Cultura Fetén [Es]: Ediciones Chelsea, editando en la Era Pop [Entrevista]
Ediciones Chelsea, editando en la Era Pop
Álex Díez es uno de los músicos más importantes del Pop en mayúsculas y en castellano. 30 años haciendo grandes canciones donde brillan preciosas melodías, primero con Los Flechazos, después con Cooper, él es nuestro gran referente mod en España, un artista al que ya sólo por su faceta musical le tenemos máximo respeto y admiración. Hace tres años Álex Díez fundó Ediciones Chelsea, editorial independiente en la que hasta la fecha ha publicado más de una decena de libros donde la colección Mis Documentos tiene un toque especial. En Mis Documentos artistas del pop independiente recopilan testimonios, diarios, escritos del pasado o colaboraciones con medios y fanzines, conformando en estos libros un recorrido en primera persona de su trayectoria y personalidad de cada uno de ellos.
Ediciones Chelsea es la segunda editorial con la que continuamos la serie de entrevistas a las editoriales independientes de nuestro país, para conocer mejor cómo es su trabajo, su filosofía o qué les llevó a emprender esta aventura. Esta es una editorial especial, ¡viva el Pop!
En 2016 celebras tus 30 años en la música, sin embargo, tu aventura literaria al frente de una editorial independiente es mucho más reciente. ¿Cómo fue el origen de Chelsea Ediciones? ¿Qué te motivó para emprender esta aventura?
Con dieciséis años, ya editaba Frustration, una hoja informativa que tuvo su progresión natural en Pussycat, un fanzine ya en toda regla, orientado al mundo mod. En el Pussycat había mucha documentación, artículos de opinión y gran interés por lo extramusical, mucho más de lo que era habitual en este tipo de publicaciones. En 2010 autoedité “CLUB 45”, que era como elPussycat, pero a color y con tapas duras. Y tuvo tan buena acogida que algo hizo click en mi cabeza… Siempre me han gustado los libros, tengo Filología, en la carrera estudié Crítica Literaria, Literatura Inglesa, Americana, tengo grandes amigos que son libreros, he trabajado en instituciones públicas. Me tiré a la piscina, a ver si había agua…
De músico a editor, ¿cómo han sido estos tres años de Chelsea Ediciones? ¿Cuáles han sido las principales alegrías y mejores momentos vividos en esta faceta cultural?
Todo ha ido muy bien. Tenemos claro que somos una pequeña editorial, con un espíritu bastante punk, porque vamos acelerados, porque somos del “Hazlo Tú Mismo”… pero sobre todo porque hay una serie de normas editoriales que nosotros nos saltamos de manera consciente. En el fondo y en las formas. Somos músicos pop, lo más bajo del estamento cultural, y utilizamos el prestigio de un formato (el libro) en nuestro beneficio, y de un modo algo “desacralizador”. Libros cortos, textos livianos y hasta intrascendentes, pero con un gran envoltorio. Edito los libros que yo me compraría, los que me apasionan, pero consciente de que estoy sacando libros de autores que no son autores (no lo han sido hasta ahora) para lectores que no son lectores (muchos de ellos no leen libros). Con las formas pasa lo mismo: Club 45 era la pesadilla de un maquetador profesional, y la colección Mis Documentos, con sus líneasviudas, sus huérfanas y sus saltos de página, resultan aberrantes para un profesional. El asunto está en que para el lector, no; nuestros libros son chulos y apetece coleccionarlos. Igual que los discos de los Buzzcocks, que no eran para un fan de Genesis porque estaban mal grabados y tenían errores de interpretación y de afinación. Pero eran reales, sonaban como un tiro. Ésa es la principal alegría: haber sacado adelante la editorial siendo fiel a ese espíritu, creando nuestro propio circuito (de distribución, de público, de medios de comunicación amigos…) y, ahora, trascendiendo.
La gran baza de Ediciones Chelsea es la colección Mis Documentos. En estos libros se rescatan auténticos materiales de archivo e inéditos de sus protagonistas, apariciones en prensa, colaboraciones con medios, listas de canciones favoritas, encuentros y recuerdos de fans, diarios en primera persona… ¿Cómo nace la idea de esta colección? ¿Cómo es el trabajo con los músicos para la creación de cada uno de sus libros?
Se me ocurrió pensando en cómo articular un libro de recuerdos míos. Me di cuenta de que muchos compañeros tenían material parecido, que podía resultar muy interesante rescatar todo eso. Y, dada mi inclinación hacia todo lo gregario y participativo, esto de montar una colección en la que cada uno contara su historia me pareció chulo, porque el resultado final era casi la radiografía de la escena independiente de los últimos 30 años, contada por sus protagonistas. Todos los libros se entrelazan, tienen puntos en común: los mismos bares, salas de conciertos, furgonetas, sellos, guitarras, festivales, sueños y frustraciones.
