CARLOS BERLANAGA, Número 3
Nada más volver del festival de benicássim, un aciago día del mes de agosto de 2002 nos enteramos de que carlos berlanga había cerrado su diario para no abrirlo nunca más. un año y medio antes nos había dejado su último testamento, un álbum redondo que a pesar de ser impermeable en el título nos había calado hasta los huesos, incluyendo también el alma y el corazón.

El siempre joven carlos berlanga lo había vuelto a hacer, había terminado su vida haciendo justicia en el pop, básicamente lo que siempre había hecho, pero esta vez la maestría, el humor y la clase de un genio como pocos lo habían impregnado todo hasta límites insospechados. buceando por sus sueños, figuras y obsesiones, consiguió dar de nuevo con la fórmula perfecta, la que hacía de cada una de las canciones incluidas en impermeable una pequeña parte de leyenda en el pop. también encontró lugar para rendir un pequeño tributo a algunas de sus figuras de la chanson y de la bossa, dos géneros a los que siempre se había mostrado proclive y por los que nunca escondió su admiración.

Impermeabilizado, cul de sac, lady dilema, vacaciones o estrellas y planetas son piezas de un disco absolutamente inolvidable, de un trabajo que por nada en el mundo debería haber sido el último, pero que irremediablemente, tuvimos que acostumbrarnos a que lo fuera. por lo que, una vez asumido el adiós (adiós, adiós, adiós, volveremos a vernos, como dirían alaska y nacho), por nuestra parte sólo nos ha quedado la devoción más ferviente hacia uno de los más grandes iconos del pop de nuestro país colocándolo en el top3 de nuestra lista de la década. Siguesiguepop.