Álex Díez: "Ya no volverán a sonar las canciones de Los Flechazos"

El músico leonés, líder de Cooper, saca a pasear por última vez el repertorio de su emblemática banda mod en un recopilatorio y una gira que llega a la sala Apolo

Contra viento y marea. Contra la indiferencia de una industria poco interesada en los corredores de fondo, contra la incomprensión de una crítica más atenta a la novedad que a la emoción y contra el rechazo purista de la escena en la que dio sus primeros pasos (demasiado 'mainstream' para los mods; demasiado mod para el verdadero 'mainstream'). Contra todo ello ha luchado el leonés Álex Díez para construir una admirable carrera que se quedó a dos palmos del éxito masivo con Los Flechazos y continuó por carreteras secundarias con Cooper, siempre en busca de la canción pop redonda. Al cumplir tres décadas en los escenarios, Díez ha decidido echar la vista atrás y hacer balance con el disco recopilatorio'Popcorner. 30 años viviendo en la era pop', y con una gira que el sábado llega a la sala Apolo dentro del ciclo Stash Rock and Roll Club.

Desde que puso en marcha Cooper se había resistido a volver al repertorio de Los Flechazos. ¿Por qué ha decidido recuperar ahora esas canciones? Llevamos 15 años con Cooper y yo veía que el proyecto necesitaba un poquito de aire, así que pensé que era buena idea parar con el grupo. Y, para no dejar de tocar, se me ocurrió lo de montar la celebración del aniversario. Además, si no lo hacía ahora, dentro de dos años ya sería demasiado tarde.

¿Y eso? El vínculo que yo tengo con las canciones de Los Flechazos lo siento tan débil, tan a punto de romperse, que era ahora o nunca. Me ha costado mucho ponerme en la piel del Álex de 20 años que cantaba 'Viviendo en la era pop', pero creo que aún tengo la energía necesaria para afrontar esas canciones y defenderlas en directo sin traicionar la idea original. Y seguramente dentro de poco eso ya no va a ser así.

¿Suele escuchar sus discos antiguos? ¿Los de Los Flechazos? No.

Y al volver a ellos para poder armar este proyecto, ¿se ha llevado alguna sorpresa? Me ha ayudado a entender por qué no sentía necesidad de revisitar todo aquello. Al verme en la situación de desentrañar aquellas canciones, me he dado cuenta de cómo había cambiado yo. Y a ese momento vital diferente le corresponde una música muy distinta. Pero también me he dado cuenta del gran poder de transmisión que tenían Los Flechazos.

¿Qué criterio ha seguido para elegir las canciones que entraban en el disco y en los conciertos? Son los 'hits'. Bueno, los 'minihits' [risas]. Aquí no hay grandes éxitos, pero sí hay canciones emblemáticas que tenían que sonar, porque esto es algo que yo he hecho para la gente, no para satisfacer mi gusto personal.

Con la perspectiva del tiempo, ¿sigue viendo muy clara la línea que separa Los Flechazos de Cooper? Yo sí, pero debo de ser el único. He intentado explicar las diferencias muchas veces, pero ya he tirado la toalla. Y, de hecho, el proyecto de 'Popcorner' es una manera de tirar la toalla. Cuando nació Cooper hubo reacciones muy encontradas. Había gente que me decía que me tenía que poner otra ropa [risas].

Los Flechazos parecían destinados a un éxito que nunca llegó... No está bonito que lo diga yo, pero la industria musical a mí no me ha tratado bien. La repercusión comercial que podría haber tenido mi carrera en otro país habría sido distinta, pienso. Aunque, por otro lado, yo estoy contentísimo del cariño de la gente, me he sentido siempre muy valorado y querido.

Curiosamente, un determinado sector les reprochaba que hubieran tenido demasiado éxito y les dio la espalda por ello. Eso se circunscribe a esa pequeña pandilla de tarados que somos los mods. Yo he tenido momentos de encuentro absoluto y de desencuentro absoluto con la escena mod, pero a mí a mod no me gana ni Dios. Yo soy más mod que nadie. Y son mi familia, no tiene por qué gustarles lo que hago. Los Flechazos nos hicimos demasiado populares como para seguir gustando al público mod, es verdad. Son peajes que tienes que pagar. En otros países esas cosas no pasaban, pero a nosotros sí nos pasó. Y yo no lo llevé nada bien.

Cuando empezó con Cooper, ¿sus expectativas comerciales habían cambiado? Era un proyecto mucho más relajado. Yo no quería vivir de la música. Cooper era mis vacaciones.

En el 2002 anunció su decisión de no grabar más elepés y publicar solo 'singles' y epés. ¿Eso no fue un disparo al pie de la carrera comercial de Cooper? Totalmente. Yo sigo creyendo que tenía toda la razón del mundo, pero quizá lo hice en un momento en el que el país todavía no lo podía entender. Fue la tumba comercial de Cooper, porque el grupo podía haber llegado a otro nivel, pero no sé si manteniendo la dinámica de sacar un álbum cada año y medio habrían podido salir las canciones que han salido en este tiempo.

¿Qué relación ha tenido Cooper con la escena 'indie'? El papel que Cooper ha jugado en la escena indie española de los 90 y los 2000 es como el papel que Georgie Fame jugó para los mods. Él no era mod, pero tocaba para los mods y en los sitios donde estaban los mods. Y Cooper hemos tocado en las salas, en los festivales y en los programas de radio en los que se ha desarrollado toda esa generación de bandas. Y cuando ha llegado el momento de hacer balance de esa época es como su hubiéramos desaparecido. Pero es que siempre hemos sido un poco invisibles para ellos. Cuando tocamos Los Flechazos en el primer FIB, la crítica que salió en la revista 'Spiral' decía: "Después de Echobelly salieron Supergrass; y cuando terminaron, volvieron a salir Supergrass" [risas].

¿Qué vendrá después de 'Popcorner'? No lo sé. Ahora estoy muy metido en este proyecto y en mi editorial [Ediciones Chelsea]. Seguiré haciendo canciones para ver lo que pasa. Lo que seguro que se habrá acabado es la recuperación del repertorio de Los Flechazos. Ya no volverán a sonar ni 'Suzette' ni 'La reina del muelle' ni todas esas canciones que tuvieron su momento, y ha estado muy bien recuperarlas ahora, pero ya está.

Igual hace una gira de 50 aniversario. Los Action siguen tocando las canciones de hace 50 años. Yo fui a ver a los Action a la isla de Wight la primera vez que se reunieron. Y lloré. Pero a los Action de ahora solo se les puede escuchar con el corazón. Y eso es lo que no quiero que pase con Los Flechazos.