El Periódico [Es]: Interview to Ana Fernández
La artista y fenómeno indie-pop presenta su segundo disco en el Auditori
La Bien Querida, fenómeno del indie-pop desde su gestación, actuará por primera vez en el Auditoriesta noche, invitada por el Festival de Guitarra. Ana Fernández (así figura en su DNI) presentará su segundo y aclamado disco, Fiesta, mientras tiene el tercero «ya en proceso de masterización». Pero avisa que en el recital no adelantará ni una sola pieza. «Cuando presenté Romancero, sí que iba introduciendo canciones nuevas, pero este será sorpresa total», insiste.
La cantante, Ana Fernández-Villaverde, 'La bien querida', canta en acústico para EL PERIÓDICO. R.FADRIQUE/E.SOTOS
La cantante admite que este próximo lanzamiento la tiene atemorizada. «Cuando saqué el primero, pues la maqueta ya estaba ahí y no sé.. El segundo salió solo: estando de gira iba componiendo. Pero temo que este no esté a la altura..., aunque estoy muy contenta con el resultado, ¿eh?», añade, reacia a avanzar mucho de su contenido. Asegura que «romperá bastante» con lo que ha publicado. Que «tendrá un hilo conductor» y estará «todo más unificado». Que «se titulará Ceremonia, como la canción de New Order», y verá la luz en septiembre.
EL EMPUJÓN DE JOTA
La historia de esta bilbaína afincada en Molins de Rei, que en el 2004 se compró su primera guitarra y se lanzó al ruedo empujada por el granadino Jota, el cantante de Los Planetas, descoloca desde sus inicios. «Piensa que cuando saqué mi primer disco no tenía ninguna experiencia y me metieron a actuar en festivales, sin haber tocado en salas ni clubs. Me preguntaban cosas sobre el monitor y yo no sabía de qué me hablaban. ¡Imagínate!». Ahora dice que lo disfruta todo «de forma muy distinta». «Aunque», añade, «me sigue pareciendo alucinante poder tener un público que escuche lo que una escribe. Doy gracias a la gente y a la vida».
La Bien Querida no pudo evitar que le cogiera por sorpresa el entusiasmo que generó su germinal Romancero. Y que de Fiesta se escribieran cosas como que «ha supuesto un rayo de sol en la escena nacional». Su cancionero se nutre con igual acierto del pop y del folklore, y se aleja de ese folk que tanto se ha expandido entre su generación. «Creo que a veces nos dejamos llevar por las modas. Y pienso en los chavales que hacen estilos como el heavy y no tienen donde tocar», se lamenta.
Otra constante que cuida mucho la cantante son los arreglos de sus composiciones. «De esto se encarga David», aclara, refiriéndose a su guitarrista, productor, pareja (y padre de su hija Estrella) y líder de la excelente banda La Estrella de David, en la que ella toca el bajo. «Este fin de semana actuamos en el SOS de Murcia, y al no estar yo de cantante, pues me gusta mucho. Y también tocaremos en el Primavera Sound», explica.
«La primera vez que contacté con David [Rodríguez] ya quería que él se encargara de la producción; de que todo estuviera muy bien cuidado. Y para este tercer compacto no hemos querido contar con nadie más, ni con la violinista siquiera. Todo queda entre David y yo», especifica. ¿La crisis es la culpable? «No, no. Nos ha salido así».