Carátula y contra carátula lo dicen casi todo.  Azules, amarillos, rojos, objetos domésticos diseminados y perfectamente ordenados. Reloj en hora en punto, cartas en círculos, teclados inorgánicos, todo sirve para dar la sensación de control y frialdad que ofrece Ana Fernández-Villaverde en postura de portada Roxy Music.

Pero latentes, ocultos y vivos están los deseos ardorosos que nos mostrará en sus canciones, La Bien Querida en su nuevo álbum “Fuego”.  Para que lo intuyamos está la portada del disco de Jesus and Mary Chain y la pantera moteada que se acerca por detrás a la artista. Son como juegos de mano que van del calor al frío.

Las letras son cálidas, las melodías fogosas, los desparrames controlados y a pesar de títulos tan ardientes como “Dinamita” o “7 días juntos” (con sus apuntes reggae, bossa y rumba), hay frío y humedad y hielo que se resquebraja y deja ver debajo deseos escondidos y falsamente aplacados. Hay lados buenos y más buenos. Perversidad y luminosidad. Y un enorme paso hacia adelante para que La Bien Querida se afiance en el podio de gran artista.