El Ideal Gallego [Es]:“Este proyecto es para disfrutar de un repertorio del que soy igual de fan que el público” [Entrevista]
“Este proyecto es para disfrutar de un repertorio del que soy igual de fan que el público”
“La chica de Mel” y “La reina del muelle” estarán presentes este viernes en el Playa Club en la voz de Álex Cooper, que por unas horas se meterá en la piel de aquel Alejandro líder de Los Flechazos que tantas veces hizo a los coruñeses vibrar con la música mod.
“La chica de Mel” y “La reina del muelle” estarán presentes este viernes en el Playa Club en la voz de Álex Cooper, que por unas horas se meterá en la piel de aquel Alejandro líder de Los Flechazos que tantas veces hizo a los coruñeses vibrar con la música mod. Regresa con un repertorio de grandes éxitos, la energía de entonces y un invitado especial.
Tanto el recopilatorio como la gira son un regalo para los fans de Los Flechazos.
Es una cosa que yo sentía que la gente estaba demandando. La posibilidad de volver a juntarse era muy lejana y me pareció que rescatar las canciones de esta manera era lo que mejor iba a funcionar. A partir el primer concierto en La Riviera todo ha ido muy rodado.
Imagino que este ha sido un año de mucha emoción y de recibir mucho cariño.
Muchísimo. Estoy muy mal acostumbrado, de todas formas, porque yo tengo unos seguidores muy fieles con los que guardo un contacto muy directo. Con Los Flechazos cuando empezamos ya dejábamos en la contraportada de los discos la dirección de nuestro apartado de correos para que quien quisiera nos escribiera. Intercambiamos cartas durante muchos años y ese tipo de relación con los seguidores yo la he mantenido a lo largo de toda la carrera de Cooper. Al llegar la posibilidad de recuperar todas las canciones míticas de Los Flechazos en directo y en circunstancias especiales, escucharlas rodeado de gente para la cual esas canciones significan lo mismo, ha amplificado la emoción. Sobre todo el inicio de gira, en La Riviera, fue muy emocionante porque como no se sabía si íbamos a dar más conciertos nadie se lo quiso perder y vinieron amigos de tode el país e incluso de fuera de España y aquello fue una gran concentración de seguidores de Los Flechazos y de Cooper cantando himnos uno detrás de otro. Estoy muy contento de cómo han ido las cosas.
Ahora llega al Playa Club, que para Los Flechazos ha sido siempre sinónimo de éxito.
El Playa Club era un bastión. De los locales fetiche que tienen todos los grupos, el Playa Club era uno de los nuestros. Desde el principio hubo una relación muy especial con la gente que llevaba la sala y con la ciudad en general. Había un vínculo sentimental que se estableció desde el principio entre las canciones de Los Flechazos y una generación de público en aquel momento adolescente que se identificó mucho con ellas.
¿Cómo va a ser la puesta en escena?
Traemos la banda con la que estamos girando en esta celebración de “30 años viviendo en la era pop” y venimos con un grupo básico que son dos guitarras, bajo, batería y teclados y nos va a acompañar una sección de metal local en algunas canciones clásicas de Los Flechazos que lo necesitan. Y vamos a tener un invitado especial: cuando les comenté a Héctor y a Elena que íbamos a tocar en el Playa los dos quisieron venir; la pobre Elena se va a quedar con las ganas porque no puede estar, pero Héctor se va a venir con todo el equipo y unos cuantos amigos y va a tocar un par de temas con nosotros.
Puestos a ser fieles al original, su voz suena muy parecida a la de entonces.
Sí, bastante parecida. Conservo el timbre porque durante todos estos años he seguido haciendo música y no he fumado. Tocar con la energía y con el espíritu con que lo hacíamos Los Flechazos con veinte años ahora que rondo los cincuenta requiere una preparación, pero lo hemos conseguido. No he organizado este proyecto para reivindicarme como artista, sino para disfrutar de un repertorio del que soy igual de fan que el público que viene a los conciertos todos juntos y para que se parezca los máximo posible a la magia de Los Flechazos de aquellos tiempos.
¿Cómo fue la selección de las canciones?
Dificilísima. Algunas muy fácil, porque eran canciones que no podían faltar. Al final primó la idea de que tenía que ser un grandes éxitos, aunque hay una o dos concesiones a temas importantes para mí, con los que me identifico más en estos momentos. Es un repertorio imbatible. Con este repertorio no te tienes que ganar a la gente, está ganada de antemano. Está pensado para saltar, bailar, corear y es muy divertido de tocar.
¿Se reconoce en las canciones de hace veinte años?
Veo cómo era yo entonces, aunque ya no soy esa persona. Reflejaban mi manera de pensar entonces. Me he encontrado con unas canciones muy sinceras en las que se veía cómo eran mis sueños con veinte años. Y como nadie los consigue, al llegar a los cincuenta y darte cuenta de que tú vida no es como la habías soñado, es duro. Aunque no tengo nada de lo que quejarme, soy un tío afortunado.
Puede decir que ha hecho la música que ha querido.
He tenido la suerte de ver claro el camino que tenía que seguir en cada momento y de no meter mucho la pata.
Los Flechazos desde el primer momento ya era un clásico.
Es un grupo muy reivindicado y al que la gente le tiene mucho cariño. Yo soy el mayor fan de Los Flechazos. Pero estoy muy satisfecho de haber seguido haciendo música que tenía que ver con cada momento vital en el que estaba. Ahora con Cooper creo que estoy escribiendo la banda sonora de mi generación con los sentimientos y experiencias de este momento. Dicho esto, volver un año a la era pop es genial.
¿Y después qué viene?
Descansar. Seguramente, me tomaré un año de descanso en lo musical para decidir cuál es el siguiente paso en la carrera de Cooper.