No deberían ser desconocidos para nadie, pero las cosas nunca son como tienen que ser. Family, un proyecto que aglutina el mejor pop que la música española pueda concebir. Su anterior encarnación, El Joven Lagarto, gestó un par de maquetas que se convirtieron fulminantemente en objeto de culto. Pocas actuaciones (una de ellas junto a un grupo conceptualmente paralelo, Le Mans) que embriagaron a los privilegiados que pudieron estar presente…
No deberían ser desconocidos para nadie, pero las cosas nunca son como tienen que ser. Family, un proyecto que aglutina el mejor pop que la música española pueda concebir. Su anterior encarnación, El Joven Lagarto, gestó un par de maquetas que se convirtieron fulminantemente en objeto de culto. Pocas actuaciones (una de ellas junto a un grupo conceptualmente paralelo, Le Mans) que embriagaron a los privilegiados que pudieron estar presentes en ellas.
Una música que hasta ahora, aquí, no tenía verdaderos representantes, pero que con Family adquiere la consistencia que se merece. Música electrónica rodeada de burbujas pop y fragancias elegantes y sutiles. Música sencilla y sincera. Música que emociona por su clarividencia, por su morbosa ausencia de pretensiones.
“Un soplo en el corazón” constituye el primer disco de Family, un artilugio que juega con piezas de múltiples dimensiones, una fiesta decorada con sonidos nítidos como el agua azul, minimalistas como besos desesperados, cándidos como mil sonrisas eternas. Bases programadas, electrónica sensual, algunas guitarras acariciadas y una voz susurrando letras contagiosas. Canciones que hacen estallar corazones: “La noche inventada”, “Como un aviador”, “Viaje a los sueños polares” y un largo etcétera.
Un delicioso grupo que deambula por caleidoscópicos parajes tecno-pop, una panorámica que encanta y engancha, seduce y enamora.
El pop ya tiene futuro. ¿Lo puedes ver?