Elige un año:
t

27/04/2013

Diario De Mallorca [Es]: "La canción clásica española no se agota, tiene mil posibilidades", Entrevista álbum "Ceremonia"



 

LA BIEN QUERIDA

"La canción clásica española no se agota, tiene mil posibilidades"

Cantante y compositora. La bilbaína, que estrenó 'Fiesta' hace dos años en el Teatre Xesc Forteza, regresa a Palma con su tercer trabajo, 'Ceremonia', con el que ha mudado de envoltorio tras abrazar la electrónica y la distorsión.

 

 

–La mutación de su proyecto musical en este tercer disco ha incidido directamente en la forma. ¿Ha tenido que amoldar un poco el contenido de las canciones para evitar desajustes?
–No. Las canciones están ahí. Piensa que a veces hacemos conciertos acústicos únicamente con la guitarra. La esencia de La Bien Querida continúa en este disco, sólo que le hemos cambiado el vestido. En el fondo son canciones pop clásicas. Y no hay nada nuevo en ellas.

–¿Ve este cambio hacia la electrónica como una necesidad natural?
–Sí. El primer disco [Romancero] fue una novedad cuando salió. Y tuvo buena acogida. Con el segundo [Fiesta] llevábamos la presión encima, pero nos salió algo más cómodo, no arriesgamos tanto. Como artista, creo que hay que intentar hacer cosas distintas. Con Ceremonia nos hemos quitado la espina que nos quedó con Fiesta. Teníamos claro que era un cambio brutal el que queríamos hacer.

–¿Cómo se fue desarrollando este cambio durante la composición y /o grabación de las canciones?
–La primera canción que compuse fue Arenas movedizas. Yo hago las canciones y David Rodríguez los arreglos. Siempre las compongo con la guitarra. Entonces él empezó a hacer los arreglos de esta canción así, con música electrónica, y después los fuimos puliendo. Entonces vimos que se nos abría todo un mundo, y fuimos tirando por ahí con todos los demás temas. Es cierto que, después, algunas de las otras canciones del disco las fui componiendo sabiendo un poco que los arreglos iban a ir por ahí.

–Y entonces, ¿qué cambió en la composición de esas canciones? ¿Tenía algún punto de referencia?
–El ritmo cambia. Cuando las componía pensaba en el krautrock alemán tipo Kraftwerk.

–¿La canción clásica española tiene infinitas posibilidades?
–Sí, las tiene, siempre dentro de las limitaciones del pop, claro. Una canción clásica se puede arreglar y cantar de mil maneras. Yo parto de la tradición de la canción española porque es la manera en que me salen más fácil los temas.

–Además del estilo de la canción popular, ¿qué o quién le ha inspirado para escribir las letras?
–Para este disco leía bastante a Antonio Machado. Y también poesía china, que es muy sencilla y describe bastante el paisaje y la naturaleza. A diferencia de los otros discos, quizá en Ceremonia los paisajes que describo tengan un toque un poco más agresivo.

–¿La guitarra acústica había encarcelado un poco a La Bien Querida?
–Sí, muchísimo, sobre todo en el directo. En el escenario cantas, intentas afinar, y la guitarra te aprisiona un poco. El directo que hacemos ahora es todo electrónico, sin guitarras acústicas. Es más explosivo.

–Entonces, ¿qué es La Bien Querida sin su guitarra y el productor David Rodríguez?
–Pues no lo sé. De momento es así como funcionamos. Cuando fiché con Elefant Records me dijeron que me buscarían un productor para las canciones y yo pensé en seguida en David. La Bien Querida también es David. Pero está claro que antes de que él haga arreglos debe haber una canción. Y en el proyecto de La Bien Querida lo importante son las canciones, luego vienen los arreglos. Podríamos decir que ésta es nuestra manera de funcionar.

–Muchos temas del disco, como Aurora o Hechicera, suenan mucho a Los Planetas. 
–Los Planetas me encantan. Y reconozco que la forma de componer de Jota me ha influido un montón. Tanto que las canciones ya me salen así. También he hecho cosas con ellos. En su último disco, Una ópera egipcia, canto dos canciones, La Veleta y No sé cómo te atreves. Y Jota ha venido con nosotros ahora, en concreto a unos conciertos acústicos que hemos estado haciendo por el sur de Andalucía. Por otra parte, yo creo que David Rodríguez y Jota han bebido de las mismas fuentes. David es bastante pionero y vanguardista. Y en su momento fue inspiración para Los Planetas. En el plano musical, me refiero, no en el compositivo.

–¿Cómo son ahora sus conciertos: mezclan el nuevo disco con la guitarra acústica de los anteriores?
–Bueno, he de decir que hemos pasado por el filtro electrónico de Ceremonia los temas de los dos anteriores trabajos. En el concierto de hoy en Palma, también estará Frank Rudow (ex Manta Ray), quien se ha ocupado de las programaciones y la percusión electrónica. La verdad es que la gente ha aceptado bien la adaptación de las canciones anteriores. En general, lo que desean es seguir la letra y la melodía, que no han cambiado.

–¿Han ampliado público con el salto electrónico que han dado?
–Yo creo que sí. Estoy contenta. Cuando mezclábamos Ceremonia, pensaba que íbamos a perder fans, pero tenía que arriesgar para no estancarme.

–En este disco, es curiosa la mezcla de sus canciones, que hablan de sentimientos, con las máquinas frías de la electrónica. ¿Qué levadura ha usado para mezclar estos dos ingredientes?
–Creo que el vestido frío de la electrónica le va muy bien a estos temas, los endurece. Se crea un contraste que queda bien, también con mi voz. Si el envoltorio es ñoño y mi voz también, el resultado sería empalagoso.

–¿A qué discos se mudaría a vivir?
–Iría cambiando mucho de casa, porque siempre la misma música cansa. Después hay discos que viven en el recuerdo y que están relacionados con un momento determinado de tu vida. Yo creo que ahora mismo vivo en Ceremonia.

–Ya que usted intenta darle una vuelta de tuerca a la canción española, ¿considera peyorativo el sustantivo "tonadillera"?
–No, pero no me siento identificada con él. Como mucha gente, lo identifico con la Pantoja.

–Ahora que vienen a la Fira del Disc de Mallorca, hay que recordar que Elefant Records les edita también en vinilo. 
–Es un formato muy bonito. En Madrid y en Barcelona está volviendo entre la modernez. Es un objeto precioso que supone un ritual y una experiencia especial escucharlo: lo sacas de la funda, lo pones... Perdurará. Los de Elefant nos dicen que no tiremos los cedés porque volverán. Pero yo no lo creo. Son como el casete, un soporte que no ha vuelto.


 


 

 

 

 

 

 

 

 

En esta web utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios

Si continúa navegando consideramos que acepta su uso.
Puede obtener más información en nuestra Política de Cookies.

Aceptar