Papa Topo
El Mundo [Es]: Entrevista "Rotación y Traslación"
Papá Topo, pop en la madurez ye-yé
Versionan a Paulina Rubio o a Plastic Bertrand al mismo tiempo que son capaces de citar a Augusto Algueró entre las musas de su nuevo disco.Papá Topo ha perdido todo lo que le quedaba de peluche panda para alcanzar la madurez musical. Una transformación que traduce en lo que el dúo bautiza como mini LP. Seis canciones publicadas bajo el título de Rotación y traslación que dibujan una postal de colores saturados a medio camino entre la estampa sesentera y la ciencia ficción.
Jeannette se retrata en algún rincón de Paula Franco. Su ¿Por qué te vas?, tal vez divididos entre el tren y el andén, resurge de la historia del pop patrio de la mano de En un momento. Es el tema –videoclip incluido– con el que Papá Topo ha decidido presentar de manera oficial su nuevo trabajo. Astronautas, estaciones espaciales y páramos mallorquines para una canción que, en realidad, parece relatar su propia transformación como grupo. «Nos hemos hecho más independientes. Antes teníamos muy poca idea de grabaciones, pero ahora trabajamos codo con codo y seguimos el proceso de cerca», explica Adrià Arbona.
«En un momento, un santiamén... ahora parezco otro, yo ya no soy aquél», parece cantar la banda a aquel Oso Panda que les catapultó al estrellato hace ya más de tres años. «Esa canción nos ayudó muchísimo, pero verte encasillado en ese estilo te hace darte cuenta de que no quieres estar haciendo eso toda tu vida», afirma. El tema les lanzó en brazos de Elefant, la misma discográfica con la que hoy firman su giro de 180 grados: Rotación y traslación.
Jobim, Jeanette e incluso el ‘dabadá’ del cine de los 60 se cuelan en el disco
Gerard Civat y Manel Ibáñez son los productores de este trabajo en el que presentan seis temas donde los mallorquines no sólo exploran nuevos sonidos sino que aprovechan los recursos que su compañía les pone al alcance. «Hemos tenido un cuarteto de cuerda y todas las facilidades posibles en el estudio», corrobora Adrià. Con el vinilo convertido en un icono de Papá Topo, repiten también el formato del EP con el que aseguran sentirse cómodos. «Sin embargo éste podría ser el paso previo para nuestro primer disco completo», anuncian.
Paula Franco asume el protagonismo vocal de este pequeño álbum mientras Adrià encuentra su gran refugio en la composición y los arreglos. Sus canciones son capaces de pasar de la bossa nova de Jobim al soul con guiños al funk pero siempre en la estela del pop.
«Este trabajo es una muestra de cómo han cambiado nuestros gustos musicales. Hay mucho de funk pero también del pop español de los 60 y de las bandas sonoras de la época», confiesa el líder del grupo. Los nombres de Augusto Algueró y Alfonso Santisteban salen de su boca cuando reivindica aquella etapa del ye-yé y el dabadá cinematográfico.
Historias de amor sobrevuelan entre cuentos espaciales, siestas veraniegas y robots de hojalata incapaces de enamorarse. Su único temor es el de haber construido un disco serio en exceso para el que ya preparan contraste. Con los conciertos de presentación aún por cerrar, vuelven a crear canciones a medio camino entre sus inicios y su último trabajo. «Tampoco queremos abandonar esa línea más divertida y menos lírica. Eso también es Papá Topo. Música pop melódica y bailable», dicen.