La Bien Querida
Rese?a "Romancero"
¿Quién me querrá?
En mi diccionario ideológico Julio Casares busco 'tristeza' y me remite a 'aflicción'. Y ahí me encuentro una lista infinita de vocablos asociados. 'Romancero' de La Bien Querida es un disco triste, pero no afligido, ni penoso, ni desconsolado, ni dolorido, ni doliente, ni doloroso, sí acongojado, pero nada angustiado, ni agónico, ni agobiante, ni ansioso, ni amargo, ni amargado, ni contrito, algo atribulado, poco consternado, en ningún momento afectado o atormentado o torturado o apesadumbrado o sufriente o herido. Sí es melancólico y nostálgico y morriñoso y solitario. Tampoco cae en la queja. Y sortea la compasión. Sí suelta algún suspiro. Traspasa y entristece. Afecta y deshace. Romancero padece y añora. Sin lamentarse.
Qué extraña adicción causan algunas tristezas. Qué raro escuchar una melodía y tener que salir corriendo a comprarse el disco porque de pronto ya no puedes estar sin él. Qué curioso querer vivir en unas canciones que te arrugan el corazón.
Dice un amigo que es un disco generacional: para treintañeras perdidas. A mí me suena a final de fiesta. A agridulce final de fiesta de pueblo. Cuando se acaba la verbena, las luces se encienden y las guirnaldas se pisotean.
Publicado por el tapir nicanor en 10:01
Etiquetas: la bien querida, romancero
La Bien Querida [Reflexiones de un tapir]
foto: Archivo Elefant