Un concierto muy especial de Cooper en la Casa del Lector

Álex y Mario. Foto: José Rodríguez.

Se presentaba una calurosa tarde de junio el pasado sábado en Madrid, y, como ya os adelantamos desde aquí, no había mejor plan que disfrutar de un concierto muy especial de Álex Díez, miembro del grupo indie leonés Cooper. Estuvo organizado porLa casa del lector en el Matadero un lugar idóneo para acercar a las familias la música y la palabra dentro de la exposiciónLecturas de cabecera.

Y así ocurrió. Un público de todas las edades se presentó en el auditorio para disfrutar de un acústico en el que Álex y su guitarra, ambos, acompañado de Mario Álvarez a la guitarra y a los coros, repasó los temas de sus álbumes y singles de su música más sesentera que dejó un excelente sabor de boca.

Lo más especial de todo fue la dedicación del concierto a los más pequeños de la casa. Acostumbrados a que los niños tengan, incluso, prohibida la entrada a la música en directo, tal y como dijo Álex, es momento de llevar a cabo iniciativas para que, desde pequeños, podamos disfrutar con este arte.

Y así fue, un concierto para todos, aunque los protagonistas fueron los niños. Completamente entregados, cantaron, rieron, bailaron y participaron durante todo momento del directo, en el que Cooper estuvo cercano a ellos, explicando sus letras, sus canciones e incluso aconsejando a los más pequeños en las decisiones a las que se enfrentarán de mayores.

Un concierto para toda la familia. Foto: José Rodríguez.

Pero no podemos olvidar a sus padres, que disfrutaron por partida doble. Por un lado, de escuchar a su ídolo, de sentirlo cerca y de sentir su música. Y por otro, ver a sus hijos entregados a la música con la que ellos han disfrutado ya.

El protagonista,  Álex, quien estuvo fresco y cercano continuamente, demostrando la calidad de su personal voz, empastada perfectamente con el sonido íntimo de la guitarra y dando sentido a todas las historias que sus letras narran y que hacen de su música un arte para escuchar atentamente, sin perder detalle, y poder ver en nuestra imaginación la historia que nos está contando mediante la música.

La tarde terminó con todos los niños subidos en el escenario haciendo de aquello una bella estampa en la que, sin duda, pocos podrán olvidar. Ver a los pequeños disfrutando de un tipo de música que se sale de los cánones impuestos por lo comercial, verlos bailando canciones que, muchos dirían, están fuera de los cánones de gustos mayoritarios, demuestran que la “corriente” está falta de algo que poseen grupos como Cooper, de calidad.

Sin duda, un concierto para recordar, y, sobre todo, para crear tendencia y que este tipo de directos, enfocados a todas las edades, no sean algo peculiar. Lo que es seguro, es que Álex puede tener claro que, a partir del sábado pasado, posee una cantera de fans que le seguirán allá donde vaya, tal y como hicieron sus padres, y continúan haciendo.