queríamos hacer un disco así, y surgieron las canciones tal y como se plasman en el disco. Hicimos el disco en casa con todos los cacharros y las guitarras, nos dimos cuenta de que ya no necesitábamos una banda como tal para hacer los directos. Ahora llevamos a Frank Rudow (Manta Ray) con el tema de las programaciones, el MIDI, los cacharros, teclados y demás. David: Prescindir de tocar con bajo y batería es un descanso para mí. Lo que siempre me ha resultado más pesado de tener una banda ha sido eso: tener que interactuar con bajistas y baterías. Interactuar con aparatos siempre resulta más sencillo que con las personas, además este disco quería que sonase así, de esta manera y no de otra. Suena “Arenas Movedizas”, el primer tema del disco. Otra vuelta de tuerca más a la canción española, esa manera que tienes de explicar las clásicas historias de mujeres humilladas por los celos, castigadoras, asesinas. Como una tonadillera española moderna puesta en una pesadilla de Nitzer Ebb. A: La marcialidad de este y otros temas es evidente, claro. Y además se amolda perfectamente a las letras que hago. Ahora estamos trabajando para dar este empaque a las canciones de los anteriores discos –“Romancero” (2009) y“Fiesta” (2011)–, y hacerles un tratamiento similar cara a los directos. D: Para marcialidad la que nos va a dar mezclando cervezas del Condis y Fontenac. ¿Quieres un puro? Tampoco es que ahora vayamos de Alien Sex Fiend por los sitios. Es un disco que podía haber sonado más oscuro, que ya lo es de por sí, pero Sergio Pérez de Pegasvs le ha dado ese vigor a los bombos, a las cajas y tal….Vamos, le ha dado ese empujoncito que se da cada mañana Jimmy Giménez Arnau para salir a la calle. Me gusta lo que ha hecho con las mezclas. "Romancero" (Elefant, 2009) Las gentes igual descubren ahora esta faceta vuestra, esa militancia disidente a la cofradía de los de negro. Algo ya se cocía en “Fiesta”, pero vamos, que David siempre ha tenido ese punto feísta siniestro ya desde Bach Is Dead. “Luna Nueva” en una primera escucha me ha parecido casi una oda a la felación. ¿Esto es así? A: Ya… En fin. David, la primera vez que escuchó “El Plan”de Alaska y los Pegamoides, también pensó lo mismo, y así hasta hoy. D: ¿Acaso hay algo más bonito que una felación? ¿Acaso todas las canciones bonitas pop no tienen ese punto? Esos paisajes evocadores que alguno creéis ver en “Autobahn”de Kraftwerk, las guitarras en los The xx esos o toda la discografía completa de Julio Iglesias versan sobre lo mismo. “Hechicera” es hipnótica, algunos temas piden más minutaje, cosa que hacéis ya en algunos directos. ¿Ha habido contención? A: Las guitarras de este tema tienen ese perpetuo estado de tensión que tanto nos gusta: las guitarras piden estallar, que sería lo obvio en temas así, una especie de shoegazing pero sin el cabezoneo que se le va a suponer a las guitarras, más en el sentido de la saturación de las atmósferas en Spacemen 3. Surgen los temas así. Contención poca. David siempre tiene ese punto mesiánico cuando toca los sintetizadores analógicos. D: A veces me apetecería hacer discos yo solo, únicamente con el piano o los teclados. Me encierro en el estudio y hago temas de veinte, treinta minutos apoyándome literalmente en el piano. La sonoridad envolvente de los teclados, esa tremendísima sensación de estar cayendo al vacío como el señor ese del Red Bull pero pisando el pedal tonal central del piano. Absolutamente catequizado por Roedelius acabo por soltar el pedal A: Lo peor de todo es que a veces se deja la puerta abierta y, claro, al final nos catequiza él a todos. "El disco tiene dos o tres temas que son muy bailables, tampoco querría decir yo lo que la gente tiene que bailar o no, pero sí, se prestan al baile" “Carnaval” incide en esa iconografía sonora tan particular que tienes para con eventos del tipo Semana Santa que ya habías tratado en tus discos anteriores. Incluso las letras me parecen más adultas y elaboradas en este disco, sin dejar ese tono melancólico perpetuo que desprenden. Quizá la maternidad te hace ver las cosas de otra manera. A: Evidentemente, tener un hijo te cambia la vida, pero no creo que haya tenido mucho que ver con el giro estilístico en “Ceremonia”. Quizá ahora me pienso las cosas más y en ese sentido surge una elaboración más pausada de las letras, de la música. Aunque “Ceremonia” parezca que ha salido a borbotones, por esa urgencia que desprende, corto, conciso, no es así. Es un disco muy pensado. D: Todo lo que sé sobre la paternidad lo aprendí leyendo la revista “Ser Padres Hoy” y los vídeos que hay por internet