Wild Balbina

Puede que el revival C86 y el sonido californiano comience, a estas alturas, a resultar un tanto cansino, pero la añoranza que destila el último trabajo de Wild Balbina, “Sisters before misters” (Elefant, 2014) te atrapa desde Stay Alive, su primer corte. Se trata de un hit que nos acerca a los Pixies más melódicos, muy evidenciados en la utilización del bajo y la guitarra, y a los grupos británicos de los años 90 con cantante femenina.

En concepto, desde el propio título del álbum, se hallan ligad@s al movimiento Riot Grrrl: “Sisters before misters” es un proverbio inglés que, más o menos, se refiere a que una mujer debe dar prioridad a sus amigas antes que a su pareja o a su marido. En el terreno musical, sin embargo, se las ve mucho más cercanas aVivian Girls, Best Coast o a los primeros trabajos de Dum Dum Girls que a bandas pioneras del movimiento como Bikini Kill, Huggy Bear o Bratmobile. Se podría advertir la influencia de estas últimas en el sonido ramoniano de R.G.S.N, que eleva el tono del discurso con un sonido guarro, rápido y un bajo que muestra su músculo, sobre el que discurren voces dobladas. En la misma línea, aunque con un estilo más pop asociado a grupos femeninos pretéritos, estaría la composición básica de Blue Hour o Looking Through to you. La primera se halla más próxima a la música surf y la segunda bordea el shoegazing y el sonidomadchester.

En la segunda parte del disco Wild Balbina sitúan los temas más complejos y de una duración, aunque breve, ligeramente superior, que trata de romper con la sensación de inmediatez de los cuatro cortes precedentes. En Winter Trees irrumpe con fuerza una guitarra que propina repetitivos tajos rítmicos, que parecen provenir de un cassette del primigenio indie americano de los años 80. El inventario de alusiones continúa con Stoned Heart y su mirada por el retrovisor a la independencia patria de los años 90.

El álbum concluye con Brainwash, un tema que parece desmarcarse de las restantes propuestas de “Sisters before misters”. La canción inicia a ritmo de garaje clásico de los años 60 con un armazón básico pero apañado, estructurado en estrofa, estribillo y un solo de guitarra a modo de puente sobre el que arranca la voz. La sorpresa llega a los dos minutos y cuatro segundos, cuando se produce un giro velvetiano de noise melódico con el que se apaga lentamente el sonido mientras tú, en vano, esperas que dure más tiempo. ¿Se trata de un anuncio acerca de por donde discurrirán futuros trabajos?
Sisters before Misters se alinea junto a un catálogo estilístico demasiado saturado en tiempos recientes. Sin embargo, los 7 cortes del EP, con sus melodías pegadizas y sus estribillos rápidamente identificables, no tienen nada que envidiar a los actuales referentes de este género. La producción, más pulida y limpia, al igual que les ha sucedido a sus compañeros de sello discográfico Linda Guilala, les da un punto de frescura respirable y de propuesta musical clásica pero actualizada. No obstante, se echa de menos una mayor personalidad creativa que permita diluir la sospecha de que el cariño por este EP pueda resultar efímero.