Cooper. “Fiestas de León”

Sin duda Graciela o Julia se sentirá orgullosa de su padre. Puede que ahora la deslumbren las luces, o la llame la atención el interés que despierta en la gente, pero con el tiempo se dará cuenta que su padre es un artesano de las palabras; un orfebre que enhebra diferentes notas para crear melodías actas para el verano y el baile, y eso es algo, para que ella este muy orgulloso de él.

La lluvia nos frustro el primer intento, pero el domingo a la misma hora y en el mismo lugar, Cooper rodeado de esa formación que le respalda y a la que tiene que cuidar como oro en paño, porque es una auténtica delicia, se resarció y nos sacio de la frustración pasada. En su nueva aventura, el estupendo trabajo “Tiempo, temperatura, agitación”, la puesta en directo, por lo menos a mí, nos traslada un pasado cercano pero manteniendo la vista y el pensamiento en ese futuro en alguna medida incierto pero prometedor. Jugar en casa tiene sus inconvenientes pero también tiene sus ventajas…el estar rodeado de los tuyos acreciente el miedo al fracaso pero a la postre el grado de satisfacción que se consigue es mayor; y para esta ocasión tan especial junto a esa formación que le sigue y le acompaña desde hace muchos años se unieron una sección de vientos integrada por Rubén al saxofón y Mark a la trompeta. Junto a ellos el núcleo duro de la banda; Dani Montero, al bajo y coros y su inseparable Mario Álvarez, a la guitarra y coros a los que se suman las nuevas incorporaciones: María Inés Rodríguez Galán, imagen sesentera y frágil, al fondo del escenario con los teclados y coros y de la que comento Alejandro que nunca había tocado en un grupo y un tío con cara de niño, melena de cazo y gafas de empollón, que con sus 19 años le espetó a Alejandro el primer día en el local de ensayo “anda, tienes la misma edad que mi padre”, pero que golpea la batería como si llevase cuarenta años haciéndolo, Conrado Martín.

Gran nuevo trabajo y una enorme presentación que nos resarció de la anterior frustración….aunque nos hubiéramos quedado otra hora escuchando sus canciones, y es que después de treinta años de carrera, el cancionero de Alejandro Diez tiene ya categoría de clásico del pop nacional; así que Graciela o Julia sin duda estará orgullosa de su padre, y nosotros, en la medida que corresponde, también estamos orgullosos de poder disfrutar de un músico notable, de un orfebre de la música, siempre buscando esa melodía perfecta que habla del verano y nos invita a disfrutar y bailar.

Cooper actuó el pasado día 1 de Julio de 2018 en la Plaza de San Marcelo de León, dentro de la programación de las fiestas de la ciudad.