Ana en arenas movedizas

Hasta hace algunos años la española Ana Fernández-Villaverde era pintora (bueno, lo sigue siendo). Un día, tras un concierto de Los Planetas en San Sebastián, conoció a J, el líder de la banda, que la condujo al mundo de la música. Desde entonces, 2005, se ha dado a conocer como La Bien Querida. En su más reciente álbum Ceremonia, da un cambio drástico a su sonido, sumergiéndose de lleno en la música electrónica y evocando, como el título bien lo revela, a los míticos y oscuros Joy Division.

En el 2006, Ana se compró una guitarra y se aprendió los acordes de Mojave 3, Neutral Milk Hotel, The Cure… “Un día J me dijo que me pusiera a escribir y me contó cómo hacía él las canciones. Le hice caso y en poco tiempo ya tenía unas cuantas piezas. Se las enseñé y le encantaron.” Entonces Ana empezó a buscar un nombre para su proyecto, e inspirada en una película antigua mexicana en la que sale Dolores del Río, La Malquerida, decidió darle la vuelta y crear su seudónimo. “La verdad no fue algo que pensara mucho, es lo primero que se me ocurrió. Lo busqué en Google y como no existía lo registré. Me gustó el carácter popular del nombre, pero quizá si ahora tuviera que elegir un nombre para un grupo, me pondría otro.”

Desde hace algunos años Ana trabaja muy de cerca con David Rodríguez, productor de su primer disco y novio, quien se encarga de vestir y producir las canciones. “Es mi persona de confianza. Nos llevamos muy bien, nos gusta estar juntos y nos entendemos muy bien. David sabe lo que me gusta musicalmente y lo que no.”

Cuando hizo Ceremonia (su tercer disco, publicado hace un par de meses),La Bien Querida estaba embarazada de su hija Estrella. “El disco quedó mejor de lo que esperaba. Lo que no esperaba es que gustara tanto en España. Y para tocarlo en vivo hemos fichado a Frank Rudow, que es un mítico del indie en España. Necesitábamos a una persona versátil que supiera tocar varios instrumentos y controlara las programaciones y los sintetizadores. Pensamos en él y aceptó tocar con nosotros. Tratamos de llevar el disco a concierto lo mejor que podemos. Frank Ibern completa el equipo. Además, Stanley Sunday nos ha hecho unas proyecciones muy chulas para cada canción. Encontrar a una banda que nos acompañara en vivo fue duro porque tuvimos que cambiar de grupo, pero corrimos con la suerte de pensar en Frank y que él aceptara tocar con nosotros.”

Antes de los conciertos, Ana se pone muy nerviosa “respiro profundo, tomo unas flores de Bach, un poquito de agua y nos damos un abrazo.”

Ceremonia es un homenaje a New Order (el título lo deja claro), pero Kraftwerk, The Sound, Neu!, Dead Can Dance, Tijeritas y Battiato fueron algunas de sus principales influencias.

“Para escribir me inspiran los conflictos del ser humano, las relaciones, el amor y el odio, la vida y la muerte, la naturaleza. Supongo que la situación en España también afecta. El país está pasando por un mal momento y la gente está deprimida y triste.” Afortunadamente, el buen momento de Ana apenas comienza.