Biografía

THE HEPBURNS nacieron en la ciudad galesa de Llanelli, condado de Carmarthenshire. Se formaron en enero de 1985 y han grabado diez álbumes, cuatro singles y cuatro sesiones para la BBC en sus 32 años de carrera. También giraron por USA y Escandinavia en 2017. Nacidos del boom post-punk e indie de principios de los 80, pero con sus raíces en los 60, su sonido es una amalgama de indie-pop de guitarra con Burt Bacharach, Jake Thackray y Jonathan Richman como referentes.

 

FORMACIÓN: 

Matt Jones: guitarra, voz y teclados
Mike Thomas
: bajo
Les Mun
: batería

           

 


Y empezaron por todo lo alto. Su primer largo, “The Magic Of The Hepburns” salió en 1988 en uno de los sellos bandera de la historia del indie-pop: Cherry Red. Con ellos firmaron en 1986 un contrato por cincos discos, pero algo no acabó de cuadrar dentro de los planes del sello británico, y a pesar de una colección de canciones que incluía maravillas como “Five Twenty Five” o “Swimming Through Silk”, que les podrían emparentar con otros orfebres del pop como PREFAB SPROUT, THE SMITHS o THE MONOCHROME SET, acabaron saliendo del sello poco tiempo después.

Como efecto, montan su propio sello, Magic Records, (junto con uno de los propios responsables de Cherry Red, Scott Langley) y sacan en 1989 el single “Electrified (From Countryside To City)”. En 1989 la formación está compuesta por Matt Jones (guitarra, voz y teclados); Mike Thomas (bajo); Les Mun (batería); Nigel Boulton, aka The King of Wales (guitarra solista) y Cronsey Jones (harmónica). Les deja el grupo y es sustituido por Aled Richards (CATATONIA). Con él graban “Road Movie” en ese mismo año, concebido como una especie de venganza contra Cherry Red, mezclando el sonido indie tan de moda con influencias radicalmente dispares como XTC, LED ZEPPELIN o THE CARPENTERS. Desgraciadamente la muerte del padre de Scott provocó que el disco nunca saliese, hasta que recientemente consiguió ver la luz en formato digital en 2017.

El halo de grupo maldito comenzaba a rondar en torno al grupo. Incluidos en el furgón de grupos de indie-pop, ellos se consideran algo diferente por su acusado carácter galés, su sarcasmo poco complaciente y ácido, y por sus influencias de grandes clásicos del pop de cámara como John BarryEnnio Morricone o Burt Bacharach. El contexto y las situaciones adversas provocan un silencio de toda una década.

Hasta que, en el 2000, Radio Khartoum les ofrece la infraestructura y el apoyo que el grupo precisaba, y publican “Champagne Reception”. La filosofía de THE HEPBURNS se mantiene intacta y llena de inspiración: bocetos de personajes dibujados de manera inimitable, guitarras llenas de arreglos exquisitos y coros absolutamente celestiales. El gusto por lo cinematográfico que se perdió en la prensa británica diez años antes sigue ahí, y posiblemente más fuerte que nunca. El núcleo de la banda sigue siendo Mike y Matt, pero cuentan en esta ocasión con Pat Grover a la batería y la colaboración de Simon Wright. Como rezaba la promo de aquel momento: “una banda sonora para una película ambientada en un pueblo de edificios en ruinas, máquinas de gaseosas obsoletas y jardines embrujados por los fantasmas de boxeadores, piratas de Disney, Nick Drake y Jackie Onassis”.

En 2003 publican “The Last Thing I Saw Before I Said Goodbye”. De nuevo una galería de personajes imposibles, pintores, boxeadores y revolucionarios, que se mueven entre la comicidad y la melancolía. El estilo preciosista en las voces y arreglos sigue como marca de la casa, y los himnos a los perdedores mantienen la creencia de que todo el humor surge de las cosas malas de la vida. Además, aparecen dos nuevas caras en la banda: Jen y James White, que se encargan de la flauta y la trompeta, respectivamente. Inmediatamente, ese mismo año, sale un single que pone en evidencia el estado de inspiración de la banda. “Deciphering Linear A” es una exquisita edición de formato desplegable que incluye un doble formato: un vinilo de 7” y un CD de 3”. Todo esto para dar luz a un tema absolutamente maravilloso que merecía algo así: “What If Everyone Got What They Wanted?” es una oda a las oportunidades perdidas, una canción que merece una cara completa para ella sola. Matt dice que apenas grabaron la canción en 10 minutos, pero esa espontaneidad y esa frescura, afortunadamente para el resto de la humanidad, quedó registrada hasta el fin de los tiempos. En la cara B “Chrysanthemum Fountain” y “Sierra Alpha One Five” vuelven a dejar bien alto el ejercicio “THE HEPBURNS' style”.