Proyectar cada libro y darle forma es como un regalo para mí. Siempre elijo autores que me interesan, gente que respeto, y editar su libro me permite bucear en sus archivos, acercarme al personaje, redescubrir canciones y momentos. Esa segunda oportunidad es como un privilegio. A mí nunca me gustó tocar en los discos de otros, ni ser invitado en sus canciones. ¡Y mucho menos que ellos metieron mano en mi música! Pero echaba de menos el trabajar codo con codo con otros músicos, ver cómo lo hacen ellos, disfrutar con sus trucos y detectar sus inseguridades para entender mejor las mías. Y éste es el camino que he encontrado para llenar ese hueco.
Mis Documentos ha tenido 12 protagonistas, los últimos en sumarse han sido Jaime G. Soriano (Sexy Sadie, Sr. Nadie), Nani Castañeda (Niños Mutantes) e Isa Fernández (Charades, Aries). ¿Qué tienen en común todos estos artistas que han pasado por esta serie de libros? ¿Hay alguna anécdota que haya surgido de este proyecto común con ellos?
Esta última tanda nació por casualidad, y me costó encontrar un nexo de unión entre los tres autores. Al final, me di cuenta de que los tres han tenido que superar una circunstancia práctica adversa para desarrollarse como artistas, siempre según los parámetros de nuestra sociedad actual. Ya lo explico un poco en la nota de prensa: una mujer, un batería y un tío que vive en una isla; no lo van a tener fácil. Son la generación del handicap.
En general, para Mis Documentos he buscado músicos que me gusten, de la escena alternativa “post-Movida”, que tengan una trayectoria de al menos quince años, que se hayan reinventado alguna vez, que ya tuvieran algo escrito en un blog o en papel pero no un libro editado… También he tenido bastante en cuenta factores geográficos e incluso de género. Las dos mujeres que han llegado a la colección puede que fueran “fichadas” por las razones equivocadas (“¿Cómo no voy a sacar chicas? Tiene que haber alguna chica…”), pero rápidamente se ha demostrado que era la elección correcta, porque sus dos libros son de lo mejor de la editorial. En otro orden de cosas, trabajar con Francisco Nixon me ayudó mucho a ampliar miras y reafirmarme en la filosofía de Chelsea. Y Xoel López, que ha sido muy generoso, nos ha ayudado mucho a la hora de llegar a más público.
Al margen de Mis Documentos, comenzaste la editorial con la publicación de tu libro “Club 45: 90 canciones de la Era Pop para mods y jetsetters”, actualmente descatalogado. ¿Hay intención de reeditarlo en el futuro? Igualmente, ¿en un futuro veremos otros libros independientes de Mis Documentos publicados en la editorial?
Sí, a finales de 2016 tengo previsto editar “Club 45 Again”, secuela de aquella autoedición de 2010, respetando el formato y la estructura: otras 90 canciones de los sesenta, comentadas desde una perspectiva personal no-academicista, profusión de imágenes originales extraídas de mi colección… Seguramente reeditemos, a la vez, “Club 45”.
Y actualmente me pillas trabajando en “NPI de música”, de Joaquín Rodríguez (Los Nikis / Los Acusicas), que es una especie de manual de consejos delirantes para montar tu propia banda; una autobiografía encubierta, en realidad. Saldrá dentro de nada. También está previsto editar antes de Semana Santa un libro de fotos perdidas de una de mis bandas favoritas de la Nueva Ola madrileña. Un montón de proyectos ilusionantes.
Ediciones Chelsea cumple con una valiosa misión al ampliar la siempre escasa bibliografía sobre la cultura pop en nuestro país, de una forma original e íntima. Suponemos que para poner en marcha este proyecto seguro eres un gran lector de libros musicales o biografías de artistas, ¿cuáles han sido siempre tus favoritos? ¿Hay algún libro que no dejes de recomendar?
No te creas. Sí que es verdad que he leído muchas biografías de músicos, pero mi condición de lector errante y despistado me lleva a fijarme en lo primero que pillo, no me considero un lector con “criterio”. A “voz de pronto” (es broma, soy fan de los malapropismos) me vienen a la cabeza “Stone Alone” de Bill Wyman, el libro de los Kinks de Jon Savage, la autobiografía de Miles Davis y, sobre todo, “In the Lap of the Mods”, que narra la trayectoria de The Action, uno de mis grupos fetiche. Pero hay libros que me encantan porque están llenos de música, aunque no sean rigurosamente musicales: muchos de los de Hanif Kureishi, Irvine Welsh, “Mods” de Richard Barnes, Alta Fidelidad y otros de Nick Hornby, cosas de Tom Wolfe, “Absolute Beginners” de Colin McIness… También me gustó mucho “Los Reyes del Mambo Tocan Canciones de Amor”, cuando lo leí. Y “Jazz Cleopatra”, que habla de Josephine Baker.
