Linda Guilala

Está siendo un principio de año muy fructífero en Vigo, en lo que a discos se refiere. El sello Elefant acaba de editar en vinilo el nuevo álbum de Linda Guilala. Se trata de un Mini LP de seis canciones pop, con la que la banda se afianza como el grupo que ya prometían ser cuando debutaban hace cuatro años con aquel “Bucles infinitos”.

Sin duda, una de las cosas que más puede sorpreder a los que no les hayan visto en directo  en los últimos tiempos, es el cambio de sonido con respecto al álbum ya citado y a lo que era su última referencia hasta la fecha, un EP llamado “Paranormal”. El disco, suena pop, o noise pop, como se decía en los noventa, shoegaze. Ritmos acelerados, guitarras potentes, con efectos. Sintes que ayudan a crear esa atmósfera de ruído que nos transportan a finales de los ochenta y principios de los noventa. Ya de entrada, nos encontramos con “Chicas guapas que van a trabajar en moto”, un actractivo título para una canción en la que ya se empieza a apreciar el sonido del que estamos hablando. Un ritmo de batería que me recuerda un poco a los que hacían Ride en aquel “Nowhere” que editaban a principios de los 90, en general el sonido de la canción me recuerda a ese álbum. El segundo corte del disco, es “Lo siento mucho”, en una línea parecida, sintes y guitarras, ruído y la voz dulce de Eva trazando la melodía entre reverbs y delays. La letra también nos lleva a uno de los lados más oscuros de la banda, una letra cruelmente sincera que habla sobre ser realista y aprender a asimilar que a veces, las cosas son comos on. Un poco más de color tiene “Verano”, en la que se me vienen a la mente los Drop Nineteens o Jesus and Mary Chain, aunque la letra nos vuelve a llevar al negativismo, no es de extrañar que en Vigo no haya verano algún año, pero creo que en realidad de lo que habla es de esas pequeñas cosas que nos queman por dentro con el paso del tiempo, esa sensación de que podríamos haber hecho las cosas de otra forma. Me parece una canción sobresaliente, probablemente mi favorita del disco. “No me véis”, una letra de 10, que nuevamente habla sobre malos rollos interiores, “Eso me lo guardo solo para mí, Por mucho que duela no va a salir Y por eso cada vez Salgo menos y no me veis”, algo parecido a aquel “Polideportivo” que cantaban La Habitación Roja (cuando molaban). Y la música, muy acelerada, como los The Wedding Present cuando casi rozaban el punk, o My Bloody Valentine, en la época de los singles. Casi para acabar el disco “Haciendo daño”, una canción que habla sobre echar cosas en cara y planear venganzas, de las que hacía Jota en los primeros discos de Los Planetas. El disco se cierra con otra de mis favoritas “Sábados de tormenta”, nuevamente, una tormenta de guitarras y ruído mientras una preciosa melodía habla sobre  inadaptación adolescente. En los noventa. La voz, las melodías y el tratado del sonido en general, me recuerda a alguien más, durante todo el disco, pero la verdad, es que no me sale ahora. Da igual. Un discazo, muy recomendable.