La Bien Querida

La bien querida – Premeditación (Elefant Records, 2014)

Vuelve La Bien Querida, vuelve Ana Fernández-Villaverde, y lo hace de una forma especial y novedosa. Su nuevo proyecto se divide en tres Maxi-Singles que irán saliendo a lo largo de este año y el próximo: Premeditación (6 de octubre 2014), Nocturnidad (6 de enero 2015) y Alevosía (6 de marzo 2015). Hace unos días que ya podemos sumergirnos en la ambientación electro-pop que sale directa del corazón de esta (no tan) Bien Querida.

Canciones de amor, mentira y desamor. La melancolía y el desencanto van de la mano para narrar una historia que parece que no puede ir más que a peor, si seguimos los títulos del disco, el bosque tenebroso que forman la portada de la colección (un cuadro pintado por la misma Ana) y el 666 que forma cada salida de álbum. Pero para terminar en Alevosía, primero hay que pasar por la Premeditación.

Aunque musicalmente los dos primeros discos de La Bien Querida, Romancero (2009) y Fiesta (2011), son los que éste comentarista aprecia con más cariño, el trabajo con las letras no ha hecho más que crecer. Las gráciles letras de sus primeros álbumes han ido cogiendo fuerza y solidez desde su interior y ahora suenan más profundas, más personales y más reales. Ni tan románticas, ni tan festivas. Su último LP, Ceremonia (2012) marcó el cambio de registro del proyecto de Ana Fernández, tan certera y cuidadosa en la selección de los títulos como en la forma de cubrir su cercana voz y sus letras con la música que más se le adecua.

Las palmas, los tambores y la guitarra dieron paso a los sintetizadores y el ritmo electrónico, haciendo más sencilla pero más enigmática, profunda y envolvente, haciendo que su voz resuene como en una cueva en la que un canto de sirena nos hace perdernos en su interior.

Si atendemos a las dos definiciones que el diccionario nos da acerca de “premeditación” nos encontramos con que ésta es una “reflexión y valoración de un asunto antes de llevarlo a cabo”, pero que también es una “circunstancia agravante de la responsabilidad criminal de los delincuentes al preparar con antelación la realización de un delito”.

Ambas definiciones guían las letras del disco, que comienzan contándonos un prodigioso romance mágico y extraño de una noche de verano (Poderes extraños), para seguir con la realidad del día siguiente (o años después) al despertar, un resaca –de amor y desengaño- y una desaparición (El origen del mundo). Una desaparición de alguien que parecía ser aquel a quien tanto tiempo se anda buscando y que deja huella, una huella que cuesta mucho borrar y a la que saber decir un “yo ya no te quiero” puede llevar por los caminos de la locura y el tormento (Alta tensión). Y terminar recuperando con otra persona una vida que no es más que una simulación de lo que se buscaba, una mentira, una rutinaria falsedad para salir adelante con los rumores como rémoras (Disimulando). Pero Premeditación no se puede resumir en esta escueta y personal decodificación del misterio que esconden las letras y la música del álbum.

Al final del mismo vuelven las palmas que aireaban la tormenta de Fiesta, pero ahora lo hacen de otra manera y uno se da cuenta de que no hecha de menos la primera etapa de La Bien Querida, y que sus composiciones líricas no podían estar mejor acompañadas como lo están ahora. El álbum que comienza con el sonido más reconocible de su discografía se va tornando grave y siniestro. Sus melodías y estribillos envueltos por un halo épico de clímax melodramático donde Douglas Sirk se fusiona con Lars Von Trier. Y los sintetizadores te arrastran hasta la pena y la locura de lo que cuesta perder un amor y el inicio de una historia que está por resolver.

Esto solo es el comienzo de un proyecto ambicioso y muy bien producido, desde lo musical hasta lo visual. Juanma Carrillo ha realizado una pequeña película que acompaña a las canciones y de la que podemos ver una primera parte en el videoclip de Poderes Extraños. Y Ana Fernández ha pintado un magnífico y siniestro paisaje para ilustrar todo el poderío y misterio que guardan su nuevas composiciones, y en el que la belleza y la oscuridad que tanto representan los trabajos de La Bien Querida no podían reflejarse de otra forma. Un bosque encantado de apariencia calmada y sencilla pero que guarda una guarida de tormentos y misterios. Una habitación roja como la de Twin Peaks (extraña coincidencia que éste álbum y la noticia filmográfica más esperada de los últimos tiempos hayan salido a la luz por las mismas fechas).

Misterio. Esa es la palabra que mejor define el comienzo de este nuevo proyecto y que nos deja con las misma ganas que tuvimos de saber quién mató a Laura Palmer. Sabemos que lo hizo conPremeditación, que lo hizo en Nocturnidad y con Alevosía. Pero todavía no sabemos cómo, y las ganas de seguir escuchando las nuevas canciones de La Bien Querida son infinitas.