Contáis con Mary Wilson como fotógrafa oficial de la editorial, de ella son todas las portadas de vuestros libros, y este mismo mes presentará una exposición en el bar Picnic de Madrid. ¿Qué tiene su arte que ilustra tan bien vuestras publicaciones?
Cris (Mary Wilson) es pieza fundamental en Chelsea no sólo por sus fotos, también por aguantarme todos mis rollos y por emocionarse con cada paso que da la editorial. Y a veces ha ejercido incluso de “socio capitalista”, que tampoco es ninguna tontería. Ella y yo tenemos muchos gustos comunes, nos encanta buscar la inspiración en las cosas bellas y en el aroma de los sesenta, en esa mezcla de moderno y clásico. En sus fotos para Chelsea creo que de alguna manera tiene presentes también mis gustos y es genial porque a los dos nos fascina buscar edificios singulares para usar como escenarios; también las aberraciones y distorsiones visuales… Estamos todo el día pensando en cómo lo haría Jean-Marie Perier o David Bailey, en como posaría Françoise Hardy o Brian Jones. Y luego tiene una cualidad como retratista que es super-importante y que a mí me viene genial, para Chelsea y para Cooper: siempre saca a la gente muy guapa. Muchas veces, mucho más guapa de lo que es en realidad.
Ya habrás visto, si has visitado la página web, que Ediciones Chelsea se plantea su expasión a largo plazo en tres disciplinas distintas: libros, dvd y exposiciones. Una expo del trabajo de Mary Wilson para Mis Documentos, englobada bajo el nombre de “La Resistencia Sonora”, una vez que hayamos dado por concluida la aventura en su vertiente editorial, sería un proyecto muy apetecible.
¿Crees que, como tanto se dice ahora, nos encontramos en la era del emprendimiento?
Creo que estamos en la era en la que nadie quiere trabajar en algo que no le guste. Conozco a mucha gente que quiere hacer cosas preciosas pero no se plantea si podrá vivir de ello. Puede que yo sea uno de ésos, pero no me siento cómodo con ese traje; quiero pensar que mis planteamientos son posibilistas. Y estoy seguro de que esta sociedad necesita artistas pero también fabricantes de tornillos. Podríamos extender el planteamiento de Stephen Stills de “If you can’t be with the one you love, love the one you’re with” al campo del trabajo y decir “si no trabajas en lo que amas, intenta amar la labor que tienes entre manos”. Ya sé que no es muy popular mi planteamiento, qué le vamos a hacer…
Pero, a la vez, también creo que esta sociedad está pensada para los grandes negocios. Y que una fiscalidad más benévola, políticas de restricciones en los precios de alquileres, cuotas de autónomos más realistas y mercado laboral más flexible, harían viables muchos pequeños negocios que hoy son imposibles de acometer. Y harían felices a mucha gente que, como nosotros, no tienen grandes pretensiones económicas. Entonces sí que sería posible trabajar en lo que te gusta, ya sea haciendo magdalenas, ropa infantil o fotos. Y viviendo con lo justo. Y con una sonrisa.
El 13 de febrero será la gran fecha donde celebrarás tus 30 años viviendo en la Era Pop, ¿qué nos puedes adelantar de este concierto?
Me tiene un poco nervioso ese concierto, porque quiero que sea una gran celebración. Estarán la mayoría de los amigos que he ido haciendo estos años y sonarán canciones que han significado mucho para ellos. Sé que será especial y que me voy a emocionar a cada segundo. No soy muy nostálgico, pero creo que he elegido bien el momento de echar la vista atrás, de recuperar el repertorio de Los Flechazos y de mezclarlo con lo mejor de Cooper. Me ha costado bastante tomar la decisión pero ahora lo estoy disfrutando: el diseño del disco, el vídeo, los ensayos, volver a escuchar un órgano Hammond cerca… Me siento muy lejos del chico que cantaba esas canciones hace tres décadas, pero no me cuesta volver a hacerlo. Me sigue valiendo la ropa que llevaba y me siguen quedando bien esas canciones. Lo vamos a pasar bien…
Para finalizar, ¿qué próximos proyectos editoriales tienes en mente para este cercano 2016?
Espero que 2016 sea el año de consolidación de Ediciones Chelsea, después de 12 volúmenes de Mis Documentos y de la edición de los tres nuevos libros de los que te he hablado antes. Y que esto suponga el triunfo de una manera de hacer las cosas. Llámalo indie si quieres. O punk. O mod; seguramente muy mod.