de lactancia materna. Hay páginas especializadas en el tema, mis preferidas son las alemanas y las amateurs de Gran Bretaña. Me importa bastante más mi hija que lo que pueda opinar el personal de la música que hacemos. Antes, que si gustaban más las maquetas, ahora que si tengo secuestrado a Peter Hook en mi casa y le hincho a quintos. Creo que hemos hecho un buen disco pop y ya. En ese sentido, personas fuera de toda sospecha corporativa como Ricard Robles o Andrés Vique consideran este disco un punto y aparte en el pop patrio. La calidad de los temas os emparenta más con escenas foráneas que con el panorama nacional –incluyendo el mainstream–. “A Veces Ni Eso” es un hit instantáneo. Con Telefilme ya facturaste grandes temas electrónicos que pasaron desapercibidos para gran parte de la crítica y el personal en general. Siempre has tenido presente a Joy Division y New Order en tus canciones, ¿para bien o para mal? D: Las líneas de bajo las he hecho con el iPad y unas cervezas del Condis. Las tenía en la cabeza así, sonaban así y no de otra manera. Me gusta hacer cosas con los cacharros y la letra de Ana se prestaba a hacer algo… llámalo más bailable si quieres. Las sonoridades de New Order y Giorgio Moroder son clásicos básicos para mí en lo que se refiere al pop electrónico que nos gusta escuchar. No me imagino a Ian Curtis sin camiseta haciendo eses de amor con las caderas. Le metí ese riff de guitarra pensando en esas pistas de baile pop, llenas de juventud desinhibida y entregada al baile mientras yo estoy durmiendo en casa. A: “Ceremonia” tiene dos o tres temas que son muy bailables, tampoco querría decir yo lo que la gente tiene que bailar o no, pero sí, se prestan al baile. En ese sentido el sonido está más cercano a New Order, pero con matices. Lo que hacía David con Tito Pintado en Telefilme era brutal en el sentido literal de la palabra. “Ceremonia” es otra cosa. Otra cosa que pide, quizá, sean algunos remixes –que ya os habían hecho con los discos anteriores– ¿Os interesa el hecho de que manipulen vuestras canciones para perpetrar remixes? A: A mí me gusta, no necesariamente todos los remixes tienen que estar orientados hacía las pistas de baile. Roger Plus hizo un rework completo de “Fiesta” espectacular, sin posibilidad alguna para el baile: vanguardia iconoclasta. Hidrogenesse optaron por lo bailable y también me encanta. En general, si las cosas se hacen con cariño y mimo no tienen por qué desagradarnos. D: En PlayGround sois muy aficionados a eso de los remixes y las mixtapes y esas cosas de palilleros del house y del techno sesudo. A mí también me gustan esas cosas, pero no hacerlas. Ojalá unos remixes de “Ceremonia” a cargo de Steve Aoki para nadar en la abundancia, pero me temo que no va a suceder. No siento especial ilusión por ver que hacen otras personas con mis canciones pero igual le mando el disco a Nacho Canut a ver que le parece. “Los Picos de Europa” es uno de los mejores temas del disco, aquí encuentras la justa medida a ese cóctel de trago largo que tanto te gusta y que, en otros artistas, nos resulta del todo indigesto: la mezcla de folk magrebí, mediterráneo y la angostura británica del feedback. A: Todo eso ya nos pasaba por la cabeza en “Fiesta” y, si me apuras, “Romancero” ya apuntaba a una vuelta de tuerca de esas sonoridades: más pausadas, más acústicas pero igual de viscerales. D: “Los Picos de Europa” tiene esa épica con las acústicas y ese rush perpetuo que tanto gusta a nuestro público. A los que mueven las cabezas en los conciertos les va a encantar, son los mismos que me piden que haga eso con la pierna cuando me emociono tocando la guitarra y que luego la tire al suelo. Esos que chillan cosas en los conciertos… "Esta es mi manera de cantar: ni pretendo ser Diamanda Galás ni lo quiero" La Estrella de David por Blas Oliva ¿Te refieres a esa especie de secta que tienes en el Baix Llobregat que te siguen a todas partes desde Bach is Dead, que te afean la conducta en público por dejar morir a los Beef en pos de un pop que ellos consideran orientado hacía las niñas y homosexuales adyacentes? D: Cada uno tiene su público y ese es el mío. Estoy muy contento con La Estrella de David, esa especie de dream team que he juntado me gusta: Jaime Pantaleón –cada día más sobrio y centrado– es uno de los mejores músicos de este país, y bueno, contar con Joe Crepúsculo en tu banda siempre es un acierto. Ahora busco a gente que quiera hacer una banda de rock en Madrid. Ojo, no busco a unos Beef mesetarios, es otra cosa… ya veremos lo que sale… Los Beef están en un proceso de transformación, estamos