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28/02/2013

AUX Magazine [Es]: Entrevista álbum "Ceremonia"



 

LA BIEN QUERIDA.

TENGO MUCHAS DUDAS SOBRE

MÍ(LES DE COSAS).

Tras haberse hecho un hueco de honor en el panorama musical,

la bilbaína Ana Fernández-Villaverde lanza un tercer disco absolutamente

rupturista que podrían haber firmado los mismísimos

New Order. Presenta este poderoso ‘Ceremonia’ en directo,

con el patrocinio de AUX., en Bilbao y Donostia en marzo.

 

 

Hace poco más de 3 años ni sabíamos quién era esta bilbaína de nombre Ana Fernández-Villaverde. Pero tras su debut en la música –animada por sus amigos de Los Planetas– con ‘Romancero’ en 2009, La Bien Querida se convirtió ipso facto en uno de los nombres imprescindibles del panorama indie patrio. La consagración le llegó con el continuista ‘Fiesta’ (2011), con el que se hizo ya imprescindible en todo festival de marchamo. Sin embargo, ella es la primera que no se muestra del todo contenta con su fulgurante inicio con dos álbumes psuedoacústicos, cercanos, naif y con un punto folclórico. “Yo es que me arrepiento de todo. Soy muy crítica conmigo misma y también muy insegura, así que me cuesta estar satisfecha con la mayoría de las cosas que hago”, reconoce. Así que entre esa necesidad de repensar lo ya hecho, y una inquietud constante, a finales de 2012 puso en la calle un tercer lanzamiento absolutamente rupturista con el que nos dejó boquiabiertos. Ya desde la portada: dibujo de la propia Ana y retrofuturista tipografía propia. “Pensé que era el momento idóneo para dejar de salir en mis portadas, ya que con este disco se hacía presente un giro musical”.

 

Aunque más que de giro, casi podríamos calificar ‘Ceremonia’ de triple salto mortal. Adiós a la fórmula que le había funcionado tan bien hasta ahora. Las guitarras acústicas dejaron paso a los sintetizadores, las palmas al bombo, y la serenidad a la potencia y las cajas de ritmos. Diez temas “de los de siempre, pero vestidos con sintetizadores, arpegios y ritmos repetitivos; muy influenciado por la música siniestra de los 80, el kraut-rock y el techno-pop”, resume ella. Y cierto es; la forma de cantar y el tipo de canción son reconocibles, pero el sonido nos hace evocar nombres que hasta ahora jamás nos hubiéramos atrevido a relacionar con La Bien Querida. “Bueno, me gusta como componen José Alfredo Jiménez o Manuel Alejandro, sí, pero también me gustan The Cure, The Fall, Suicide, Kraftwerk o New Order”. Sobre todo New Order. Desde el título del disco –que remite al tema ‘Ceremony’ con el que el trío inglés debutó en 1981– hasta el bajo y los teclados de ‘Aurora’, pasando por el punto atmosférico de ‘Luna Nueva’.

 

Y aunque ella no las tenía todas consigo, parece que la trasmutación ha sentado bien. “Mi idea no era que este nuevo traje para las canciones las fuera hacer más accesibles. Al revés, pensaba que el cambio no iba a ser bien aceptado. Decidimos arriesgar porque no queríamos apalancarnos. Podía haber salido mal”. Al menos ese era el miedo con el que, requeteembarazada y arropada por el productor de todos sus discos, David Rodríguez (Beef y La Estrella de David), se encerraron en la casa que comparten en Barcelona –son también pareja sentimental–. Solos, enclaustrados y con el título de ‘Ceremonia’ y la canción ‘Arenas movedizas’ como guía. Ana componiendo y cantando; David tocando y a los arreglos; en plan ‘línea de producción industrial’. “Somos muy obcecados. Cuando hacemos música pensamos exclusivamente en ello”. Y un mes después lo tenían: parían álbum y bebé. “El disco lo grabamos entero en casa, aunque luego tuve que repetir voces y hubo que mezclarlo y masterizarlo fuera”.

 

Quizá por ese encierro, el resultado es una homogénea colección de canciones cuya fuerza no les quita ese aire oscuro y “melancólico que creo que caracteriza mi forma de componer”. Ni esas letras sobre situaciones límites del amor. Una uniformidad que hace que ‘Ceremonia’ encaje en la tradición de discos conceptuales, redondos, de la que Ana es entusiasta.

 

A pesar de las dudas sobre sus anteriores grabaciones, sobre este salto al vacío, sobre todo un poco, Ana sí tiene claro que la rotundidad del nuevo sonido debe trasladarse al directo. En esta gira que recala en Bilbao y Donostia con el apoyo de AUX., se presenta como trío, arropada por David (guitarras y sintetizadores) y Frank Rudow (programaciones, batería electrónica y sintetizador). Promete que las canciones antiguas se pasaran por el nuevo filtro; lo que no promete es un mayor dominio del escenario. Porque, de nuevo la duda y la inseguridad, no es que Ana sea precisamente un animal escénico... “Muchas veces al acabar un concierto se me acercan y me dicen: ‘Tienes que sonreír más’ o ‘Qué poco hablas’ o ‘Un poco sosa, deberías moverte más’. No soy una presentadora de televisión ni quiero serlo”.

 

Entre duda y duda, Ana sigue trabajando y componiendo para dar algún día con LA CANCIÓN, así, con mayúsculas. “Algún tema redondo, como ‘El animal’, de Franco Battiato; ‘Ese hombre’, de Manuel Alejandro que cantaba Rocío Jurado; ‘Love Song’, de The Cure; o ‘Segundo Premio’, de Los Planetas”. Y, quién sabe, tal vez cuando dé con ella la pase por el filtro de algún nuevo estilo… ¿Qué tal la txalaparta y el euskera? Si hasta Madonna, también muy dada ella a reinvenciones pero sin ser de Bilbao, lo hace hoy en día. “¡Puede ser! Estoy abierta a todos los palos que me gustan. Nunca me ha gustado el funky, por ejemplo, así que jamás haría un disco así. Pero lo demás…”.

 

Texto de

Germán Castañeda. 

 

 


 


 

 

 

 

 

 

 

 

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