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21/11/2009

Entrevista ciclo "La m?sica contada"



Alejandro Díez: "Ya no quedan mods"

Cristina Consuegra

Cuando comencé a escuchar a Los Flechazos, allá en la década de los noventa, tal vez era demasiado joven para abarcar la magnitud completa del grupo (siempre me ha parecido mucho más que una simple banda pop), pero con el paso del tiempo, la música de Los Flechazos se me ha mostrado como indispensable para definir una parte de mí en aquel entonces, y una parte de lo que sucedió en el país, a nivel musical, en la década dorada (sí, no sólo los ochenta fue una década dorada). Pero cuando parecía que Díez lo había dicho todo crea Cooper y rediseña el sonido de Los Flechazos, volviendo a cautivarnos.

El sábado pasado y de la mano del ciclo 'La Música Contada', Alejandro Díez compartió con todos nosotros emociones, reflexiones y sonrisas que giraron en torno a los temas seleccionados por él, no sólo como profesional de la música, sino como fan de las bandas y solistas que tocó junto al guitarra de Cooper, Mario Álvarez: 'Ticket to Ride', de The Beatles; 'Alta tensión' de Nacha Pop, 'Alison', de Elvis Costello; 'Carnation', de The Jam; 'It looks like you', de Evan Dando; 'Ráfagas', de Los Bólidos; 'Afterglow', de Small Faces... Temas elegidos por un corazón sabio y viajero, un seguidor que colecciona emociones vestidas de canción.

"Yo descubrí lo que era ser feliz, viendo las sonrisas de las chicas del parque, se me olvidaba mirar el reloj... Nunca es tarde si la tarde te habla de amor", así que yo olvidé mirar el reloj, deseé estar tumbada en la hierba de Hyde Park, y me dejé transportar por las melodías de pop brillante, efectistas de Alex.

El ciclo de LMC tiene un alto componente nostálgico, así que vamos a echar un poco la vista atrás. ¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte a la música?
Desde el principio lo tuve bastante claro, el problema era decírselo a mis padres, ya que cuando tomé la decisión tendría unos 15 años, y debía alternar los ensayos con los estudios. Sin embargo, siempre tuve la certeza de que iba a ser muy difícil vivir de la música, por ello seguí estudiando, y me matriculé en la licenciatura de Filología Inglesa; esto me ha permitido llevar ocho años como funcionario, soy técnico en la concejalía de Cultura... El que diseña la cabalgata y los fuegos artificiales, ya sabes (risas).

¿Qué se siente al haber liderado un grupo como Los Flechazos?
Bueno, fuimos un producto de nuestro tiempo, una especie de resaca de la movida madrileña, un producto lógico de nuestra escena, ten en cuenta que con 15 años estábamos locos por la música, íbamos a todos los conciertos que podíamos, vivíamos la música al máximo. Con Los Flechazos siempre tuve la sensación de que no me estaba inventando nada nuevo, ni tampoco que fuésemos una especie de portavoces generacionales. Ahora que ha transcurrido el tiempo, estoy orgulloso porque las canciones han resistido muy bien al paso del tiempo, puedo decir que nuestra 'obra', por decirlo de algún modo, ha mostrado un recorrido coherente. Además, en la época que comenzamos, Los Flechazos lo teníamos bastante complicado porque todo era punk, rock, garaje, y nosotros hacíamos Pop, por ello muchos pensaron que éramos un grupo de radio fórmula, cuando no era así, éramos un
grupo underground.

Tanto a nivel personal como profesional, ¿cómo fue el tránsito de Los Flechazos a Cooper?
Bueno, tanto Elena como yo nos dimos cuenta que Los Flechazos no iba a durar para siempre, y principalmente, nos apetecía hacer otro tipo de cosas, casi con la idea de abandonar la música. Tres años después de dejar Los Flechazos me di cuenta de que tenía un montón de canciones que había hecho en casa, así que de una forma silenciosa, sin pretensiones, envié la maqueta a Elefant. Algo que sí tenía muy claro, que tengo muy claro con Cooper, es que este grupo nace con vocación de anécdota, es decir, creo que algo iría realmente mal en la nueva escena si Cooper fuese lo puntero; lo interesante es que existe un hueco para Cooper pero que los chavales de 20 años locos por Franz Ferdinand sean los que vayan abriendo camino.