haciendo canciones nuevas: el otro día, tocando con Antònia Font, presentamos un tema nuevo en directo y parece que tuvo buena acogida entre esas 15 personas que comentas. ¿Acaso hay más gente que escuche a los Beef? “Pelea” es otro de esos hits de los que hablábamos. La eterna canción pop que esperaba escuchar en otros grupos del ramo, pero claro, ellos no llegan hasta aquí. Cantas bastante mejor en este disco que en los anteriores, incluso llegas a tonos más altos… A: Espero que con “Ceremonia” se acaben los comentarios tipo “no canta, recita”. Ésta es mi manera de cantar: ni pretendo ser Diamanda Galás ni lo quiero. D: Si alguien descubre ahora que la gracia de La Bien Querida reside en la forma de cantar de Ana lo descubre tarde, pero bueno, bienvenido sea. Gasca van a sacar un disco en breve y hacen un tema con Ana, la mezcla de voz grave y hetero de Carlos Gasca y el deje “bienquerido” es de lo mejor que he escuchado. En “Pelea” me enervé con los teclados y el “singa-singa” de la guitarra hizo todo lo demás. Ha quedado muy pop. Ahora, con el Fontenac y las cervezas la hubiese hecho más a lo Wire, pero claro, con el coñac siempre me dan esos fogonazos a lo “Pink Flag”: se me pasa al día siguiente con un ibuprofeno. A muchas que cantan por ahí no se les pasa lo suyo. En “Aurora” la melodía moruna del ‘hash’ que planea en todos los discos de Beef tiene un resultado mesiánico. Me parece uno de los temas más brillantes de “Ceremonia”. D: Este disco atufa a THC. No hay otra manera de dar salida a esos teclados mesiánicos y poner al día la visión tan particular que tiene Ana de la canción española. En seco no puedes mezclar a Armando Manzanero y Popol Vuh. Hice “Aurora” en una de esas ensoñaciones que tengo con Aurora Beltrán, la de Tahúres Zurdos… A: David suele tener unas ensoñaciones bastante inusuales. De todas maneras, Aurora Beltrán ya forma parte del imaginario colectivo de la música popular en este país. No habrá entrado en sinagogas rusas a enseñar las tetas y eso, pero Aurora Beltrán es rompedora, musical y éticamente ha hecho más cosas interesantes que cientos de discos que se editan hoy. D: La electrónica bañada en hash da para disertar mucho. “Aurora” es un ejemplo de la concreción esa de la que hablábamos antes. El krautrock tiene ese peligro: empiezas a disertar y, o bien te queda un pestiño de cuarenta minutos que solo se lo podrían fumar en alguna comuna de Düsseldorf, o cortas a lo Eduardo Polonio, sin llegar a notar que te queman los labios con la boquilla de cartón. Hemos intentado ser sincréticos en algunos temas y parece que lo hemos conseguido. Ya veremos en los conciertos. A: Estamos ensayando los directos con Frank Rudow, algunos temas de “Romancero” y “Fiesta” los hemos pasado por el tamiz sonoro que envuelve a “Ceremonia” y están quedando muy bien. Ya te digo yo ahora mismo que sí vamos a tener esa concreción en los directos. No permitiré que esto derive en sacar la hormigonera al escenario y que se llene de fumetas con camisetas de Neu! que luego hay que orear una semana entera. “Más Fuerte Que Tú” es la tapada del álbum, como si OMD quisieran sacar el hocico por la puerta pero dándoles con la mano bien abierta para que no puedan pasar: tres minutos de rencor puestos encima de la mesa de una manera insultante. A: No soy Paquita La del Barrio, siempre busco una salida más o menos digna en ese tipo de situaciones, pero con las cartas boca arriba: no me gusta andar con rodeos. D: Si me lo permitís voy a consultar un momento el teletexto de TVE… Fíjate, no dicen nada de OMD. ¿Qué significa esto? ¿Qué nos vas a poner un 7.3? Si me dedicase a esto de poner puntuaciones a los discos lo haría con más decimales, claro, para que todo fuese mucho más comprensible y orientador. “Más Fuerte Que Tú” es el típico “zas en toda la boca” que reparte Ana. A veces, como en este caso, el dolor se mitiga acolchando las canciones como con nubes pop, pero el caso es que al final siempre tienes que ir a urgencias a que te cosan el labio. El ruidismo de “Mil Veces” cierra el que será uno de los discos del año. Pese a lo agreste del colofón dan ganas de ponerse el disco en bucle, sensación que con los anteriores no tuvimos… A: Tenemos muchas ganas de presentarlo en directo en el Primavera Club. En enero haremos la gira, si el 21% de IVA actual lo permite. Es increíble lo que algunos están haciendo con la poca cultura que queda en este país. D: Si sólo fuese con la cultura… Ya veremos como acaba todo esto. Ojalá todo acabase con el“Buchenwald” de Whitehouse atronando por todo el mundo. Dios, Patria y todo arrasado.