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04/05/2016

Nos Gusta La Música [Es]: Entrevistamos a Alex Cooper



Entrevistamos a Alex Cooper

 

 

 

 

Entrevistamos a Alex Cooper icono del pop nacional. Nos habló de su nuevo disco lanzado, un recopilatorio con dos temas nuevos, y de la gira de celebración de 30 años en la música.

30 años en el mundo de la música es un tiempo más que considerable ¿cómo te ves ahora con respecto a tus comienzos?

Es un topicazo pero lo tendré que decir igual: no soy la misma persona. Hay rasgos de mi carácter que siguen ahí pero pienso en muchas materias de una manera diametral mente opuesta a como pensaba entonces. Casi tengo 50 años, me he divorciado y vuelto a casar, soy padre, ya no tengo padre, he dejado de cambiar de casa y colegio cada dos años, tengo otros intereses además de la música, no escucho más de diez o quince canciones al día (la mayoría de las veces), no toco la guitarra a diario, soy mucho más feliz, llega el verano y lo que quiero es irme a la playa… Cuando tenía 20 años quería comerme el mundo. Ahora estoy un poco empachado de mundo, prefiero mi habitación.

 

¿Alguna vez quisiste tirar la toalla?

Con la disolución de Los Flechazos. Durante dos o tres años dejé de ser músico, me dediqué a otras cosas y en mi cabeza no existía la opción de volver. No fue tanto tirar la toalla (que se hace ante una derrota, que es como una rendición) sino seguir nadando sin pararme en el Gabarrón, a ver si era capaz de llegar a la Isla de Santa Cristina.

 

¿Cómo crees que ha evolucionado el pop a lo largo de estos años?

Mal. El planeta pop está superpoblado, hace falta una buena bomba de neutrones, que borre de la superficie tantos egos y tanta canción prescindible. Los sesenta siguen siendo la era dorada del pop por una razón que nadie quiere ver, que nadie se atreve a aceptar: había un equilibrio perfecto entre la búsqueda DIARIA del “nuevo sonido revolucionario” y la obligación de entretener. Y la música en directo, los músicos tocando sus instrumentos, era el lenguaje, el media. Eso ya se acabó, y el precio que estamos pagando yo creo que no lo compensa…

 

¿Hacer un recopilatorio con dos temas nuevos, es el final o el principio de algo?

Es más bien el final, las dos canciones nuevas tenían la misión de enmarcar estos treinta años, de darle sentido a esta especie de evolución personal. Era como aceptar que he estado creciendo “de cara al público” todos estos años, e intentar marcar el punto de inicio y la línea de llegada. Cuando acabe el 2016 y estemos felices y agotados de tanta celebración… a por lo siguiente!

 

¿Te has sentido diferente como artista estando en Los Flechazos en contraposición a tu carrera en solitario?

Sí, con Cooper he tenido muchos momentos en los que me he sentido muy solo y eso con Los Flechazos nunca pasó, porque estaba Elena y con ella podía compartir lo bueno y lo malo de lo que nos estaba pasando, tan jóvenes, tan fuertes y tan inexpertos. Además, Cooper ha sido una especie de reivindicación personal un poco agotadora, esto de tener el apellido Flechazos todo el rato, esto de tener que justificarte como autor y como artista con cada single… A pesar de ser un proyecto de perfil más bajo y que se suponía más liberador, también ha tenido sus fases de “… No sé qué más te puedo dar, no sé qué más te puedo dar…”. Ha sido un chulo, las canciones ahí quedan, yo estoy muy orgulloso de Cooper, pero creo que tras quince años el asunto se merecía un parón.

 

Al pop siempre se le ataca desde el lado de la comercialidad, de ser una música de fácil digestión, ¿es su punto débil o fuerte?