¿Qué habría sido de Alejandro Díez si no se hubiese dedicado a la música?
No concibo mi vida sin la música. Creo que la llevo dentro desde bien pequeño. Mi madre y mi abuela me solían contar por separado, lo cual me conduce a pensar que es cierto, que cuando iba en el carrito tarareaba la banda sonora de la película 'Un hombre y una mujer'. Con seis años le pedí a mi madre mi primer vinilo, y con ocho ya me había constituido como el Dj oficial de la familia. La música y yo estábamos predestinados.

¿Qué sucedió en los noventa para que todos (músicos, público, periodistas...) tuviésemos la impresión que, al menos musicalmente, otro país era posible?
Bueno, creo que cada uno lo ve cómo lo ha vivido. Para mí, este fenómeno del que me hablas no se dio en los noventa, sino en los ochenta. Yo vivía entonces en León y tenía 15 años cuando iba a todos los conciertos que se programaban a las doce de la noche entonces; ten en cuenta que con esa edad pude ver a grupos como Alaska y los Pegamoides, Los Pistones, Gabinete Caligari, Nacha Pop. Además, estaba la explosión de los Fanzines, la Edad de Oro en la tele... Todo esto me pilló con la edad adecuada para asimilarlo, fue como un periodo intensivo de aprendizaje. Con esto te quiero decir que cuando llegó la década de los noventa, yo había vivido tanto que aunque viví esa nueva explosión con Australian Blonde, la Revista Espiral, Los Planetas, el primer FIB en el que tocamos, la viví con mucha emoción, pero con una emoción que ya reconocía, que era como tener un déjà
vu, una efervescencia ya saboreada.

En ocasiones, cuando se contrasta la década de los ochenta con la de los noventa, parece que esta última ha sido tratada injustamente. ¿Tienes tú esa misma percepción?
Bueno, la verdad es que no. Seguro que las personas que piensan de esa forma son "compañeros generacionales" de ese tiempo. Ahora que podemos mantener cierta perspectiva con ambas décadas y salvando la distancia, creo que la música de los ochenta era más fundamental que la de los noventa porque era más necesaria por el tiempo vivido. Dicho esto, entiendo aquellos que piensan de esa forma, porque la gente que vivió esa época todavía son muy jóvenes para que hayan podido alcanzar ciertos cargos, pero dentro de unos años cuando el director de Radio 3 o el concejal de turno sea un chico o una chica que ha crecido emocionalmente en los noventa, que ha vivido esa década como propia, entonces, en ese momento, se le dará protagonismo a esa música frente a otra.

¿Cuál es la situación actual del movimiento Mod en nuestro país?
Es muy complicado hacer una radiografía del momento actual... Si te soy sincero creo que casi ya no quedan mods porque se ha perdido el contacto que había tiempo atrás gracias a diversos eventos. En la actualidad, existen festivales como el Euroyeye y el Purple Weekend, y un buen número de personas que siguen adorando los 'sixties'. La diferencia está en que hoy en día la estética es lo que tiene más fuerza, es la razón que lo mueve todo, y no una forma de ver la vida. Hemos perdido la perspectiva, el movimiento se ha modificado, es decir, se ha perdido la idea de celebración y fiesta, ya los conciertos no se plantean como algo único e irrepetible, sino como un evento social más.

• Para ampliar la información sobre Cooper: www.myspace.com/cooperartist





Cooper [YM?laga]
foto: Archivo Elefant



Cooper [YM?laga]
foto: Archivo Elefant

 


 

 

 

 

 

 

 

 

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