Diario Vasco [Es]: Artículo y vídeo-visita a la primera exposición de Javier Aramburu "Habitaciones de Javier Aramburu" por Ricardo Aldarondo
Habitaciones de Javier Aramburu
Oído en la galería, a un matrimonio mayor: “Esto está fenomenal, qué calidad. Pero, ¿pone ‘Primera exposición’, no?”. “Qué raro, no parece un principiante, es una pintura muy buena”.
Unos chicos le piden a Teresa Iturrioz que pose para una foto junto al óleo original de la portada del discoMonólogo interior de Single. Unas horas más tarde, el cuadro está vendido.
Una pareja joven, ella embarazada, ve la exposición durante un buen rato, y después se marcha. Al cabo de unos minutos, regresan y él abre la puerta y dice: “Me gusta pintar, no soy nadie, pero quería deciros que la exposición me ha emocionado muchísimo y me parece buenísima”. Teresa, que recibe en ese pequeño hogar, le invita a expresarlo en una nota. No sabemos que puso, pero estuvo un buen rato escribiendo.
Otro matrimonio mayor: “Se ve que su padre ha significado mucho para él, qué bonito homenaje”.
Estas son algunas de las voces escuchadas en el primer fin de semana de la Primera exposición de Javier Aramburu, entre un público incesante y de todo tipo: desde los que se acercaban sin ninguna referencia sobre quien parecía presentarse como un pintor novel, hasta los que hubieran podido explicar a ese primer matrimonio que llevan años, lustros, admirando las portadas que Aramburu hizo para tantos discos significativos del ‘indie’ (y no tan indie: Juan Perro, Kiko Veneno, Andrés Calamaro) de los últimos veinte años, y que estaban esperando una reaparición tras un lustro de casi silencio, a excepción de las portadas de Single que ha seguido realizando en este tiempo.
Admiradores de la buena pintura o fans de Family y de Single, o ambas cosas, se citan en ese lugar, la esquina de la calle Almadén y la calle Alameda de Madrid, entre las habitaciones de Javier Aramburu, después de tantos años sin ponerle un rostro ni un lugar al artista. No es una galería como tal: Javier, con Teresa como agente, hace suyo y bajo su propio sello ese local que parece estructurado para acoger una pintura tan especial y significativa, tan íntima y honesta. Tras la recepción de arriba, desciendes al recogimiento de las estancias que contienen cinco años de dedicación. De dedicatorias y entregas: a los seres queridos, a las plantas vivificantes, a las portadas de Single, que originalmente eran grabados y óleos.
Otros deberán ser quienes juzguen el valor artístico (mucho, seguro) pero la carga de emoción y belleza, dolor y serenidad, aflora por sí sola y cuenta muchas cosas de quien prefiere no contar nada con sus propias palabras, ni estar físicamente presente en la galería. Sin embargo, Javier Aramburu habita y se expone profundamente en estaprimera exposición de múltiples significados: da un paso de gigante respecto a su anterior etapa en el diseño gráfico (ya intuido en las fabulosas ilustraciones que hizo para los libros Abezoo y Jaime de cristal) y abre la puerta a una nueva obra llena de promesas. De momento, estas habitaciones le absorben a uno, mientras las recorre una y otra vez en un bucle de admiración y fascinación.
Quedan pocos días, hasta el domingo, para ver Primera exposición. Muchas de las obras ya están vendidas, y quién sabe cuándo volver a estar juntas. Conviene no perdérsela: pocas veces se ven ‘debuts’ de esta excelencia.
Hacemos nuestra propia video-visita a la exposición, aunque para ver las obras en las mejores condiciones virtuales es mejor acudir a su página www.javieraramburu.es
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