L. Castellanos / León


El nuevo disco de Cooper, ‘Mi universo’, cuya ‘gira virtual’ concluye hoy con ‘Carrousel’—que se podrá ver en la página web de La Crónica (www.la-cronica.net)—, no es una simple suma de canciones. No están ahí porque sí sino queatienden aun orden y un equilibrio largamente meditados por su autor, Alejandro Díez. ‘Mi universo’estáapuntalado por referentes biográficos y anegado por el efectode la emoción y la sensación. ‘Carrousel’ es la última canción del disco. Ronda los cinco minutos, algo inusual en el grupo leonés— “la canción lo pedía”, matiza Alex—, y cuenta con el afecto especial de su autor. Cierra la grabación de una manera intencionada. “En los discos de toda la vida la última canción era siempre importante y hemos querido seguir esa costumbre con ‘Carrousel’”, apunta Alejandro Díez.
Siempre ha aseguradoelmúsico que Cooper es un observador, alguien que mira a los ojos a la vida y observa cada una de sus particularidades. Sin embargo, en este tema musical “pasa a la acción y toma la iniciativa. Decide hacer algo”. Es un canción dedicada a un conocido de Alejandro que vive momentos difíciles y a través de la cual Cooper pretende iluminar su existencia, de ahí la metáfora del carrusel, con su sonido característico y sus luces, que aplica continuamente.


“Desde ayer ya no brilla el sol pues su luz se diluye en tus lamentos. Desde ayer se apagó mi voz y no sé liberarte de este infierno”, clama Cooper en el estribillo de la canción, si bien el remate de la misma supone una auténtica consagración de la amistad. “Esto lo hago por ti”.
‘Carrousel’ es emotiva, muy emotiva, y su vídeo se grabó en Brighton Pier, al pie del mar, tomando como referencia fundamental los carruseles y las barracas de feria que lo inundan y obligando a Juan Marigorta a aplicar la técnica de noche americana para crear la sensación de nocturnidad enla imagen.


‘Carrousel’ lanza muchas miradas íntimas. “Me encanta hacer canciones que se impregnen de sensaciones”. El tema hace un juego musical con el sonido del carrusel y también rinde su particular tributo al ‘Sympathy for the devil’, de los Stones, sin desequilibrar el motivoesencial de la propuesta.