El nuevo orden de La Bien Querida

Hay gente por ahí que dice que se ha dado cuenta en la primera escucha de lo buenísimo que es el nuevo álbum de La Bien Querida, Ceremonia. Pues bien, yo no. De hecho, mi primer contacto con Arenas movedizas, el tema que difundieron como avanzadilla, resultó simplemente en desconcierto y un conato de aversión: no me acababa de encajar la Ana Fernández-Villaverde más folclórica con esas bases deelectronic body music. En realidad, ni siquiera me empezaba a encajar. Y con el álbum en su conjunto me estaba ocurriendo lo mismo, pero el minutaje se me pasó volando y algo me hizo pulsar de nuevo elplay, y otra vez, y vengaaaa… Y el caso es que llevo seis siete escuchas prácticamente seguidas del disco entero y ahora sí, ya estoy convencido de lo buenísimo que es el nuevo álbum de La Bien Querida. Yo ya era fan (si pinchan en La Bien Querida ahí arriba, en esa línea inútil que dice tags, les saldrán nada menos que siete entradas del blog), pero aquí han vuelto a ganarme: no desde cero, porque se mantienen la voz, el estilo vocal inconfundible, las letras y las melodías, pero sí desde un replanteamiento total del estilo del grupo, que ahora fluctúa entre New Order (hey, al fin y al cabo han hecho la gracia de titularloCeremonia), el tecno belga, Sally Shapiro y el krautrock, o algo así. En vista de su capacidad para reinventarse como pop electrónico, espero que algún día cumplan lo que han insinuado a veces y también hagan un álbum entero de ruidismo guitarrero a lo Sonic Youth.

Les recomiendo, por cierto, esta entrevista en Playground. A mí David Rodríguez (ya saben, la otra mitad del grupo y, según entiendo, un tercio de la familia) me suele incomodar un poco con la acidez de su discurso, pero da gusto leer a una gente capaz de citar en tan poco tiempo a Kraftwerk, New Order, Spacemen 3, Neu!, Whitehouse, Wire y Ser padres hoy. Buena parte de mi vida, vamos. Les dejo con A veces ni eso, con la promesa solemne de que Peter Hook no forma parte de la banda.