Papa Topo
Panamérika [Es]: "Ópalo Negro" [Crítica]
Adéntrate en las fauces del tontipop con 'Ópalo Negro' de Papa Topo
Escrito por David Segundo en lunes, 05 de septiembre de 2016 a las 12:20 PM
Papa Topo
Ópalo Negro
Elefant Records; 2016
Las costas de Mallorca han engendrado el fulgor indie pop de Papa Topo. El proyecto fundado por Adrià Arbona (teclado y voz) se ha consolidado con su nueva alineación que incluye a Júlia Fandas (vocal y flauta), Óscar Huerta (guitarras y coros) y Sònia Montoya (bajo y coros) para crear el esperado debut de la banda. Ópalo Negro es un álbum multicolor que lleva a paisajes lavanda con toques precisos de instantes kawaii, con ayuda de un tontipop emblemático. Un disco indispensable para quitar la depresión post-inicio de clases.
La movida tiene un resurgir en los compases de “Akelarre en mi salón”, una composición cuyo frenesí resulta inmenso. La antigua rola disco “Sangre en los zapatos (mi amor)” ha adquirido una profundidad groove y en esta nueva versión podría musicalizar una versión latina de Austin Powers. Resquicios de surf de antaño se suscitan en “Atormentada”, un buen homenaje a la corriente liderada por los Beach Boys. Por otro lado, la combinación de la rabia punk y el tontipop crea una de las mejores canciones del álbum: “Meteoritos en Hawaii” es un tema redondo, con un estribillo envidiable.
Uno de los mejores ejemplos de la calidad de Papa Topo es “Chico de Plutón”, que tiene un vibra de yé-yé y melodías de fuentes de sodas setenteras. La expediciones espaciales continúan con “Quédate cerca de mí”, una balada de dream pop que recuerda al trabajo hipnótico del Último Vecino. El baile celestial surge de “Ópalo Negro”, el mejor tema del disco, que hace que la pista se llene con una armonía tropical y reminiscente a los desplantes de Dënver en su nuevo material.
Las texturas musicales que logra Papa Topo en Ópalo Negro dejan al oído enamorado, y hacen que los individuos estén dispuestos a salir a la calle en busca de aventuras para alegrar el espíritu. Ópalo Negro resulta un disco perfecto para adentrarse en las fauces del tontipop y pasar una velada llena de baile continuo.