SINGLE, Número 4
Incluso conociendo ya sus dos eps previos, pío pío fue toda una sorpresa para un público que no estamos del todo acostumbrados a encontrarnos un disco tan inteligente, variado y culto. porque sí, en el debut grande del proyecto de teresa e ibon hay tanta cultura musical que empacharía de no ser por el buen tino al utilizarla, que lo perfila todo de manera increíble hasta el punto de que, a pesar de lo variado del disco, se nos muestre de lo más homogéneo.

Saltar del reggae al pop, funky, rap blanco o flamenco como quien juega a rayuela, sin estridencias ni exabruptos, con tantísima elegancia, puede parecer sencillo pero no está al alcance de muchos y de nadie en nuestro país como ibon errazkin, que se encargó de ponerle el cerebro al corazón de teresa para firmar un álbum que no genera nostalgia sino respeto. porque single puede venir de donde viene, pero no recurre en ningún momento al pasado para justificarse ni lo utiliza para construir el presente.

Pero eso sí, a lo que está claro que no iban a renunciar, ni que lo hagan, es a la colaboración de javier aramburu para conseguir que el envoltorio se mimetice de tal forma con el contenido que parezca indivisible. porque desde la publicación de este disco cuesta imaginar a teresa sin ese yelmo surrealista ni el pájaro, estático, mirándole de reojo, casi tan sorprendido como nosotros de tener delante tanta belleza como la que esconde su canto, ese pío pío aquí convertido en maravillosas canciones gracias a ibon y teresa.

Manolo Dominguez