Single estan siempre balanceándose entre la discreción y el espectáculo, el drama y la comedia, la elegancia y el desmadre. Hay muy pocas formaciones que se asocien a la sofisticación, a la alta comedia. Que hayan hecho de una elegancia desmesurada su seña de identidad. Que sean capaces de encarnar un ramillete completo de excesos esteticos sin sonar huecos y de darle al pop todo su significado hasta el punto de trascenderlo.

Rea se anuncia como su mejor trabajo. Quizás se trate del más consciente, un disco pensado con una idea clara del sonido que se quería obtener y producido en consecuencia, sin perder la intención. Recuperar la suma de canción ligera y ritmos reggae, creando una serie de canciones evocadoras y anticuadas, como intrascendentes jingles para la segunda cadena o exitos efímeros del enésimo verano; deliciosamente prescindibles y burguesas. Es decir, se trata de la primera vez que hacen algo cercano a un trabajo conceptual y no “una colección de canciones bonitas” (como decían Esclarecidos, cuando publicaron su último trabajo antes de separarse).

Respectos a los textos, siguen siendo fieles a su ligereza adornada de humor blanco, a los dramas evanescentes y al ingenio maledicente. Me enamoré y La moto son sendas delicias desternillantes; Rea, el grandioso folleto de presentación del disco; y, Palmeras posiblemente la más evocadora y absurda.