El viernes 17 de noviembre “Camera Obscura” ofreció un segundo concierto para el público madrileño en la mítica sala El Sol con “Mirafiori” como grupo telonero. Eh hecho de que fuera el segundo, no evitó que las entradas quedaran también agotadas aquella noche.
Mirafiori abrió la actuación con la música sosegada y sensible  de Nacho Fernández, guitarra y voz en esta formación de al escudería Elefant. Sobre las 22:30 horas. El público escuchaba las canciones con cierto aburrimiento, pues era difícil entender qué decían las letras ya que los instrumentos tapaban la voz de Nacho. Problemas de sonido que ocultaron a un grupo con una gran calidez y personalidad.
El plato fuerte llegó entrada la noche, más o menos a la hora prometida con la banda compuesta por Tracyanne Campbell (voz y guitarra), Gavin Dunbar (bajo y guitarra), Kenny McKeeve (guitarra), Lee Thomson (batería), Carey Lander (piano y órgano) y Nigel Baillie (trompeta).
Invocando a Margaret en “Come back Margaret” con sus ritmos nostálgicos del rock de los 50 y una voz dulce y controlada, el grupo dio comienzo al show tras romper el hielo y saludar a los asistentes. Se percibía unidad y complicidad entre los componentes, que dosificaban su simpatía con un público entregado y sometido al encanto de Tracyanne desde su aparición en las tablas.
Sonaron temas como“Dory Previn”, “I need all the friends I can get”, un emotivo “Country Mile” y un enérgico “If looks could kill” que nos envolvió con el toque especial que le confiere la trompeta de Nigel.
Una noche de emotividad intensa para los seguidores de este conjunto nacido en Glasgow, se aproximaba al final con el tema “Razzle Dazzle Rose” antes del bis que coronó la actuación pasada la una de la madrugada y que inyectó en cada uno de nosotros alguna sustancia adictiva a las notas de “Camera Obscura”