Cooper

Cooper en Granada

Había una vez, en un país en el que el mundo de la música peligraba, un reino llamado Granada. En él, habitaba una gente muy singular a la que le gustaba mucho ir de conciertos y festivales, y, mientras que unos, por no decir la mayoría, habían viajado hacia el reino de Barcelona para asistir al Primavera Sound, otros no pudieron. Pero estos últimos, no eran menos dichosos, ya que iban a presenciar un evento muy especial en la noche del sábado: El mod de mods, un revolucionario en la escena nacional y un luchador nato, Alejandro Díez Garín, o más conocido como Alex Cooper, vendría acompañado de su tropa formada por Mario Álvarez, Daniel Montero y Nacho García para interpretar una miscelánea de temas de todos sus discos, alguna que otra versión y canciones de tiempos de antaño.

La velada comenzó a eso de las 22:15h, en un entorno que se definía perfectamente como “familiar”, aunque eso tenía su parte buena, ya que todos aquellos que asistíamos era porque de verdad lo sentíamos. Además, más tarde siguió acudiendo gente que llegaba de muchas partes diferentes. Empezó a sonar Nudo en la Garganta, y sin parón, la Edad de la Inocencia, de los LPs Fonorama y Aeropuerto. Tras esta pareja, llegó una versión de Depeche Mode, new life, y tras ella, segunda ronda de canciones, en la que caerán Cortometraje, de su último LP, y Un Día de Furia, también de Aeropuerto.

Los temas, en general, iban hilándose unos con otros, de vez en cuando una breve pausa para contar una anécdota o dedicar un tema, pero consiguieron, al final, generar una madeja consistente con un repertorio que pasaba por toda la primera década del siglo XXI. Tras Un Día de Furia, llegó el tema que le da nombre, y quizá también el más sonado, de su último LP: Mi Universo, una canción popera psicodélica cuya grabación incluye un sitar de fondo. Entonces, de repente, mientras sonaba la canción, nos trasladamos a La India, y al terminar la canción, no nos quedamos allí,sino que, como este cuento da para mucho,nos trasladamos al fondo del mar con Buzo, y allí recibimos La Señal de que nadie se encontrabaCansado, y que el concierto no había hecho más que empezar.

Así que, sin más rodeos, viajaríamos de nuevo hasta el pleno corazón de Londres, apareciendo en un maravilloso parque, Hyde Park, pero para eso necesitaríamos partir en el vuelo 747 y perdernos en el aeropuerto. Y fue en ese momento que regresamos todos a la sala para rendirle homenaje a un gran grupo español, Los Brincos, con una versión de Tú Me Dijiste Adiós.

Tras este breve descanso en el viaje, los asistentes estaban animados y bailarines, y no pudieron dejar de estarlo cuando sonaron Primer Día, El Sur y En la Basura, todas de diferentes discos. Seguido de esto, conseguimos introducirnos y quemar las páginas del Diario de Alex presos por la Rabia. Y es aquí, cuando Alex nos comentó que llegaba el final del concierto, y para ello, nos llevó a un sitio que seguro que a todos nos traía muchos recuerdos de la infancia: Un Carrousel.

Pese al final del concierto, los asistentes no se quedaron satisfechos, por lo que pidieron que volvieran al escenario para librar otra batalla más, y en esta tocaron Cierra Los Ojos, Arizona y Yo Sé lo que te Pasa. Y ahora sí, cuando todos pensábamos que el concierto y el gran viaje habían terminado, salieron de nuevo para interpretar Canción de Viernes, Saltos de Esquí y Círculo Polar, dando fin el maravilloso concierto a eso de las 23:50. Y aquí acaba el cuento de un sábado en el que el reino de Granada estaba vacío y el león de Alex Cooper consiguió animarlo.

Por @bebopacelia, Célia Long.