Lo cierto es que el pop es música popular que no te va a defraudar nunca porque las expectativas son cercanas, sencillas, posibilistas. Nunca caerá en el patetismo rockero de enarbolar el estandarte de la revolución y la protesta y luego andar pidiendo subvenciones a entidades públicas, locales de ensayo gratis, sponsorizaciones de Coca Cola y menciones en el telediario. Cuando nació el rock era peligroso, los padres no querían que sus hijas fueran a conciertos de rock. Ahora son los padres los que llevan a las hijas a esos conciertos para ver si se enganchan. El rock es un mundo de autoparodia y falsa rebeldía, yo no creo en el rock, nunca creí. El rock te lleva a darte de bruces contra la realidad, cuando despiertas del sueño “teenager”, el pop en cambio te ayuda a sobrellevarla. Cómo los vas a comparar…

 

¿Un grupo como Los Flechazos lo hubiera tenido fácil para nacer ahora, viendo los malos tiempos que corren para la música?

Bueno, no creo, nosotros tuvimos mucha suerte, dentro de la mala suerte. Quiero decir que ojalá hubiéramos nacido tres años antes… pero entonces no habríamos sido como fuimos. No me imagino un grupo como Los Flechazos surgiendo en medio de tanto escepticismo y tanto “yo estoy de vuelta…”

¿Qué significó Kike Cardiaco para vuestra carrera?

Nos puso en contacto con DRO y nos produjo los primeros discos. Nos dio un buen empujón; él y Zapico, el cantante de Los Deicidas, otro grupo local de León.

 

Vuelves a Dro (Warner) con “Popcorner”, ¿ilusionado?

Mucho, ha sido genial volver a hacer promoción como en los viejos tiempos, diez entrevistas una detrás de otra. Y la gente de antes que sigue ha estado genial, pero es que los nuevos que he conocido gracias a esta aventura me parece a mí que son la bomba trabajando e implicándose en todo. Ha sido un descubrimiento. Eso sí, van a otro ritmo, pero si te adaptas es perfecto. Además, todo ha coincidido en un momento en el que se valora más la atención al detalle, el mimar al seguidor y al aficionado, una época en la que son importantes los medios grandes pero también los más modestos… así que para mí, eso ha ido genial. Cuando acabe esta etapa, me volveré a Elefant muy contento, pero también muy agradecido a todos estos meses aquí.

 

Éxito en el concierto de La Riviera en Madrid ¿cómo lo viviste? ¿qué nos podrías destacar?

La gente lo hizo especial, el público era un espectáculo en sí mismo. Había mucha emoción, hacía demasiado tiempo que esas canciones no sonaban y supongo que la larga espera lo hizo más mágico. Yo estuve sorprendentemente sereno, porque la carga emotiva era muy fuerte y pensé que me iba a pasar factura. Y el grupo funcionó muy guay, las canciones sonaron como un tiro y a toda velocidad, respetando mucho el espíritu de Los Flechazos. A mí me encantó cuando salieron Héctor o Elena a tocar sus canciones, también cuando tocamos “En el club”, con los metales atronando, y “No sabes bailar” en el bis, que fue un desmadre. Al final sí que sabían. Bailar, digo.

 

¿Cómo crees que irá el de Barcelona? ¿son públicos distintos?

No lo sé, yo creo que va a ir muy bien. En Madrid había bastante gente de Cataluña y de Valencia también. Los que lo llevan esperando años saben que no va a haber muchas posibilidades y unos cuantos quieren repetir. Y los menos fieles, la gente a la que le gusta la música y recuerda los temas de la “era pop”, esos vendrán porque saben que va a ser un conciertazo. Yo creo que lo vamos a pasar teta.

 

¿Qué crees que envejece mejor el pop o el rock?

Envejecer es una putada, pero la música te ayuda a recuperar la sensación de los tiempos de “piscina y desmelene”. Cada uno necesita su banda sonora, la mía son los Jam y los Small Faces, no sé si son pop o rock.

 

¿Si sólo pudieras tocar un tema cual sería?

“A toda velocidad”.

 

Para los seguidores de NGLM (Nos Gusta La Música), por qué deben escuchar la música de Álex Cooper?

Porque igual escuchan las canciones y se unen al famoso club del “pero cómo es que no conocía yo esto…”

 


 


 

 

 

 

 

 

 

 

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