La Bien Querida

La Bien

Querida

POP

Viernes 8 de febrero, 22.30.

12 € y 15 € en Ticketea y taquilla.

El Sol. Jardines, 3 [Gran Vía].

Su mundo

Bio. Ana Fernández-Villaverde es de Bilbao, pero vive entre Madrid y Molins de Rei (Barcelona).

Pintura. Su ocupación antes de dedicarse a la música. Actualmente sigue pintando.

Intimidad. “No hay que olvidar que una canción es una canción; la vida es otra cosa”, dice a propósito del contenido autobiográfico de su obra.

Insatisfacción. “Nunca acabo de estar satisfecha con lo que hago ni con cómo lo hago”.

Cómo vais a adaptar el repertorio antiguo a vuestro presente directo? Las canciones antiguas las hemos pasado un poco por el filtro de Ceremonia, pero el cambio no es tan bestia. De momento no se ha quejado nadie.Grabasteis Ceremonia estando tú embarazada. Es un disco de fuerte carácter. ¿Dirías que refleja tu estado de ánimo durante la gestación?No, en absoluto. El disco es oscurito, y yo pasé un embarazo buenísimo y contenta. ¿La maternidad ha cambiado tu punto de vista o tu enfoque sobre las cosas? ¿Crees que va a influir, de algún modo, en tus próximas canciones? La maternidad te cambia la forma de ver la vida. Pero, hasta ahora, no he pensado en mi hija al hacer canciones. Y David [Rodríguez, su compañero de grupo y su pareja] tampoco. Me centro en lo que estoy haciendo. De momento tampoco tengo intención de sacar ningún disco infantil. ¿Escribir canciones junto a David te ha permitido conocerle mejor? Le conozco bien y él a mí también porque pasamos 24 horas juntos, pero no por las canciones. Nunca le he preguntado por qué ha hecho esta o esa canción, ni él a mí tampoco. Él hace sus canciones para La Estrella de David y yo hago las mías para La Bien Querida. Recientemente, se publicó un artículo sobre el machismo en el entorno de la música independiente. Los autores aseguran que tus letras reproducen “estereotipos del amor romántico: monógamo, incondicional y doloroso”. ¿Qué sensaciones tuviste? Usaron la frase: “Que me hubiera casado contigo de habérmelo pedido”, para argumentar su discurso, pero tengo otras frases y otras canciones que podrían argumentar lo contrario, así que ni siquiera me sentí ofendida. Me pareció que los ejemplos que pusieron no eran muy acertados. En el indie no son más frecuentes los comportamientos machistas que en otros mundos musicales.