“Something Worth Stealing” (2007) es un álbum aparentemente más ligero en su concepto lírico, pero acaba escondiendo personajes imposibles en situaciones increíbles, jugando con la imaginación y la resignación de una manera que tan sólo Matt “Todos Los Galeses Mienten” Jones podría haber perpetrado. Bueno, y también hay una canción dedicada a Velma de Scooby-Doo... Los vientos de la pareja White adquieren protagonismo, y la instrumentación se va abriendo, enriqueciendo el sonido de un disco que vuelve a alcanzar los cielos con un hit inolvidable: "The Last Thing I Saw Before I Said Goodbye".

Al año siguiente sale un disco algo atípico en el sello galés Bendigedig Records: “Trojan Hearse”. Con una formación algo diferente constituida por Matt y MikePete Mason a la batería, Cris Haines a los vientos y Andrew Harries a los teclados, firman un disco sobre la decadencia, sobre el fatalismo, intercalando momentos introspectivos con aciertos pop como la exquisita “Breakfast Of Champions”, aunque prevalecen los ambientes más oscuros y tristes.

En 2010 llega otra de sus grandes obras, de nuevo de vuelta a Radio Khartoum. “How The Fallen Are Mighty” llega en un estado de inspiración máximo. Sí, hay algo que suena cercano a THE BRILLIANT CORNERS o THE LUCKSMITHS, pero esta vez se salen más del guión. “Delores” parece como si los BEACH BOYS estuviesen cantando sobre una base de YAZOO. “One More Notch On The Bedpost” es un cuento bizarro, excéntrico, entrañable. “The Help” saca adelante todo el potencial cinematográfico del grupo. “Save Your Stories For The Police, Maurice” es un ejercicio de funk-soul que engrosaría maravillosamente la banda sonora de cualquier banda sonora de “Starsky & Hutch” y que está fuera de cualquier manual de estilo del indie pop... Hay hasta kraut en “Man Missing”. Ecléctico y burbujeante. 

Pero han de pasar siete años más (lo que viene a confirmar lo inesperado e irregular de la carrera de THE HEPBURNS) para que llegue un nuevo disco, con un título bastante elocuente: “There Is No Such Thing As The Hepburns”. A pesar de la espera, la banda sigue bastante estable en su formación, con la reaparición de Pete Mason. El propio Matt Jones dice que este disco habla de "... La personificación y la deshumanización, los extremos opuestos de la condición humana moderna mientras el capitalismo ejerce un dominio absoluto y nos arranca la última gota de humanidad. Personas fusionadas con animales, con máquinas, máquinas-personas fusionadas entre sí ... ". De nuevo la melancolía vuelve a ser protagonista e inunda una obra llena de resignación, que las trompetas “bacharianas” se encargan de iluminar.

Ese mismo año publican a través de Bandcamp "Confusin' Myself With Rock 'n' Roll", una versión del cantante noruego Frode Fivel, con el que giraron por Noruega y Suecia en 2007. Y la actividad digital sigue activa con “Totter”, un EP de cinco canciones grabado en 1989 para una de las famosas sesiones de John Peel.

En 2018 sale “In The Mean Time”, el último disco publicado hasta la fecha con Radio Khartoum. Ya los colores de esa portada nos llevan a pensar en un sentimiento diferente, que no puntuaba tanto en discos anteriores, que aquí sobresale significativamente sobre otros que sí que estaban en otras entregas. Matt lo describe así: “Todo se reduce a la ira. El nuevo álbum de THE HEPBURNS también ofrece alegría, humor y una profunda reverencia por los momentos intermedios de la vida, pero su corazón está lleno de rabia. Contra el prejuicio que fomentó el Brexit y Trump, sí; contra los plutócratas que mueven los hilos, sí; pero sobre todo contra el hecho de que, por malos que sean estos tiempos, algún día tendremos que dejarlo todo atrás”. Este disco supone la reaparición de Les Mun (este álbum está dedicado al anterior batería, Pat Grover, porque lamentablemente falleció poco antes de que se publicara el disco) y se organiza en torno a la formación que conocemos actualmente, con Sue Reece a los vientos. Las referencias musicales vuelven a girar en torno al easy listening de finales de los 60 y principios de los 70 (Alan Hawkshaw, Bert Kaempfert), al cine y la televisión (Ronnie Hazlehurst, Roy Budd) interpretados por una banda británica de guitarras y pop de finales de los 80.

Y el grupo no frena el impulso creativo de la banda. En 2020 se auto editan un disco basado en historias de personas de Llanelli, la población que les vio nacer. “Electric Lliedi Land” es su trabajo más cinematográfico, ya que es la banda sonora que dramatiza las historias narradas por los propios protagonistas, cuyas canciones llevan su nombre. Estas se alternan con píldoras pop marca de la casa, como “Dandruff”, “Sneaking In The Classic”, “Grandad's Ghost” o “You Should Have Seen The Band”.

En 2021 sacan “Architecture Of The Ages” en Elefant Records, con la colaboración vocal de Estella Rosa (cantante de NAH y de SAPHIRE & STEEL). Un disco especialmente luminoso en su carrera, puro sunshine pop californiano, donde el protagonismo de las armonías made-in Bacharach predominan y el grupo despliega una colección de arreglos y melodías de esos que le alegran a uno el día, con la guinda de la dulce voz de la cantante holandesa.

 

 

 

 

 

 

 

 

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