je Ne Sais Pop [Es]: El éxito de Madrid Popfest 2018 en 5 claves
Madrid Popfest llegaba a su 8ª edición este fin de semana en Madrid con sus abonos agotados con antelación y también las entradas de día para su emplazamiento en Galileo Galilei, con capacidad para 500 personas. En este artículo repasamos el éxito de este festival autogestionado, realizado sin grandes patrocinadores y sin ánimo de lucro.
El conciertazo de BMX Bandits
La originalidad del cartel, enfocado claramente al indie pop, y teniendo como público objetivo a aquellos que tenían 15 años cuando salió ‘Súper 8’, es una de las claves de este festival. Huyendo de los mismos nombres de siempre tanto en el plano nacional como en el internacional, Madrid Popfest apuesta en su lugar por rescatar nombres olvidados, no tan frecuentemente reivindicados o también noveles. El gran acierto de este año ha sido contar el sábado con BMX Bandits, uno de esos grupos británicos que en el sello español Elefant han reivindicado más que en su propio país, si bien ellos tienen poco que ver con Camera Obscura, The School o The Yearning.
La banda de Glasgow liderada por Duglas T. Stewart ofreció un conciertazo basado en el encanto de temazos tan variados como ‘It’s In Her Eyes’, ‘Serious Drugs’, ‘And It’s You’ (dedicada a los románticos, porque “todos somos románticos, menos el teclista”, bromeó Duglas), la melancólica y contagiosa ‘I Wanna Fall In Love’ (menuda maravilla), ‘Take Me To Heaven’ o una ‘Girl At the Bus Stop’ dedicada entre lágrimas a su autor, Daniel Tracey (Television Personalities). Duglas T. Stewart ejerció las veces de sobresaliente maestro de ceremonias: cada cara que ponía, cada gesticulación, cada presentación de cada canción era muestra de un enorme carisma que no debe pasar inadvertido para la historia del pop.
El buen concierto de Eggstone
Otro gran acierto del sábado fue la recuperación de Eggstone, un grupo sueco coetáneo y similar a los primeros Cardigans que como estos se miraba en el pop sesentero más jazzy y juguetón. Su concierto en formato sexteto osciló entre el indie de unos Smiths (el timbre de Per Sunding recuerda a Morrissey bastante de vez en cuando), las coloridas percusiones, arreglos de easy-listening y algún ramalazo bossa nova. Lamentablemente, tras una decena de canciones, Per (en la imagen principal) tuvo que anunciar que abandonaba el escenario por una indisposición, mientras sus compañeros le esperaban indicando que había pasado la tarde vomitando. Al menos pudo volver para interpretar, con total entereza, el gran hit de Eggstone, un celebradísimo y bailadísimo ‘Taramasalata’.
La paridad
El indie pop no era solo cosa de hombres, y eso se notó tanto entre el público como sobre los escenarios. Desconozco si contar con tantas mujeres artistas fue deliberado, casual o simplemente la organización no concibe las cosas de otra manera, pero tocaron varios grupos de chicas, como las rockeras The Tuts, que el viernes animaron a lo grande con su versión de ‘Wannabe’ de las Spice Girls; Melenas, cuya dicción y sonido es mucho mejor de lo que se comentaba hace unas semanas en nuestras páginas (podían seguirse sus letras bastante bien, teniendo en cuenta que se dedican al noise pop); y otros tantos grupos mixtos. Entre ellos, Soda Fountain Rag, con un original formato de cantante y batería en pie en primera línea; o Fever Dream, que no era la rapera que alguien metió en la playlist de Popfest de Spotify sino una banda post-grunge con momentos más Sonic Youth y My Bloody Valentine y otros más Clap Your Hands Say Yeah! sobre todo por la voz de su líder, único chico del trío.
La atención a los grupos españoles minoritarios
Festivales españoles, hay más bandas aparte de Love of Lesbian y Lori Meyers. Esta parece ser la máxima de Madrid Popfest, que ha contado con otros talentos como las mencionadas Melenas, Terry Vs Tori (perfecto aperitivo en sus largos pasajes instrumentales a los conciertos inminentes de Slowdive, como el día anterior había sido el caso de The BV’s) o Cosmen Adelaida. Estos, confiados de jugar en casa, renunciaron por supuesto a los éxitos de sus primeras maquetas pero también de manera inexplicable a ‘Becerro de oro’, dejando casi todo el peso en ‘Hermanos Wright’ y ‘Contra la pared’, reservadas para casi el final. Buen concierto, pero tienen repertorio para otro mejor incluso.
Pero el grupo nacional que más público congregó fue Ataque de Caspa, quienes actuaban el sábado a la hora del vermú de manera gratuita en la Nave de Terneras, una suerte de gimnasio con altavoces medio caseros sito en el Matadero de la ciudad. Mientras la gente poco a poco decidió irse a comer durante los shows de Soda Fountain Rag y Fakuta en formato dúo, quienes cerraron con su hit ‘Tormenta solar’ en lo que resultaba una necesaria contrapartida electropop a tanto indie de guitarras, Ataque de Caspa habían llegado a colgar el cartel de “aforo completo” dos horas antes.
Su show fue, no obstante, víctima de su deliberada recreación en el amateurismo, con las letras de Carmen volando de su atril durante ‘Sol’, o la posterior broma sobre si recordaría la letra de una canción que no encontraba. Al menos esta banda olvidada de los 80 que podemos considerar antepasada de Los Punsetes, no dejó de tocar las imprescindibles ‘Viaje a Egipto’ o ‘Nigeria’ y tampoco podemos decir que se ciñeran a la nostalgia de la nostalgia tras su revival de hace 6 años: tienen ya en la calle nuevo disco (!) y de él sonaron pistas como ‘Espejos’ o ‘Sistema solar’.
Popfest como acto social
Madrid Popfest, aparte de una reivindicación de indie pop, funciona como lugar de encuentro para un público entre los treinta y muchos y los cuarenta y pocos, melómano desde los años 90. En muchos sentidos es una fiesta antes que un festival, como muestra el hecho de que Galileo Galilei permaneciera abierto con DJ’s hasta más allá de las 5 de la mañana, cuando el alcohol llevaba corriendo de lo lindo desde las 7 de la tarde. Hubo algún momento de locura total (ese pelotón de gente haciendo cola en la barra el sábado durante el vermú nada más abrir puertas) y en ocasiones llegó a prevalecer el acto social sobre los conciertos, muy visiblemente durante el show de los monos St Christopher, también rescatados de los 80, con una considerable cantidad de gente que no callaba; pero especialmente el sábado ganó lo entrañable: el merchan de vinilos y camisetas estaba arrasado. Soda Fountain Rag vendieron los 32 discos que trajeron, Melenas también vendieron todo, y la sintonía que Cosmen Adelaida han creado para Madrid Popfest se ha convertido en himno para muchos. Está en Bandcamp.